jueves, 30 de marzo de 2023

La promesa del Señor

«Por la fe, Sara misma recibió fuerzas para concebir, aunque era estéril, y dio a luz, aun cuando por su edad se le había pasado el tiempo, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.» Hebreos 11:11

Abraham y Sara eran ancianos y, a pesar de tener muchas cosas, no tenían hijos. Pero Dios les había prometido que iban a tener descendientes (Génesis 18:10) y, como nos dice el texto para hoy, Sara creyó esa promesa de Dios.

En la vida tenemos que enfrentar muchos problemas y dificultades. Sufrimos enfermedades, la muerte de seres queridos, pérdida del trabajo, destrucción y pérdidas inmensas por desastres naturales. En fin, menos la muerte, nada es seguro.

Pero también tenemos una promesa de Dios. En el bautismo se nos prometió una nueva identidad en Cristo Jesús, una nueva vida eterna con Dios nuestro Padre–una vida en su presencia para siempre–una vida sin sufrimiento, sin enfermedades, sin muerte, sin maldad. Esta promesa fue hecha en la cruz de Jesucristo, donde Jesús dio su vida para liberarnos del pecado que nos condenaba. Jesús se dio a sí mismo para hacernos suyos, y en el bautismo confirmó su promesa con cada uno de nosotros.

Desde ese momento somos suyos. Él nos cuida: no estamos solos. Así como él no abandonó a Sara, sino que fue fiel en cumplir su promesa y le dio un hijo a ella y Abraham, así también va a ser fiel con nosotros dándonos todo lo que nos ha prometido.

Todopoderoso Dios, desde el principio de tu creación has cumplido cada una de tus promesas. Te damos gracias por tu fidelidad y te pedimos que nos ayudes a confiar cada vez más en ti. En el nombre de tu hijo Jesucristo. Amén.

Pastor Jason Krause

Por CPTLN