lunes, 28 de junio de 2021





 

El anuncio del fin y los dos testigos

 Tema ofrecido en la Escuela Bíblica Dominical y puedes escuchar aquí

https://www.ministeriotv.com/video/el-anuncio-del-fin-y-los-dos-testigos-22808


Bienaventurado y santo

 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

Apocalipsis 20.6


Fe en Cristo

 Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. 

Gálatas 3:26

La mayoría de los seres humanos tenemos miedo de muchas cosas, principalmente de la muerte. Sin embargo, para poder enfrentar e incluso superar tales miedos, hay una respuesta: “tener fe en Jesucristo”. Sólo a través de la fe en Jesús podemos tener la seguridad de que somos perdonados de todas las cosas que nos apartan de Dios, y recibimos la promesa de la vida eterna en el cielo junto a él.

Por eso, pídele a Dios que fortalezca tu fe en Jesucristo, llenando tu corazón con la certeza de que estarás a su lado eternamente. Muchas son las cosas que quieren alejarte de la fe, por lo que es necesario que cada día le pidas a Dios que guíe tus pasos por el camino verdadero.

Por CPTLN

Promesa

 


Evento

 


Misiones

 


viernes, 25 de junio de 2021






 

Viva, eficaz y cortante

 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Hebreos 4.12


El discernimiento espiritual

Leer | Salmo 119.97-99

El discernimiento espiritual es la capacidad de ver desde la perspectiva del Señor. El Espíritu Santo de Dios trabaja en nuestras vidas para que seamos capaces de ver más allá de lo evidente y podamos ver la diferencia entre…

• El error y la verdad.
• Lo bueno y lo mejor.
• La voluntad de Dios y la del hombre.

Puesto que nuestro Padre celestial quiere que conozcamos estas diferencias, nos dio al Espíritu Santo para instruirnos y guiarnos. El Espíritu de Dios discierne perfectamente porque conoce todo lo que el Padre y el Hijo conocen (Jn 16.13).

Muchas veces tenemos luchas en nuestro andar espiritual. Por ejemplo, en nuestra vida de oración no estamos seguros de por cuáles cosas orar; en nuestra toma de decisiones, nos preguntamos si una elección determinada es la voluntad de Dios; y en nuestras relaciones, nos preguntamos cómo ser un buen testimonio para Cristo.

Pero a medida que maduremos en el conocimiento y la sabiduría del Señor, seremos capaces de orar con confianza para descubrir la voluntad de Dios y para compartir nuestra fe. La responsabilidad del Espíritu Santo es ayudarnos. Él nos guiará a toda la verdad. Nosotros solo debemos cooperar con el Espíritu y aprender de Él (Jn 14.25-27; 16:5-15), estudiar la Palabra de Dios (He 4.12, 13) y poner en práctica lo que nos está mostrado.

Así como se necesita tiempo y perseverancia para desarrollar músculos fuertes, adquirir discernimiento requiere perseverancia y sometimiento a la enseñanza del Espíritu.

Por: Min. En Contacto 

Lectura sobre la reflexión de hoy

 Salmos 119.97-99

97 !!Oh, cuánto amo yo tu ley!
    Todo el día es ella mi meditación.

98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,
Porque siempre están conmigo.

99 Más que todos mis enseñadores he entendido,
Porque tus testimonios son mi meditación.


Misiones

 


jueves, 24 de junio de 2021

Persistiremos en . . .

 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.

Hechos 6.4

La pasión por obedecer a Dios

 Leer | Lucas 11.37-52

La escuela de la obediencia tiene muchos cursos y muchos exámenes. A medida que avanzamos en sus lecciones, solemos ir de la obediencia temerosa o fingida, a una sujeción más genuina.

El pueblo de Dios recibió una gran lección de obediencia en el desierto de Sinaí, la cual estuvo manchada por rebelión constante. Siglos más tarde, sin embargo, se les dio una nueva lección, cuando Cristo habitó entre nosotros, la gente comenzó a entender que era posible llegar a ser obedientes desde lo más profundo de sus corazones (Jn 1.14; Ro 6.17).

Jesús habló mucho sobre este tema, y sus palabras eran poderosas porque venían de una vida impecable y totalmente obediente. Su testimonio era que había descendido del cielo para hacer la voluntad del Padre (Jn 6.38).

Por conocer perfectamente bien la hermosura de la vida de obediencia, Jesús nos manda a ser como Él: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt 7.21).

El Señor tuvo también palabras duras para los maestros de la Ley que se negaban a obedecerla. Los acusó de atar pesadas cargas sobre las espaldas de los hombres y de no ayudarlos a llevarlas. En otras palabras, enseñaban lo que debía hacerse, pero no estaban dispuestos a hacerlo ellos mismos. Jesús identificó después a la obediencia como “la llave de la ciencia [o del entendimiento]” (Lc 11.52).

Si obedecemos, las puertas de entendimiento se abrirán delante de nosotros, y seremos capaces de ver la verdad de Dios como nunca antes.

Por: Min. En Contacto

Lectura sobre la reflexión

 Lucas 11.37-52

37 Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa.

38 El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.

39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.

40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?

41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.

42 Mas !!ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.

43 !!Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.

44 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.

45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.

46 Y él dijo: !!Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.

47 !!Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres!

48 De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.

49 Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán,

50 para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo,

51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta generación.

52 !!Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.

Misiones

 


miércoles, 23 de junio de 2021







 

Lo más importante

 Leer | Lucas 11.1-4

Muchos de nosotros hemos rediseñado el tiempo de oración para “ajustarlo” al afán de nuestras vidas y para tener más comodidad, olvidando que lo más importante de la oración es nuestra relación con Dios.

La oración debe ser un tiempo de separación del mundo para estar con el Señor. Esto tiene lugar cuando entregamos planes, prioridades y nuestra propia vida al gozo de acercarnos a nuestro Padre celestial. Es una ocasión para experimentar el amor de Dios, y para expresarle el nuestro a Él; para recordar que la vida está centrada en el Señor Jesús, y que nuestra prioridad es obedecerle. Es donde nuestras almas se nutren, y recibimos fuerzas para continuar.

Para nosotros, como hijos del Rey, la oración es el medio para comunicarnos con Él. Es, también, una de las maneras fundamentales para recibir sus respuestas. Pero aun más importante, es un tiempo para deleitarnos en la presencia de Dios nuestro Padre celestial, y de Jesús nuestro Salvador; y para ser guiados por el Espíritu Santo en la conversación celestial.

El valor de la oración se ve en la vida de Jesús. Él se apartaba con frecuencia de las multitudes e incluso de sus propios discípulos con el fin de pasar tiempo considerable con su Padre. ¿Qué valor le da usted a la oración? ¿A quién o qué busca por medio de sus oraciones? ¿Con qué frecuencia entra en el trono celestial simplemente para pasar tiempo con Dios? Dedíquese a buscar con ahínco una vida de oración como la de Jesús, teniendo a Dios mismo como centro de atención y prioridad absoluta.

Por: Min. En Contacto


Lectura sobre la reflexión de hoy

 Lucas 11.1-4

 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.


Oremos

 En un mismo espíritu dedicados a la oración



Recordatorio

 Día de ayuno



martes, 22 de junio de 2021



 

Una esperanza segura

 Leer | Salmo 42

El Señor quiere que tengamos deseos y expectativas que nos motiven y enriquezcan. Pero en este mundo caído, la desilusión por algunos sueños frustrados es inevitable. ¿Cómo podemos saber adónde poner nuestra esperanza, y cómo responder en caso de que no se haga realidad?

La esperanza es segura cuando está alineada con los deseos de Dios que se encuentran en la Biblia. Sin embargo, nuestras expectativas se basan, por lo general, en deseos, sentimientos y preferencias personales; anhelamos ser promovidos en el trabajo, tener buena salud o encontrar soluciones rápidas a los problemas. Estos deseos pueden ser buenos, pero no tenemos ninguna garantía de que sean parte de la voluntad de Dios para con nosotros.

Podemos llegar a desilusionarnos cada vez que nuestras expectativas no coinciden con el plan de Dios. Aun cuando la esperanza esté basada en una promesa bíblica, es posible que el Señor no la cumpla de la manera o en el momento que queramos. Aunque parezca que Dios no está haciendo nada, Él está preparándonos para el futuro.

La clave para tener contentamiento y gozo radica en poner todos nuestros sueños bajo nuestra esperanza absoluta en el Señor. No olvide que Dios es soberano y misericordioso; y quiere siempre lo mejor para nosotros.

Algunas veces, Dios tiene que frustrar nuestras esperanzas para darnos lo que Él sabe que es mejor. Pídale que aclare y oriente sus deseos para que coincidan con su voluntad. Luego, descanse en su bondad y mantenga su esperanza en Él.

Por: Min. En Contacto

Lectura sobre la reflexión

 Salmos  42

1                            Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

    Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.

¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.

Dios mío, mi alma está abatida en mí;
Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,
Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

Pero de día mandará Jehová su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.

Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

10 

Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

11 

¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.

Misiones

 


Conforme y confirme

 2 Tesalonicenses 2:16-17

16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,

17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

Misiones

 


viernes, 18 de junio de 2021





 

Debemos orar

 El libro de Jueces describe un momento en que Israel, el pueblo de Dios, que fue llamado a ser un testimonio sobrenatural en la tierra, comenzó a comportarse engañosamente en Su presencia. No quisieron andar honestamente con Dios y eran triviales en su adoración a Él, si es que no abandonaban por completo la adoración a Dios.

Comportarse engañosamente con Dios siempre resultará en falta de poder, lo que finalmente da paso a los enemigos de esa sociedad. Por enemigos, me refiero a aquellos que los no conocen a Dios, que no tienen ningún deseo de conocerlo, y que no quieren que nadie más esté en relación con Él. Tú y yo vivimos en un tiempo muy similar a aquel período de tiempo en el Antiguo Testamento.

Fue durante la temporada de cosecha que los enemigos de Israel, en este caso a los madianitas, vinieron a devorar todo lo que estaba siendo recogido por el pueblo de Dios (Ver Jueces 6: 2-3). Tenían la intención de llevar a los israelitas a un lugar empobrecido a fin de que sean incapaces de cumplir con su propósito dado por Dios en la tierra. Sabiendo que eran totalmente superados en número por el enemigo, que de hecho las Escrituras describen como tan numerosos que cubrían la tierra como la arena, los hijos de Israel empezaron a clamar al Señor, tal como está empezando a suceder en nuestros días.

Dios escucha el clamor de la madre soltera cuyos hijos están en las calles; el clamor del padre que no sabe cómo va a mantener a su familia. Él oye el clamor de los que leen las noticias y ven los horrendos crímenes que se están convirtiendo en un hecho cotidiano en esta generación.

Por: Carter Conlon

Enviado por el Hno. Mario Caballero


Ante todo

    Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;

1 Timoteo 2.1



Un corazón perfecto

 “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él” (2 Cron. 16:9).

        Estamos de nuevo en la historia de Asa. Este rey había confiado en el Señor en días anteriores cuando le vino una prueba muy fuerte, pero luego, cuando le vino una no tan importante, falló. Buscó una solución humana en lugar de confiar en el Señor.  Nuestra fidelidad en el pasado no es ninguna garantía de que vayamos a continuar siendo fieles. El profeta tuvo que reprender a Asa: “En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos. Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos” (v. 7, 8). Si hubiese puesto su confianza en Dios, Dios le habría salvado como la vez anterior, pero no lo hizo.

¡A Asa no le gustó la intervención del vidente! “Entonces se enojó Asa contra el vidente y lo echó en la cárcel, porque se encolerizó grandemente a causa de esto. Y oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo”. ¿Cómo reaccionas tú cuando te corrigen? Él se enfadó. No solamente se molestó con el profeta, echándole en la cárcel, proyectó su enfado contra otros y los trató mal también. ¡Qué comportamiento más indigno para un creyente! ¡Pero sorprendentemente el veredicto de Dios sobre su vida es que su corazón fue perfecto para con Dios!: “Con todo, el corazón de Asa fue perfecto para con Jehová toda su vida” (1 Reyes 15:14). Esto nos lleva a hacer una pregunta. ¿Qué entiende Dios por “un corazón perfecto”? Evidentemente no es lo que nosotros pensamos, porque la Biblia dice que David tuvo un corazón perfecto y tuvo sus fallos. Dios mira las intenciones del corazón, lo más profundo, nuestras motivaciones, la calidad de nuestro amor para Él, no tan solo el comportamiento externo.


Un corazón perfecto:
Noé tuvo un corazón perfecto: “Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé” (Gen. 6:9). Job también: “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). “Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme” (Mat. 19:21). “A quien (a Cristo) anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (Col. 1:28). “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:16, 17).
De estos ejemplos vemos que la perfección no consiste en nunca haber hecho nada malo, sino que es un estado general del corazón delante de Dios. Lejos de ser una imposibilidad, es accesible para cada creyente. Es una meta alcanzable, y lo podemos tener ahora mismo. ¡El texto del encabezamiento es para ti!

Enviado por el Hno. Mario Caballero


Misiones

 


martes, 15 de junio de 2021





 

Si nos provocan a hacer el mal

  “No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición” (1 Ped. 3:9).

¿Qué nos motivaría a no devolver mal por mal? El temor a Dios. Pedro dice (omitiendo algunas palabras para hacer el sentido más claro): “No devolviendo mal por mal, porque el que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal, apártese del mal, y haga el bien, porque el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal” (1 Ped. 3:9-12). Su argumento es que si nosotros hacemos el mal, aun si es porque otros nos han provocado a hacerlo, ¡el rostro del Señor estará en contra nuestra! Por eso, Pedro cita este salmo, para que no nos venguemos. Está hablando a creyentes que están siendo criticados y calumniados (v. 16). En medio de este sufrimiento, si devolvemos mal por mal, si nuestras lenguas hablan el mal o si hacemos el mal, la vida nos irá mal, no veremos días buenos y tendremos al Señor obrando en nuestra contra, porque Dios es justo y no tolera el mal, ¡aunque lo haga yo! Aunque me estén fastidiando, ¡que no peque! Nunca es justificado devolver mal por mal. Si lo hacemos, somos culpables, igual que el otro, y pagaremos las consecuencias.

        “Los ojos del Señor están sobre los justos”, en este contexto, se refiere a los que siguen siendo justos a pesar de tener fuerte tentación a hacer el mal. El justo hace justicia aun cuando otros le provocan a ira, le agotan la paciencia y le sacan de quicio.

        Aquí hay una promesa preciosa de gran consuelo: “Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones” (v. 12). El Señor tiene sus ojos puestos en nosotros. Está pendiente. Sabe lo que nos pasa. Es muy consciente cuando alguien nos está provocando, y cuando ve nuestra reacción justa, se complace en nosotros. Entonces sus oídos están atentos a nuestras oraciones.

La promesa es que Dios oye nuestras oraciones. Estamos viviendo una situación difícil. Algunos nos están provocando continuamente. Si respondemos correctamente y no pecamos con nuestra boca o con nuestras acciones, Dios oye nuestras oraciones. Podemos pensar que no, porque la situación no cambia, pero no importa lo que pensamos, la Palabra de Dios dice que sí, que Dios ha oído todas nuestras oraciones. Dios ha visto todo, nos ha escuchado, y está contestando según su infinita sabiduría, y esto lo sabemos porque su Palabra lo dice, y en esta confiamos.

        Y si no estamos en ninguna situación de tentación de decir o de hacer lo malo, todavía la promesa es cierta: Dios nos está viendo. Tiene sus ojos encima nuestra y su oído está abierto a nuestro clamor (Sal. 34:15). Así que, cuando hacemos el bien, tenemos una buena vida, vemos días buenos, y Dios oye y contesta nuestras oraciones. ¡Vamos a agarrarnos a esta promesa!  

Enviado por el Hno. Mario Caballero

Bendiciendo

  no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

1 Pedro 3.9

Misiones

 


lunes, 14 de junio de 2021






 

El inicio de la Gran Tribulación

 Ya está disponible en el Canal el tema ofrecido en la Escuela Bíblica Dominical, ir al enlace provisto para escuchar

https://www.ministeriotv.com/video/el-inicio-de-la-gran-tribulacin--22723

Todo ojo le verá

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.

Apocalipsis 1.7



Patrimonio legítimo de la humanidad

Escucha este interesante tema visita el siguiente enlace

https://www.ministeriotv.com/video/patrimonio-legtimo-de-la-humanidad-22722

Simeón

 “Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación” (Lu.2:25-30).

Simeón es un ejemplo de la obra del Espíritu Santo en una persona. Primeramente vemos que el Espíritu Santo nos hace santos; él es Espíritu de santidad. De Simeón se nos dice que era “justo y piadoso”; o sea, en cuanto a su persona, era justo y bueno, vivía una vida recta, conforme a la voluntad de Dios; y su vida espiritual está resumida en la palabra “piadosa”: no sólo era buena persona, sino que también amaba a Dios y estaba entregado a Él. “Esperaba la Consolación de Israel”, es decir, al Mesías. Simeón vivía esperando la venida del Mesías de la misma forma que los creyentes de hoy vivimos esperando su segunda venida. Esta ilusión llenaba su vida. Y había recibido la promesa de parte de Dios de que no moriría antes de ver “al Ungido del Señor”. ¡Qué ilusión más grande para mantenerle viviendo en justicia y santidad día tras día, esperando la Consolación de Israel, al Consolador, a Jesús!

El Espíritu Santo no sólo le ayudaba a vivir una vida santa, sino que le revelaba cosas y le dirigía. “Movido por el Espíritu, vino al templo”. La obra del Espíritu es así. Nos conduce a Jesús. Le llevó al templo justo a la hora cuando José y María estaban presentando a su Hijo al Señor. El Espíritu Santo no habla de sí mismo, no llama la atención a sí mismo; su tema unilateral es Jesús. Y el Espíritu le reveló que aquel niño era el Salvador. El Espíritu nos conduce a donde podemos encontrar a Jesús y nos revela quién es.

Después nos da amor para la persona de nuestro Salvador. “Le tomó en brazos”. Abrazar a Jesús es recibir la salvación de Dios con amor. Esto es lo mismo que hemos hecho todos los creyentes desde entonces, hemos abrazado a Cristo como nuestro Salvador y le amamos. Y finalmente, el Espíritu le puso en los labios palabras de alabanza a Dios: “Y bendijo a Dios”. Aquí tenemos la Trinidad: el Espíritu Santo que conduce al Hijo, y el Padre que recibe la alabanza. Y aquí tenemos al creyente: gozoso en la salvación de Dios.

Así es el creyente: justo y piadoso, esperando el retorno de Cristo, recibiendo revelaciones del Espíritu para su vida personal, dirigido por el Espíritu, en el templo, abrazando a Cristo como Salvador, bendiciendo a Dios y viendo el cumplimiento de las promesas de Dios en su vida. Y al final de la misma, con Simeón decimos: “Padre, despide a tu sierva en paz, porque has cumplido en mi vida todo lo que me prometiste”.

Enviado por el Hno. Mario Caballero


Promesa

 


Evento de Junio

 


viernes, 11 de junio de 2021






 

Cómo aprender a perdonar

 Leer | MATEO 6.9-15

¿Le resulta difícil perdonar a quienes le han herido? Si es así, puede que las siguientes cuatro pautas le sean de mucha ayuda:

  1. Reconozca y confiese delante de Dios que tiene un espíritu rencoroso. Aunque no siempre resulte fácil perdonar, a veces, somos el blanco de ofensas extremadamente dañinas. Sin embargo, no somos responsables por la conducta de otras personas, sino solo de la nuestra. Dios nos ha ordenado que seamos comprensivos y perdonadores. Si guardamos rencor, ese es nuestro problema, no de la otra persona; debemos arrepentirnos de este pecado y pedirle a Dios que nos ayude a superar nuestra falta de perdón.
  2. Deje de estar pensando en la otra persona. Tome la decisión consciente, de dejar de pensar en el ofensor. Si se encuentra reviviendo constantemente los detalles de la conducta de la otra persona que le produjo la molestia, oblíguese a no hacerlo más.
  3. Perdone al ofensor, y olvide el agravio. Mantener detalles frescos en la mente, le atrapa en un ciclo de dolor que solamente le afecta a usted. Decida más bien separar a la persona del recuerdo doloroso.
  4. Perdone con carácter definitivo. El perdón genuino es completo. Esto significa que usted no puede “perdonar” a alguien, y después seguir hablando del tema. Perdone a esa persona, y después siga adelante.

Si usted se ha mantenido empecinado en la amargura, pida a Dios las fuerzas para perdonar. Y hágalo después, sin demora.

Por: Min. En Contacto


Lectura sobre la reflexión

 Mateo 6.9-15

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;

15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Misiones

 


jueves, 10 de junio de 2021




 

Principal mandamiento

 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Marcos 12.30


El sentimiento de la insatisfacción

 Leer | ISAÍAS 55.1, 2

¿Alguna vez se ha parado frente al refrigerador, tratando de encontrar algo para satisfacer una vaga sensación de vacío? No está buscando nada específico, pero sabe que necesita algo. Probablemente, nada de lo que haga servirá, porque el espacio vacío no está en su estómago sino en su alma.

Ya sea que busque comida, prestigio, posesiones o compañía, nuestras almas están tratando de encontrar satisfacción continuamente. Pero nada en este mundo va a llenar ese vacío, ya que fuimos creados para relacionarnos con Dios, Él puso en lo más profundo de nosotros el anhelo de buscarlo. Aunque es posible que no identifiquemos ese vacío como tal, todos conocemos el sentimiento de insatisfacción que a veces se filtra en nuestras almas. Cada vez que buscamos satisfacción en cosas del mundo, terminamos con desengaño y desilusión.

Hay dos posibles menús de donde podemos elegir para llenar nuestro vacío. El menú de Satanás es grande y lleno de cosas atractivas que parecen prometer satisfacción y placer: dinero, amistades, notoriedad, aceptación o reconocimiento. Todo lo que Satanás ofrece parece la clase de vida que traerá satisfacción, pero es un engaño. En cambio, el menú de Dios es bastante pequeño. De hecho, solo tiene un “plato”: Jesús. Él es el único capaz de llenar el vacío.

¿Ha encontrado usted la satisfacción que busca, o tiene una vaga sensación de descontento en su alma? Haga del Señor Jesús su máxima prioridad, y dedique tiempo para pasarlo tranquilo y enfocado en Él. El Señor le va a satisfacer como nada más puede hacerlo.

Por: Min. En Contacto

Lectura para la reflexión

 Isaías 55:1-2

A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.