viernes, 31 de marzo de 2023




 

Dios nos une en Cristo

 «Pero ahora, en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo.» Efesios 2:13

En la época actual el mundo parece ser un lugar chico. El Internet nos permite comunicarnos en pocos segundos con personas de todas partes. Podemos viajar a tierras lejanas en apenas unas pocas horas y la mayoría de nosotros conocemos personas de otras culturas. Aun el espacio ha sido en cierta manera conquistado. Da la impresión de que nada está demasiado lejos.

Sin embargo, como Pablo les recuerda a los cristianos gentiles de Éfeso: «En aquel tiempo ustedes estaban sin Cristo, vivían alejados de la ciudadanía de Israel y eran ajenos a los pactos de la promesa; vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza» (Efesios 2:12). Con las comunicaciones que tenemos hoy día nos resulta casi imposible creer que pudiéramos estar tan lejos de Dios, nuestro Padre, y del resto del mundo. Sin embargo, eso fue lo que el pecado había hecho: nos había separado de nuestro Creador y había creado divisiones entre nosotros.

Pero gracias a Dios las cosas han cambiado. Él nos ha vuelto a acercar con la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo. En nuestro bautismo fuimos unidos con Cristo en su muerte en la cruz que nos libera del pecado que nos mantenía alejados. Como resultado, Pablo nos dice: «Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios» (Efesios 2:19).

Misericordioso Padre, ayúdanos para que nunca nos apartemos de ti y para que, con el poder de tu Espíritu Santo, invitemos a quienes aún no te conocen para que también sean ciudadanos de tu Reino. En el nombre de Jesús. Amén.

Pastor Steven Weispfennig

Por CPTLN

jueves, 30 de marzo de 2023




 

Deberes de los hijos

 Escucha el tema Deberes de los hijos en el Canal, sigue el vínculo que aparece a continuación, te esperamos

https://www.ministeriotv.com/video/deberes-de-los-hijos-25904

La promesa del Señor

«Por la fe, Sara misma recibió fuerzas para concebir, aunque era estéril, y dio a luz, aun cuando por su edad se le había pasado el tiempo, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.» Hebreos 11:11

Abraham y Sara eran ancianos y, a pesar de tener muchas cosas, no tenían hijos. Pero Dios les había prometido que iban a tener descendientes (Génesis 18:10) y, como nos dice el texto para hoy, Sara creyó esa promesa de Dios.

En la vida tenemos que enfrentar muchos problemas y dificultades. Sufrimos enfermedades, la muerte de seres queridos, pérdida del trabajo, destrucción y pérdidas inmensas por desastres naturales. En fin, menos la muerte, nada es seguro.

Pero también tenemos una promesa de Dios. En el bautismo se nos prometió una nueva identidad en Cristo Jesús, una nueva vida eterna con Dios nuestro Padre–una vida en su presencia para siempre–una vida sin sufrimiento, sin enfermedades, sin muerte, sin maldad. Esta promesa fue hecha en la cruz de Jesucristo, donde Jesús dio su vida para liberarnos del pecado que nos condenaba. Jesús se dio a sí mismo para hacernos suyos, y en el bautismo confirmó su promesa con cada uno de nosotros.

Desde ese momento somos suyos. Él nos cuida: no estamos solos. Así como él no abandonó a Sara, sino que fue fiel en cumplir su promesa y le dio un hijo a ella y Abraham, así también va a ser fiel con nosotros dándonos todo lo que nos ha prometido.

Todopoderoso Dios, desde el principio de tu creación has cumplido cada una de tus promesas. Te damos gracias por tu fidelidad y te pedimos que nos ayudes a confiar cada vez más en ti. En el nombre de tu hijo Jesucristo. Amén.

Pastor Jason Krause

Por CPTLN

lunes, 27 de marzo de 2023

Hogar cristiano

 Te comparto el enlace hacia este nuevo tema en el Canal disponible para que lo escuches, solo haz clic en el enlace siguiente

https://www.ministeriotv.com/video/hogar-cristiano-25901

Deberes del cristiano hacia su hogar

 No te pierdas el tema visita el Canal al seguir el vínculo a continuación

https://www.ministeriotv.com/video/deberes-del-cristiano-hacia-su-hogar-25902




 

Feliz Cumpleaños

 Gracias a todos los que me han felicitado por ocación de mi cumpleaños, bendiciones.





Seguridad máxima

 «Jesús salía ya para seguir su camino, cuando un hombre llegó corriendo, se arrodilló delante de él, y le preguntó: ‘Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?’… Jesús lo miró y, con mucho amor, le dijo: ‘Una cosa te falta: anda y vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.’ Cuando aquel hombre oyó eso, se afligió y se fue triste, porque tenía muchas posesiones.»

Marcos 10:17-22

Cuando el hombre rico se enteró de lo que tenía que hacer para recibir la vida eterna, se sintió «afligido» y «triste», porque lo que tenía que hacer era deshacerse de todas las cosas terrenales que le daban seguridad. Sin darnos cuenta, a menudo nos encontramos en la misma situación que este joven rico, porque el costo de seguir a Jesús es más alto de lo que estamos dispuestos a pagar.

En respuesta a la pregunta de los discípulos acerca de quién puede ser salvo, Jesús dice que no hay nada ni nadie en este mundo que pueda salvar, pues sólo Dios salva. Jesús vino al mundo y fue a la cruz para lograr lo imposible y darnos la seguridad máxima: la seguridad que da el saber que, por más errores que cometamos y por más que una y otra vez nos alejemos de él, sus brazos siempre van a estar abiertos para recibirnos.

Por nosotros mismos no podemos entrar al reino celestial, pero Jesús nos abrió la puerta para que la pasemos en fe, porque lo que no es posible para nosotros, es posible para Dios.

Todopoderoso Dios, Padre celestial, danos fuerza para confiar en el intenso amor que sólo se halla en Jesucristo, mi Señor y Salvador, a quien enviaste para que nos liberara de la esclavitud del pecado. Ayúdanos a vivir cada día conforme a tu voluntad. En el nombre de Jesús. Amén.

Pastor Jace Detrie

Por CPTLN

viernes, 24 de marzo de 2023




 

El motivo de la carrera

 El motivo de la carrera

«Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a nuestro alrededor, liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.» Hebreos 12:1

Cada músculo duele; respirar se hace difícil; las manos se duermen; se siente como si se va a perder el conocimiento. ¿Será que estoy sufriendo alucinaciones?, se pregunta. Estos síntomas no los experimenta quien vuelve a hacer ejercicio después de mucho tiempo de inactividad. Al contrario, son las reacciones que sufren quienes han corrido una maratón de 26.2 millas. Sus cuerpos se sienten como si se hubieran chocado contra una pared.

En la lectura para hoy, el autor compara la carrera espiritual con correr una maratón, porque, al igual que esta, la carrera espiritual puede ser extenuante.

Sin embargo, el mensaje que recibimos en el texto para hoy nos dice algo diferente. Es cierto que la carrera es difícil, pero en vez de preocuparnos por lo difícil que es, ponemos nuestra mirada en Jesús porque él ya la corrió antes que nosotros. A pesar de las burlas y el castigo que recibió, Jesús corrió con alegría hacia la cruz porque sabía que en esa cruz el pecado, la muerte, y el diablo habrían de ser destruidos de una vez y para siempre.

En este tiempo de Cuaresma en que concentramos nuestra atención en lo que el Salvador hizo por nosotros a través de su muerte y resurrección, fijemos nuestra mirada en él, el siervo sufriente que ya ha corrido y ganado la carrera. Y recordemos que él va con nosotros dondequiera que nosotros vayamos.

Dios Padre, gracias por habernos hecho tuyos a través de las aguas del Santo Bautismo. Danos el coraje y la fuerza para correr la carrera de esta vida como lo hizo nuestro Salvador. Ayúdanos a permanecer fieles, sabiendo que un día estaremos unidos contigo para siempre. En el nombre de Jesús. Amén.

Pastor Bill Weiss

Por CPTLN

Lectura

 Hebreos 12.1

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

jueves, 23 de marzo de 2023




 

Por fe

 «Luego dijo a Tomás: ‘Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.'» Juan 20:27

Cuando los discípulos le dijeron a Tomás que habían visto al Señor, Tomás no les creyó. Es por eso que hasta el día de hoy lo conocemos como al discípulo que dudó. Pero en Juan 20:18, María Magdalena les dijo a los discípulos que había visto al Señor y en el versículo siguiente se nos dice que, estando los discípulos en un cuarto con la puerta cerrada por miedo de los judíos, Jesús se apareció y les mostró sus manos y su costado.

Jesús le mostró a Tomás las mismas evidencias que le había mostrado a los otros discípulos que también habían dudado, con el fin que creyeran. Y creyendo, Tomás y todos los discípulos destrabaron la puerta y salieron a las calles a dar testimonio de la resurrección de Cristo.

Nosotros también, al igual que los discípulos, tenemos dudas porque Satanás nunca deja de sembrar sus semillas. Pero cuando eso sucede Jesús nos muestra las mismas evidencias de su resurrección. No lo podemos ver a él, pero tenemos su Palabra a través de la cual recibimos fe y la fe disipa nuestras dudas. A través de la fe nos convertimos en testigos de la resurrección de Cristo.

Así como el Padre envió a Jesús, Jesús nos envía a nosotros a que compartamos su palabra con quienes aún no han visto y creído. «Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.» Por fe creemos que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y creyendo tenemos una vida nueva en su nombre.

Misericordioso Padre, perdona nuestras dudas y renueva nuestra fe a través de tu Palabra. En el nombre de Jesús. Amén

Pastor Kevin Fenster

Por CPTLN

Lectura

  Juan 20.27    

     Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.


miércoles, 22 de marzo de 2023




 

Jóvenes cristianos en la sociedad

 Tema de inspiración, guía, edificación y bendición para tu vida escúchalo en el Canal, haz clic en el vínculo siguiente

https://www.ministeriotv.com/video/jvenes-cristianos-en-la-sociedad-25889

Confiando en la promesa

 «Jesús le dijo: ‘Tomás, has creído porque me has visto. Bienaventurados los que no vieron y creyeron.»

Juan 20:29

Por casualidad, o mejor dicho por obra de Dios, el capellán entró en el mismo elevador que una señora de 60 años cuya madre de 96 se estaba muriendo. Cuando le preguntó por su madre, le respondió: «Se está muriendo». «Sí, ya lo sé, y lo siento mucho. ¿Y usted como está?» «Estoy bien», le respondió, pero después de una pausa se corrigió y dijo: «No, en realidad no estoy bien. Es que no entiendo. Mi madre le fue fiel a Dios toda la vida pero, aún así, en los últimos 35 años le ha pasado de todo. Sin embargo, cada día me vuelve a repetir que Dios ha sido tan misericordioso con ella. No logro entenderla.»

Llevándola a un lugar tranquilo, el capellán le leyó lo que dice en 2 Corintios 4:13: «Pero en ese mismo espíritu de fe, y de acuerdo a lo que está escrito:’ Creí, y por lo tanto hablé.'» Y luego lo que dice en el versículo 18: «No nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.» Luego le explicó que su madre estaba proclamando la confianza que tenía en la promesa que había recibido en su bautismo y cada vez que recibía el cuerpo y la sangre de Cristo en la Santa Comunión. En vez de dejar que las cosas malas de la vida la apartaran de Dios, ella se aferraba a las promesas de salvación y resurrección dadas a través del testimonio de los apóstoles que habían demandado ver las heridas de Cristo.

Nuestro mundo exige señales y pruebas y lamentablemente muchas veces la iglesia hace lo mismo, exigiendo que Dios se haga presente dando sanidad o prosperidad, perdiendo así de vista la promesa suprema de vida eterna en el cielo con Cristo. Que podamos depositar en él toda nuestra confianza y esperanza.

Querido Padre, te pedimos que guíes hoy nuestros corazones. Envía tu Espíritu Santo a nuestras vidas para que confiemos en tus promesas aún cuando los problemas de este mundo nos quieran apartar de ti. En el nombre de tu hijo Jesucristo. Amén.

Capellán James Paul Mueller

Por CPTLN

Lectura

 Juan 20:29

Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

martes, 21 de marzo de 2023




 

Los tiempos de Dios

 «Así como la lluvia y la nieve caen de los cielos, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra y la hacen germinar y producir, con lo que dan semilla para el que siembra y pan para el que come, así también mi palabra, cuando sale de mi boca, no vuelve a mí vacía, sino que hace todo lo que yo quiero, y tiene éxito en todo aquello para lo cual la envié.» Isaías 55:10-11

El profeta Isaías le hablaba a un pueblo impaciente. Los hijos de Israel, el pueblo de Dios, estaban cautivos en Babilonia. Por no haber confiado en Dios y haber hecho alianzas con otras naciones, habían perdido sus casas y el templo en el que adoraban. En medio de esa penosa realidad Dios había enviado a Isaías a advertirles de su pecaminosa idolatría, pero no se arrepintieron.

A pesar de ello, más tarde Dios les dijo a través de Isaías que habría de llevarlos nuevamente a su tierra. El pueblo se llenó de alegría al saber esto, pero después de un tiempo comenzaron a preguntarse si la Palabra de Dios realmente iría a cumplirse. Como niños impacientes, algunos de ellos comenzaron a quejarse. Dios les contestó con las palabras del texto para hoy, diciéndoles que su Palabra también los iba a alimentar y a su debido tiempo iba a regresar a él con los frutos para los cuales él la envió.

A veces nos preguntamos por qué nos suceden cosas malas, o por qué Dios no contesta nuestras oraciones. Dios ha sido y es fiel a su Palabra y promesas. Toda vez que nos ponemos impacientes, él nos responde con la promesa de que su Palabra va a lograr todo para lo cual fue enviada.

Padre celestial, gracias por hacernos hijos tuyos y por tenernos paciencia aún cuando nosotros somos impacientes. Enséñanos a confiar cada vez más en ti y en tu Palabra. En el nombre de Jesús. Amén.

Pastor Eric Estes

Por CPTLN

Lectura

Isaías 55.10-11

10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.


lunes, 20 de marzo de 2023




 

Joven tu sí puedes vivir la vida en Cristo

 Tema que es de edificación, fortaleza, guianza y bendición a tu vida, comparte el enlace y visita

https://www.ministeriotv.com/video/joven-tu-s-puedes-vivir-la-vida-en-cristo-25886

La dinámica de la adolescencia

     Ya puedes escuchar el tema de enseñanza visitando el Canal, solo haz clic en el vínculo siguiente

https://www.ministeriotv.com/video/la-dinmica-de-la-adolescencia-25885

Él lo hará

 «La extensión de su imperio y la paz en él no tendrán límite. Reinará sobre el trono de David y sobre su reino, y lo afirmará y confirmará en la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. Esto lo hará el celo del Señor de los ejércitos.» Isaías 9:7

«Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos, pecadores! Y ustedes, los pusilánimes, ¡purifiquen su corazón!» Santiago 4:8

La Palabra de Dios nos recuerda cuán importante es la confesión y absolución diaria. Así como cada día necesitamos lavarnos las manos varias veces para evitar la transmisión de enfermedades, de la misma manera necesitamos que el Espíritu Santo de Dios nos revele nuestro pecado y nuestra necesidad de arrepentimiento, para que no seamos destruidos por la enfermedad que nuestro pecado produce.

Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados Dios nos absuelve, nos perdona y nos afirma una vez más que él nos ha limpiado a través de Cristo. Isaías 9:7 nos dice que Dios va a hacer lo que tiene planeado, va a lograr su propósito y va a cumplir su promesa. Por todo esto es importante el arrepentimiento diario y la lectura diaria de la Palabra de Dios.


La época de Cuaresma no sólo nos prepara y lleva al momento de la muerte de Jesucristo, sino también a la celebración de la victoria que el Dios Trino–Padre, Hijo y Espíritu Santo–ha logrado por nosotros a través de la resurrección de Cristo. Dios logra su propósito al perdonarnos y al fortalecer nuestra fe diariamente. Y va a lograr su propósito supremo cuando Cristo venga nuevamente a traer un nuevo cielo y una nueva tierra.

Todopoderoso Dios, te alabamos por hacernos nuevos cada día a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Te damos gracias por darnos tu Espíritu Santo, quien preserva y fortalece nuestra fe a través de tu Palabra. Ayúdanos a amar y perdonar a los demás así como tú nos has amado y perdonado. En nombre de Jesús. Amén.

Pastor Ben Dolby

Por CPTLN

Lectura

  Isaías 9.7   

     Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.(A) El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

viernes, 17 de marzo de 2023



 

Me doy por vencido

 «El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?»

Romanos 8:32

«Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a nuestro alrededor, liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante»

Hebreos 12:1

Cada vez que vuelvo a jugar al básquetbol, después de un tiempo de no haber jugado, enseguida me canso y me siento tentado a dejar de jugar. Mi mente quiere que mi cuerpo se niegue al trabajo físico necesario para poder volver a jugar. Lo mismo sucede en otros aspectos de la vida.

Tan acostumbrados estamos a los pensamientos y acciones pecaminosos de este mundo, que nos dejamos llevar por ellos. Así es como no vemos que hay otros a nuestro alrededor que han pasado o están pasando por situaciones similares. Esos testigos nos recuerdan que, cuando pasaron por momentos en los que ya no querían hacer nada más, hubo Uno que les dio todo. Esos testigos nos alientan, diciéndonos: «Recuerden a quien dio su vida por ustedes. Él está siempre con ustedes y les va a dar lo que necesiten.»

Esos testigos nos invitan a que recordemos con todo nuestro ser a Dios y todo lo que él ha hecho y hará por nosotros. Dios dio su único Hijo para que viniera a este mundo, viviera como uno de nosotros, muriera en la cruz, y resucitara de la tumba. Dios no se dio por vencido ante nuestra desobediencia. Al contrario, Él dio todo lo que tenía para rescatarnos.

Padre, gracias por no haberte dado por vencido con nosotros. Gracias por enviar a tu Hijo a que diera su vida en la cruz en rescate por nosotros. Ayúdanos para que nunca perdamos de vista a los testigos que nos rodean y que nos recuerdan el amor que tú nos tienes. En el nombre de tu hijo Jesucristo. Amén.

Pastor Matthew Schilling

Por CPTLN

Lectura

 Romanos 8.32

 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?


jueves, 16 de marzo de 2023





 



Jesús conocido también por Hijo del Hombre

 Echa un vistazo en el Canal para que escuches el tema  visitando el enlace siguiente

https://www.ministeriotv.com/video/jess-conocido-tambin-por-hijo-del-hombre-25874


La Palabra de Dios y los hijos

Edificante tema que puedes escuchar en el Canal visitando:

https://www.ministeriotv.com/video/la-palabra-de-dios-y-los-hijos-25873

Los hijos en el plan de Dios

 Escucha el tema visitando el Canal, haz clic sobre el enlace provisto a continuación

https://www.ministeriotv.com/video/los-hijos-en-el-plan-de-dios-25872

Sin palabras

«De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.» Romanos 8:26


Me considero un ciclista ávido. En una semana típica ando en bicicleta de cuatro a cinco veces y generalmente aprovecho ese tiempo para orar y conversar con Dios. Una de esas mañanas me puse a conversar y orar como siempre, pero de pronto me quedé sin palabras. Me sentí invadido por un torrente de emociones y pensamientos tal, que no supe qué más decir. Era como que los pensamientos se me habían amontonado y no lograba decir nada coherente.


Hay veces en que las cosas que nos pasan en la vida nos pesan o nos emocionan tanto, que sentimos como que nos superan. En esos momentos hasta orar nos resulta difícil y hasta parece que las palabras no alcanzan para expresar lo que sentimos. Por ejemplo, ante el nacimiento de un niño, la pérdida de un ser querido, el diagnóstico de una enfermedad incurable, o la culpa por pecados del pasado.


San Pablo nos recuerda que en nuestros momentos de mayor debilidad, cuando ni siquiera sabemos qué decir o qué pedir, tenemos a alguien que sabe lo que necesitamos e intercede por nosotros. Ese alguien es el Espíritu Santo–enviado por Cristo–que «intercede por nosotros con gemidos indecibles». Él se hace cargo de llevar a nuestro Padre celestial los pensamientos y deseos que nosotros no podemos expresar, y, por el sacrificio de Cristo en la cruz, su victoria sobre la muerte y su resurrección, el Padre atiende a nuestras necesidades, aún cuando nos quedamos sin palabras.


Querido Padre celestial, gracias por enviar a Jesucristo, tu único hijo, a tomar nuestro lugar en la cruz y por enviar, a través de él, a tu Espíritu Santo para interceder por nosotros. Tú conoces nuestras necesidades, por lo que te pedimos que, por medio de él, escuches nuestras oraciones. En su nombre. Amén.


Pastor Russ Troester


Por CPTLN

Lectura

Romanos 8.2

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.


miércoles, 15 de marzo de 2023




 

Quitémonos la carga

 «Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él y él se encargará de todo.» Salmo 37:5

¿Se ha sentido alguna vez como si las demandas de la vida fueran demasiadas? Yo sí. Después de haber pasado casi la tercera parte de vida estudiando, sé lo que es sentirse abrumado por las exigencias de los maestros y profesores. Muchas veces me sentí como si estuviera yendo por la vida cargando una cantidad de libros pesados sobre mi espalda.

Hay veces en que la vida se siente así, como si fuera una carga pesada de llevar. Quizás lo atribuyamos a los estudios, o las exigencias del trabajo, o las demandas de ser padres. Es la carga de todas las responsabilidades y también es la carga del pecado.

Como personas pecadoras a menudo sentimos el peso de pensar, hablar y actuar en formas que van en contra de lo que es la voluntad de Dios para nuestras vidas. Cada día que pasa vamos acumulando más pecados y la carga se va haciendo cada vez más pesada. Dios nos recuerda que no tenemos por qué vivir así. En el Salmo 37:5, el Rey David dice: «Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él; y él se encargará de todo.» La palabra generalmente traducida como «pon» viene de la idea de sacar o quitar de encima de algo una piedra grande. Dios quiere que le demos a él la carga del pecado que tanto nos pesa. Jesús ha cargado sobre sí mismo nuestros pecados y su castigo y los ha llevado sobre su espalda al Gólgota y a la tumba.

Confiemos en el Dios que obra por nosotros no sólo en Viernes Santo, sino también en Pascua, cuando nuestra mayor carga es quitada de encima para siempre. Encomendémonos a Jesús, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Padre celestial, nos presentamos ante ti abrumados por el peso de nuestro pecado y de las demandas de la vida. Te pedimos que envíes tu Espíritu Santo a nuestros corazones para que, con fe renovada, descarguemos todas nuestras cargas en el trono celestial. En el nombre de Jesús. Amén.

Pastor Andrew Menz

Por CPTLN

Lectura

 Salmos 37.5

Encomienda a Jehová tu camino,

Y confía en él; y él hará.


martes, 14 de marzo de 2023




 

Libertad perdonada

 «Entonces el Señor le dijo a Moisés: ‘Preséntate ante el faraón, y dile: El Señor, el Dios de los hebreos, dice así: ‘Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.'» Éxodo 9:1

El actor Charlton Heston fue conocido por muchas cosas, pero la que a mí me parece más importante es por el apoyo que dio a la Primer Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos cuando actuó como Moisés en la película Los Diez Mandamientos. Con el viento soplándole su larga barba y el bastón en su mano, con voz profunda le dijo al Faraón las palabras del Señor, el Dios de los hebreos: «Deja ir a mi pueblo, para que me sirva».

De más está decir que los hebreos no tenían la Primer Enmienda para protegerles el derecho de ser libres de practicar su religión. Pero nosotros sí la tenemos. La misma fue obtenida a un costo altísimo, y aún hoy es preservada con las vidas de nuestros militares que nos mantienen seguros tanto aquí, como en el exterior. La libertad siempre tiene un costo para alguien.

El perdón y la libertad de las ataduras del pecado y la muerte que tenemos como hijos de Dios también tuvieron un costo: quizás no para nosotros, pero sí para nuestro Señor crucificado.

En esta época de Cuaresma recordemos el tremendo precio que Jesús pagó con su sacrificio en la cruz. Gracias a él tanto nosotros, como las generaciones que habrán de seguirnos, somos libres para servir a Dios el Padre.

Misericordioso Dios, protege la libertad que tenemos de adorarte y enséñanos a reconocer y apreciar los regalos que cada día tú nos das. En el nombre de Jesús. Amén.

Pastor Matt Wurm


Por CPTLN

Lectura

 Exodo 9.1

Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.


lunes, 13 de marzo de 2023




 

De acuerdo al plan de Dios

(Marcos 10:32-34)

… el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, los cuales lo condenarán a muerte y lo entregarán a los no judíos. Y se burlarán de él y lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero al tercer día resucitará. Marcos 10:32-34

Jesús «le saca punta al lápiz» para darle una fina precisión a su profecía. Los discípulos siempre parecen estar anestesiados cuando Jesús les hace estos anuncios. Ésta es la tercera vez que Marcos registra que Jesús anuncia su muerte. Aquí le pone más detalles: «… lo entregarán a los no judíos.»

El Evangelio de Mateo registra el cumplimiento de esta profecía con lujo de detalles: «Cuando llegó la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se confabularon contra Jesús, para condenarlo a muerte. Lo ataron y se lo llevaron para entregarlo a Poncio Pilato, el gobernador» (Mateo 27:1-2). Pilato, el romano prefecto, sería el encargado de ejecutar legalmente al Hijo de Dios. Jesús, rechazado y sentenciado por su pueblo, fue ejecutado por gentiles, y así se cumplió a la perfección, y hasta el último detalle, el plan de Dios.

Tal vez también nosotros, a causa de nuestra desilusión y frustración en la vida, estamos como anestesiados ante las promesas de Dios. No entendemos la importancia de una promesa o de un anuncio, cuando lo que queremos es una acción divina que cambie nuestra situación. Quizás necesitamos reconocer que las promesas de Dios tienen la intención de que veamos cuán serio él se toma su plan de salvarnos.

Cuando Dios se propone algo, nada ni nadie impide su cumplimiento. Las promesas de Dios tal vez no cambien instantáneamente nuestras situaciones, pero sí cambian la forma en que las enfrentamos. Confiados en sus promesas, seguimos adelante con la esperanza de que él sabe lo que está haciendo, y lo que es mejor para nosotros.

Amoroso Señor, aumenta nuestra fe para que creamos en todo lo que nos prometes. Amén.

Por CPTLN

Lectura

Marcos 10.32-34 

32 Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante, y ellos se asombraron, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer: 33 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles; 34 y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará.

sábado, 11 de marzo de 2023




 

AVISO IMPORTANTE

 A todos los que sintonizan el Canal para la programación les informamos que estamos resolviendo situación con el equipo de grabación y sonido.   Estaremos poniéndonos al día tan pronto sea posible, lamentamos el inconveniente y gracias por la comprensión.

viernes, 10 de marzo de 2023




 

Y se me muero

 (Juan 8:51-59)

De cierto, de cierto les digo que, el que obedece mi palabra, nunca verá la muerte. Juan 8:51

«Usted no se va a morir.» Pagaríamos todo lo que tenemos porque el médico nos diera una noticia así. Porque, ¿a quién le gusta morir? Si no nos gusta la muerte de los demás, ¿por qué habría de gustarnos nuestra propia muerte? Es por ello que una noticia que indique que no vamos a morirnos todavía, es siempre una buena noticia.

Jesús les hace a los judíos una afirmación que ellos nunca habían escuchado antes: «El que obedece mi palabra, nunca verá la muerte» (v 51). ¡Ésa sí que es una gran noticia! Pero, como sucede muchas veces, cuando Dios habla nosotros no lo entendemos, no estamos en sintonía con su Palabra.

Para comprender las palabras de Jesús, nos ayuda pensar en la muerte como una separación. La muerte temporal, ésa que vemos todos los días a nuestro alrededor, es una separación sin posibilidad de reencuentro. En esa muerte pensaban los judíos, mientras que Jesús pensaba en algo más profundo y de consecuencias eternas. Los que recibimos el don de la fe, y guardamos su Palabra, no estaremos nunca separados de Dios.

La muerte, temporal y eterna, es la consecuencia de nuestro pecado. De la muerte temporal no hay escapatoria: Dios se cobra nuestra desobediencia. La buena noticia de Jesús es que, gracias a su muerte y resurrección, no estaremos separados eternamente de Dios. En definitiva, la segunda muerte es infinitamente -literalmente- peor que la primera. Entonces, confiar en que la vida y obra de Jesús nos salvó de la segunda muerte, nos ayuda a enfrentar la muerte temporal.

Padre todopoderoso, tú tienes poder para matar y para dar vida. Por tu Espíritu Santo, ayúdanos a permanecer fieles a tu Palabra de vida. Amén.


Por CPTLN

Lectura

 Juan 8.51-59

51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. 52 Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte. 53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo? 54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. 55 Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra. 56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. 57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? 58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. 59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.

jueves, 9 de marzo de 2023




 

Sé humilde

 «Cuando la noticia llegó hasta el rey de Nínive, éste se levantó de su trono, se despojó de sus vestidos, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.» Jonás 3:6


El título de esta devoción es directo y simple. A mí me lo dijeron una vez en que estaba pasando por un momento de mucho éxito. El impacto que me hizo fue tan grande, que no lo he podido olvidar. Fueron palabras dichas en el momento justo; tan justo, que hicieron que mi corazón y mi mente cambiaran para bien.

Nuestra tendencia es buscar el reconocimiento, la gloria, y el poder. Tenemos un deseo natural de ser reconocidos por el mundo y declarados exitosos. La humildad no es una característica muy común en estos días.

En el texto para hoy vemos que la Palabra de Dios tiene poder para transformar lo imposible en posible. Cuando la Palabra de Dios llegó al rey de Nínive, que era el hombre más poderoso y exitoso del país, su respuesta fue totalmente anormal: se humilló a sí mismo, entregó su puesto de poder y se rebajó arrepintiéndose delante de Dios. El poder de la Palabra de Dios transformó al rey y le hizo reconocer cuál era su verdadero lugar–estar arrepentido y ser humilde delante del verdadero Rey de gloria. Dios, en su misericordia, vio los corazones arrepentidos y humildes de Nínive, y se abstuvo de castigarlos por sus vidas de pecados.

La verdad de la Palabra de Dios tiene ese mismo poder para transformar nuestras vidas. Ella nos ayuda a ver que este mundo sólo busca destruirnos, a la vez que nos lleva al arrepentimiento, así como lo hizo con el rey de Nínive. Y por causa del humillante y expiatorio sacrificio de Jesucristo, Dios se abstiene de castigar nuestras vidas manchadas por el pecado y nos ofrece nada menos que su gracia y la salvación eterna.

Padre todopoderoso, a través del poder de tu Palabra hiciste que un rey se humillara a sí mismo y reconociera su necesidad de ser salvo. Concédenos la misma humildad y arrepentimiento para que reconozcamos nuestra necesidad de salvación y busquemos tu perdón. En el nombre de Jesús. Amén.

Pastor Gene Johnson

Por CPTLN

Lectura

Jonás 3.6

 Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.

miércoles, 8 de marzo de 2023




 

Matrimonio: Propósitos bíblicos

 Echa un vistazo al tema visitando el Canal al seguir el vínculo provisto a continuación

https://www.ministeriotv.com/video/matrimonio-propsitos-bblicos-25849

El impacto de la oración

 Leer | Mateo 7.7-11


Quienes pidan, recibirán. Quienes busquen, encontrarán; y quienes toquen puertas, se les abrirá. De modo que hay que pedir, buscar y tocar.

El Señor quiere que oremos, no solo porque eso le honra, sino también porque nos ayuda a crecer más profundamente en nuestra relación con Él. Además, la oración nos permite participar de su obra en el mundo. En todo momento podemos orar por alguien en cualquier lugar del mundo, y confiar en que el Señor de todo el universo nos escuchará y responderá de la manera más efectiva.

Por esta razón, la oración es una de las mejores maneras de involucrarse en el trabajo de Dios. ¡Qué maravilloso privilegio es poder participar en la expansión del reino de Dios, pidiendo al Señor que ayude a sus hijos a influir poderosamente en su creación!

Otra razón por la que el Señor nos enseña a orar es para edificar nuestra fe en Él. Aun el hombre pecador da regalos a sus hijos. ¡Cuánto más nuestro Dios santo se goza en dar cosas buenas a quienes le pidan! (Mt 7.11). Él se complace en ayudarnos a crecer en la fe, a medida que aprendemos de su Palabra, estamos conscientes de su presencia y permitimos que sus pensamientos y caminos sean los nuestros. El Señor también se deleita en responder nuestras oraciones y en ver cómo nos volvemos más audaces en nuestro andar y testimonio.

La Palabra de Dios nos dice que Él es fiel, porque el Señor no puede negarse a sí mismo (2 Ti 2.13). Asegúrese de apartar tiempo cada día para hablar con el Señor y escucharle, y así aprender la verdad acerca de Él.

Por Min. En Contacto


Lectura

Mateo 7.7-11 

7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

martes, 7 de marzo de 2023




 

De dónde eres

 (Juan 7:40-53)


¿Acaso no dice la Escritura que el Cristo será descendiente de David, y que vendrá de la aldea de Belén, de donde era David? Juan 7:42

«No soy de aquí, ni soy de allá…», cantaba un popular juglar latinoamericano. Su canción estaba basada en el llamado de Abrahán, quien dejó su tierra y parentela y viajó años hasta radicarse en un lugar totalmente nuevo.

Ser de alguna parte significa tener un origen, pertenecer a algún lugar, proceder de algún lugar. ¿De dónde vendrá el Mesías? Algunos sabían que las Escrituras atestiguaban que «el Cristo será descendiente de David, y que vendrá de la aldea de Belén, de donde era David (v 42).

Los fariseos, a pesar de su estudio de las Escrituras y del análisis sociológico que hacían, no lograban conectar a Jesús con Belén. «¿Y éste de dónde salió?», se preguntaban respecto a Jesús, negando la evidencia histórica de que Jesús había nacido exactamente donde estaba profetizado: en Belén de Judea.

Jesús no discutió su lugar de origen terrenal, pero dejó claramente establecido que él venía de la eternidad, enviado por el Padre celestial (v 29). Jesús conoció la humildad del pesebre de Belén, pero conoció también la gloria inmaculada del cielo eterno. Por eso él es el Mesías salvador… porque conoce humildad y gloria, humillación y exaltación, crucifixión y muerte y resurrección, origen terrenal y destino eterno.

Jesús comparte su existencia con nosotros, la terrenal -su crucifixión y resurrección redentora- y la celestial, en la bienaventuranza eterna junto al Padre.

Tú, ¿de dónde saliste? Eso no tiene tanta importancia como saber a dónde irás. Gracias a la obra de Cristo puedes cantar: «No soy de aquí, soy de allá, del lugar que el Señor me preparó.»

Gracias, Jesús, porque tu origen marca mi destino. Del cielo viniste, al cielo voy. Amén.

Por CPTLN

Lectura

 Juan 7.40-53

División entre la gente

40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente este es el profeta. 41 Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? 42 ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén,(A) de donde era David, ha de venir el Cristo? 43 Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él. 44 Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano.


¡Nunca ha hablado hombre así!

45 Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y estos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? 46 Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! 47 Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados? 48 ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? 49 Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es. 50 Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche,(B) el cual era uno de ellos: 51 ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho? 52 Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.


La mujer adúltera

53 Cada uno se fue a su casa;

lunes, 6 de marzo de 2023




 

Matrimonio: Aspectos bíblicos fundamentales

 Accede al tema en el Canal siguiendo el vínculo que aparece a continuación

https://www.ministeriotv.com/video/matrimonio-aspectos-bblicos-fundamentales-25841

Ejemplo de comprensión conyugal

 La primera enseñanza del primer trimestre de la nueva serie en la Escuela Bíblica Dominical disponible para ti en el Canal visitando

https://www.ministeriotv.com/video/ejemplo-de-comprensin-conyugal-25840

Dos resurrecciones

 (Juan 5:17-30)

La hora viene, y ya llegó, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan vivirán. Juan 5:25

Comentando sobre este pasaje del Evangelio de Juan, San Agustín (siglos IV y V), escribió: «Así pues, ocurre una resurrección ahora, y los hombres pasan de muerte a vida; de la muerte de la infidelidad a la vida de la fe; de la muerte de la falsedad a la vida de verdad; de la muerte de la iniquidad a la vida de justicia. El Señor Jesús quería hacer que conociéramos una resurrección de la muerte antes de la resurrección de los muertos.»

Así, entendemos que sólo los que experimentaron la primera resurrección, creen en la segunda -y definitiva- resurrección de los muertos. ¡Es increíble: «Los muertos oirán la voz del Hijo de Dios»! (v 25). Un muerto no oye nada a menos que Dios lo despierte. Para resucitar, los muertos dependen totalmente de la voz de Dios.

Esta palabras de Jesús nos traen gran alivio, porque reconocemos nuestra total incapacidad para darnos vida a nosotros mismos. La voz de Dios, que creó el mundo donde vivimos y que le dio vida a las plantas y a los animales, es la misma voz que nos dio vida cuando nos dijo que nuestros pecados estaban perdonados a causa de Cristo. Y esa misma voz nos dará vida nueva y definitiva en la nueva creación.

Escuchar la voz de Dios cada domingo y leer su mensaje cada día nos reafirma en esta verdad para mantenernos en la esperanza de la vida eterna.

¿Hay alguien a tu lado que no ha escuchado todavía la voz de Dios? Dios te ha hablado palabras de amor y de esperanza. Compártelas.

Amoroso Señor, abre nuestros oídos para escuchar tus palabras de vida eterna, y nuestros labios para compartirlas. Amén.


Por CPTLN


Lectura

 Juan 5:17-30

17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. 18 Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no solo quebrantaba el día de reposo,[a] sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. 20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. 21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. 22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.(A)

30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.


viernes, 3 de marzo de 2023

 




Tres actitudes

 (Lucas 15:11-32)


Curesma 2015’Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y no soy digno ya de ser llamado tu hijo… Su padre lo vio y tuvo compasión de él. Corrió entonces, se echó sobre su cuello, y lo besó… Cuando el hermano mayor escuchó esto, se enojó tanto que no quería entrar. Lucas 15:18b-19a, 20b, 28a


¿A quién crees que puedes representar en la parábola? ¿Al hijo menor, insolente y despilfarrador, que vive todo tipo de inmoralidades, gastando lo que recibió del trabajo de su padre? ¿Representas a ese mismo hijo, sumido en la desesperación, sin nada más que los recuerdos de los buenos tiempos en su casa paterna? ¿Eres ese hijo menor que se vuelve arrepentido a pedir misericordia?


¿O eres tal vez como el hijo mayor, trabajador, honrado, alguien con quien el padre siempre puede contar? ¿Tienes, como el hijo mayor, los celos que te impiden aceptar a tu hermano arrepentido? Me imagino que estos dos hijos no son ejemplos exhaustivos, pero tal vez a veces eres tan extremista como ellos. Tal vez, a veces, te encuentres en el medio. O tal vez, a veces, seas los dos al mismo tiempo. Sin embargo, con el ejemplo de estos dos hijos, Jesús cubre todas nuestras actitudes.


Pero hay algo más, y más importante aún: la actitud del padre. Si queremos personificar la gracia de Dios, aquí la tenemos en el padre que no discutió cuando el hijo menor, sin ningún derecho legítimo, le pidió su parte de la herencia. Aquí tenemos un padre lleno de gracia que estaba esperando con ansias al hijo perdido para abrazarlo sin reproches y hacer una fiesta. Aquí tenemos, en el Padre, la gracia personificada que rogó al hijo mayor que entrara a compartir la alegría del regreso del hijo perdido.


Nuestras actitudes cambian: van del hijo menor al hijo mayor quizás en un mismo día. Pero la actitud de gracia del padre no cambia nunca. Él nos espera, nos abraza, nos prepara una fiesta, y nos invita a que entremos al banquete.


Por CPTLN

Lectura

Lucas 15.11-32

 11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. 13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.


25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; 26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. 31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.


jueves, 2 de marzo de 2023




 

Introducción

 Les comparto el enlace hacia la introduccion general del primer trimestre El propósito divino para la familia que se ofrecerá en la Escuela Bíblica Dominical comenzando la nueva serie de enseñanzas el próximo día domingo, 5 de marzo del presente año 2023. Comparte con otros el enlace y te esperamos, visita

https://www.ministeriotv.com/video/intro-gen-primer-trimestre-dominical-25830


Las apariencias engañan

 (Mateo 17:1-9)


Curesma 2015Seis días después Jesús se llevó aparte a Pedro, a Jacobo y a su hermano Juan. Los llevó a un monte alto, y allí se transfiguró delante de ellos. Mateo 17:1


¡Qué experiencia la de Pedro, Jacobo, y Juan, y qué susto! ¡Hasta los muertos se les aparecieron! ¿Qué habrán aprendido los discípulos de esta experiencia? ¿Qué aprendemos nosotros? Me atrevo a decir que andar con Jesús tiene sus sorpresas. Nunca sabremos lo que nos puede pasar, pero con Jesús como compañero nunca seremos defraudados.


La apariencia de Jesús cambió, pero sólo su apariencia, porque él sigue siendo el mismo. En el caso de Dios, las apariencias no engañan, sólo muestran un poco más de su gloria.


De esta historia aprendemos también que los muertos están vivos. Hay vida después de la muerte, y Moisés y Elías son una prueba contundente. Aprendemos que Dios baja hasta nosotros, para indicarnos a quién debemos escuchar. Aprendemos que Jesús nos toca, nos habla y nos quita el miedo.


¿Qué cosas tendrá para decirnos Jesús? Lo mismo de siempre, que él es el Hijo del Dios todopoderoso, justo y celoso, que odia el pecado y que castiga lo malo. No importa lo que nuestra sociedad actual, sumida en el libertinaje y el escepticismo pretenda inculcarnos. Dios no cambia, y su mensaje tampoco.


Jesús tiene palabras de aliento, de perdón, de consuelo, y de esperanza. Jesús nos anima a que confiemos sólo en él, para esta vida y para la eternidad. Ante el terror, los miedos, las nubes de todo tipo que nos cubren, levantemos la vista y veamos sólo a Jesús (v 8).


Querido Jesús, gracias por cambiar tu apariencia para mostrarnos la verdad. Amén.


Por CPTLN

Lectura

  Mateo 17.1-9

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2 y se transfiguró delante de ellos,(A) y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. 4 Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia;(B) a él oíd. 6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor. 7 Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. 8 Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo. 9 Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.

miércoles, 1 de marzo de 2023




 

Tema de marzo

 Ya está disponible el Tema de Marzo en el canal para unirnos en clamor, pasa la voz y comparte el enlace con todos los detalles aquí

https://www.ministeriotv.com/video/tema-de-marzo-25828


Evento de Marzo

 Escucha los tópicos para el Evento de este mes de marzo que son para incluír en los devocionales personales o en grupos. Sigue el vínculo

https://www.ministeriotv.com/video/evento-de-marzo-25823


La oración en la vida del creyente

 Leer | Isaías 57.15


Las dos disciplinas más importantes en la vida de un creyente son el estudio de la Biblia y la oración. Es imposible crecer continuamente en Cristo sin la práctica de ambas.


La oración es el medio principal para hablar con Dios, y también una de las maneras que tiene para enseñarnos. Cuando oramos, estamos pidiendo al Señor y confiando en su respuesta. De este modo, aprendemos a escucharle y a esperar su contestación. A Él le encanta que le honremos por medio del acto espiritual de adoración llamado oración.


En verdad, la oración es una de las mejores maneras de honrar a Dios. Cuando oramos a nuestro Padre celestial, estamos reconociendo que Él es Dios, que es verdaderamente “el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es Santo” (Is 57.15). Solamente Dios merece gloria, y que le honremos al orar sin cesar (cf. 1 Ts 5.17). Es decir, debemos mantener una actitud centrada en Dios a lo largo del día, pidiéndole continuamente que gobierne cada detalle de nuestra vida.


El pasaje de hoy dice que nuestro Padre celestial habita en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu. Esto significa que nuestra motivación y la condición de nuestro corazón son muy importantes en la oración. Simplemente recibir “lo que queremos” no es el espíritu de oración que honra a Dios. Además, no genera oraciones que Él responderá.


El Padre celestial anhela tener una relación estrecha con sus hijos. El tiempo dedicado a la comunicación con Dios es la mejor manera de crecer en intimidad con Él.


Por Min. En Contacto

Lectura

 Isaías 57:15

15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.