martes, 29 de abril de 2014

Gloria en lo alto


Gloria en lo alto
Unamos nuestras voces a este hermoso himno
enalteciendo a nuestro Rey
exaltando a Cristo, Hijo de Dios


lunes, 28 de abril de 2014

Despierta


Despierta

“En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza” (Salmo 17:15).

Imagine que corre  para estar al lado de un buen amigo cuya hija acaba de morir. En el lugar hay otros que también ofrecen su apoyo. La familia lo lleva junto a la cama y usted está de pie, con semblante triste, mirando el cuerpo inerte y sin vida. Entonces usted expresa su sentimiento de dolor y todos em­piezan a llorara gritos.

En ese momento, un joven entra en la habitación seguido de sus amigos y, con voz de mando, dice: “Háganse a un lado. La niña no está muerta, tan solo duerme”.
Yo no sé cuál sería su reacción, pero sí le puedo decir qué hizo la gente de Capernaúm. En Mateo 9:24 leemos: “Se burlaron de él”. Es decir, se mofaron de Jesús. ¿Se lo imagina?
Jesús era el único que podía ayudar y… se burlaron de él.  La multitud salió de la habitación. Jesús entró y tomó a la niña de la mano, como si fuera a despertarla y ayudarla a levantarse. Y la niña se sentó; no des­pués de una larga y complicada oración, sino tras un simple toque. De la misma manera, las almas muertas no resucitarán a la vida espiritual a menos que Cris­to las tome de la mano.

La noticia de este milagro se extendió rápidamente y, pronto, todos habla­ban de él. La gente hablaba más de los milagros de Cristo que de su doctrina. Es más agradable hablar de lo sobrenatural que de las ideas y los principios. El misticismo atrae nuestra atención con más fuerza que la espiritualidad. Prefe­rimos escuchar: “Levántate de los muertos”, en lugar de “Arrepiéntete de tus pecados y conviértete”.

Al principio de su ministerio, Jesús escogió vivir en Capernaúm. Los lu­gareños debieron conocerlo bien y él intentó una y otra vez acercarse a ellos mediante la predicación y los milagros. Pero ellos no quisieron recibirlos, ni a él ni su predicación. Más adelante,
entristecido, Jesús declaró: “Y tú, Caper­naúm, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida, porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, ha­bría permanecido hasta el día de hoy” (Mat. 11:23).
¡Qué bendición perdió la ciudad!

Por Cele

Alabando



El pueblo del Señor debemos permanecer alabando en todo tiempo, sabemos que en momentos difíciles no es tan fácil lograrlo, así que tenemos que acudir hablar y ordenarle a nuestra alma que alabe a Dios. Cuando hemos alcanzado el ser obedientes y disciplinados cuando llegan las situaciones adversas la alabanza saldrá espontáneamente, sobre todo cuando sabemos que Dios se mueve en medio de la alabanza.  Así que sigamos alabando . . .

Lectura sugerida Salmos 150
"Alabad a Dios en su santuario; alabadle en la magnificencia de su firmamento. Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza. Alabadle a son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe a Jah. Aleluya.

viernes, 25 de abril de 2014

Encuentro con el Padre

Encuentro con el Padre

Recuerdo que mis maestros de escuela dominical constantemente insistían en la necesidad del “devocional diario”. En ese entonces el alumno utilizaba un manual en donde figuraban versículos para leer cada día de la semana y alguna pregunta que debíamos contestar evidenciando nuestra lectura. Todos los domingos me prometía a mí misma que esa semana haría cada día mi tarea pero al llegar la próxima clase, fastidiosamente comprobaba los espacios en blanco. Rápidamente leía los versículos y contestaba las preguntas. ¡Qué alivio… la tarea estaba cumplida! Pero, íntimamente, sabía que el propósito de ésta era otro, no simplemente llenar un espacio en blanco.
Fui creciendo y aumentaron las responsabilidades, los problemas y las distracciones. Continuaba escuchando en la iglesia sobre la importancia del “devocional diario”. Entonces comenzó mi lucha. Por un lado intuia que mis maestros tenían razón: era importante apartar un momento del día para la lectura y la oración. Por otro lado, ¡qué difícil ser constante y hacerlo todos los días! Había épocas en que lo llevaba a cabo con éxito, pero también estaban esos períodos en que la lectura se tornaba tediosa e insípida hasta que finalmente era abandonada.
Pasaron los años y el hábito del tan cuestionado devocional se fue desarrollando en mí. ¡Por fin lo había logrado! Pero llegó un momento en que me di cuenta que este devocional no me satisfacía plenamente y sospechaba que debía existir “algo” más. A mi alrededor veía algunos cristianos que estaban rebosantes de vida, de salud espiritual y yo, en cambio, sentía estancamiento, monotonía. Le pedí ayuda al Señor en este aspecto y continué con mi hábito.
Al poco tiempo, por el susurro del Espíritu, llegué a darme cuenta por qué mi devocional me dejaba insatisfecha. La lectura mecánica de la Palabra y una rápida oración no alcanzaban a nutrirme para llevar a cabo mis crecientes responsabilidades y contestar los numerosos interrogantes que la vida me presentaba. Fue entonces que comprendí que lo que yo necesitaba (y lo que Dios deseaba) era un encuentro, un encuentro con mi Creador, con mi Padre, con mi Salvador, con mi Señor, con mi Amigo, con mi Consejero, con mi Consolador, con mi Dios.
Adquirí conciencia de que cada día Dios me estaba esperando para tener una cita conmigo, para hablarme, para escucharme, para darme su amor. ¡Qué diferente fue todo! La lectura mecánica y a veces tediosa dio lugar a un “escuchar” a Dios. Él quería hablarme, enseñarme, alimentarme a través de su Palabra. La Biblia comenzó a ser como una mesa llena de suculentos manjares que satisfacían mis inquietudes y mis necesidades. La oración rápida y pedigüeña dio lugar a un “abrir” mi corazón ante el Padre, entregarle mis preocupaciones, mis preguntas, mis temores. Y así, el devocional, dejó de ser un hábito para transformarse en una necesidad, necesidad que si no se satisface deja una sensación de vacío e incertidumbre. Comprendí que en medio de las crisis que se precipitan sobre nuestrasvidas al ser arrastrados por la vertiginosa carrera de cada día, el momento que apartamos para estar quietos junto a Dios, en una actitud de apertura y entrega, es una fuente de vida, de salud, de nuevas fuerzas, de paz, de perdón, de humildad, de gozo, de esperanza.
Aún continúo rodeada de distracciones, de problemas, de responsabilidades que parecen aumentar cada día y aún continúo en la lucha constante a fin de que este momento de encuentro sea siempre una cita con el Padre y no decaiga nuevamente en un devocional mecánico y rutinario. No es fácil, pero el Señor, que cada día nos está esperando paciente y amoroso para brindarnos sus abundantes riquezas, desea ayudarnos.
Doy gracias a Dios por mis maestros que me inculcaron la importancia de esta disciplina y es mi deseo que nosotros también sepamos transmitir esta valiosa herencia a los que vienen detrás de nosotros.
Por  Compromiso Cristiano  

jueves, 24 de abril de 2014

Elegido para hablar

                                             ELEGIDO PARA HABLAR

Al principio de mi caminar cristiano, Dios puso un amor irresistible por los
 perdidos en mi corazón. Es verdad, hubo momentos en que enfrenté oposición e
 incluso fui amenazado, sin embargo, simplemente no podía permanecer en
 silencio, porque tenía una preocupación genuina por la gente que me obligaba
a hablar de Jesucristo. Los hombres y mujeres que me rodeaban estaban muriendo
 en sus pecados, y alguien con la compasión de Dios tenía que hablar con
 ellos. Este es el llamado que tiene cada uno de nosotros.

 Pablo lo dijo con estas palabras: “…del cual yo fui constituido predicador,
 apóstol y maestro de los gentiles. Por lo cual asimismo padezco esto” (2
 Timoteo 1:11-12). Pablo dijo: “Yo sufro, y soy un llamado, he sido
elegido”. De la misma manera, cada uno de nosotros ha sido elegido por Dios
 para ser un testigo franco de la verdad. No hemos sido llamados a estar en
 silencio en esta hora. Hemos sido llamados a defender aquello en lo que
creemos; para dar testimonio de cómo Dios nos ha transformado y continúa
 trabajando en nuestras vidas. Hemos sido llamados a defender sin avergonzarnos
en lugar de ser acobardados por las burlas de la humanidad caída, y Dios ha
 abierto un camino para que lo hagamos.

Previo a estos versos, Pablo dijo a Timoteo: “sino participa de las
 aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó
 con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito
suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los
 siglos” (2 Timoteo 1:8-9). ¡Es según el propósito y la gracia Suyos! Es
 como si Dios estuviera diciendo: “Te vi venir, y preparé un camino para ti.

 Hice posible que te liberes de la necesidad de alabanza y aprobación humana.
Preparé el camino para que puedas cumplir con Mi santo llamado en tu vida, no
sólo en parte, sino en plena medida. Hice posible que ames a las personas con
 un amor sobrenatural. Estoy dispuesto a llenarte con Mi Espíritu Santo, que te
 dará valor para ser una voz para el reino de Dios. ¡No con tu capacidad, sino
 con Mi Espíritu!”




Por  Carter Conlon

martes, 22 de abril de 2014

Manda lluvia


La sequía es muy devastadora
para la tierra, alimentos, animales y hombres
muchos han aclamado a Dios por lluvia

Igualmente hechos del polvo también nuestro ser experimenta sequía
y nos urge las aguas refrescantes de sanidad;
que cada día necesitemos que el Señor envíe llovia de su Espíritu 
para hacer terreno fértil, fruto abundante 
que sane nuestra tierra llenando nuestras vidas
Amén




lunes, 21 de abril de 2014

Por Encima

Por Encima


Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó porencima de las casasde los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas [...] Éxodo 12:27

¡Noche oscura en Egipto! El ángel destructor visitaba las casas; los primogénitos morirían, por causa de la rebeldía de Faraón. En este mundo, nadie vive para sí. La influencia y la responsabilidad que ejercemos tienen consecuencias; mucho más, en el caso de los líderes. Y Faraón era el líder de aquella nación.

Pero, el ángel había recibido la orden de no tocar a los primogénitos de las casas cuyo dintel estuviese manchado con sangre. Era la sangre del cordero pascual, símbolo de la sangre de Cristo que limpia el pecado de la humanidad.
Aquella noche era una noche de fe. ¿Quién podría garantizar que una simple mancha de sangre podría librar a los hijos de Israel, de la muerte? El pueblo solo tenía que creer. Creer significaba vivir. El ángel destructor pasaría por encima de las casas donde se había ejercido la fe.

El tiempo ha pasado, pero las cosas no han cambiado. La salvación con­tinúa siendo un acto de fe. Multitudes piden pruebas. “¿Qué puede hacer Jesús en mi caso?”, se preguntan. “Hay otras soluciones a mi alcance, más prácticas, viables y razonables”.

Seguramente, sí. Aquella noche en Egipto también las había. Trancar la puerta, por ejemplo. Forrar los techos y las paredes de metal, irse al lugar más oculto, no sé; los seres humanos somos especialistas en buscar solucio­nes “prácticas”. Pero cuando el ángel pasase, solo perdonaría las casas cuyo dintel estuviese manchado de sangre.

Esta es una figura del día final de la historia de este mundo. CuandoJesús vuelva a la tierra para llevar a sus hijos y la destrucción final se aproxime a los hombres, solo serán salvos aquellos cuyo corazón esté manchado con la sangre del Cordero.

Hoy es el día de pensar el tipo de soluciones que estoy buscando. ¿Soy capaz de creer en el evangelio, en su simplicidad y en su pureza? ¿O estoy buscando soluciones sofisticadas que “convenzan” mi raciocinio acostum­brado al mundo de las luces?

No comiences tus actividades hoy, sin tener la seguridad que la sangre del Cordero ya manchó tu vida, porque solo Jesús “es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas”.

Por Giovanna

La belleza

...La belleza es relativa y crítica conforme a gustos, la humanidad siempre a dado relevancia a ello, impuesto medidas, modas, reconocen y admiran a propio criterio. Más todos sabemos que la belleza es efímera, un día pasará, incluso por un suceso inesperado, prácticas de estética y otros, pueden echar a perder la tal hermosura.  Podemos mencionar también la belleza interior cuando nos referimos a la manera en quien alguien es, simpático, amable, generoso, amoroso, con buenos sentimientos y valores.

...Es maravilloso saber que en el Señor nadie carece de hermosura, todos contamos con belleza que Él a depositado, primeramente a su imagen y semejanza así como por la salvación.

Salmos 149.4 "Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación".

domingo, 20 de abril de 2014

El resto de la Historia

“El Resto de la Historia”

(Relato sobre la Resurrección de Jesús)
-
Después que Jesús murió en la cruz en la tarde de aquel viernes santo, uno de sus seguidores, José de Arimatea pidió el cuerpo de Jesús a Pilatos para sepultarlo. Con él estaba Nicodemo quien había venido de noche a consultar a Jesús y era uno de los miembros del Sanedrín siendo un seguidor de Jesús trajo especias para embalsamar el cuerpo del maestro:
 
Juan 19:38-41
 
Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39  Y Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla de mirra y áloe como de cien libras. 40  Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre los judíos. 41  En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual todavía no habían sepultado a nadie.
Paul Harvey (1918-2009) fue un comentarista de radio que solía dirigir un programa llamado “El resto de la Historia”, en el mismo, Paul se dedicaba a expandir o profundizar un poco más sobre algunos acontecimientos noticiosos del momento, cuando Paul daba su informe siempre terminaba diciendo “y ahora usted sabe el resto de la historia”. En el día de hoy leímos que Jesús fue sepultado en una tumba nueva, que la tumba fue sellada y que todo el mundo se fue a su casa, pero ese no todo, en este sermón les quiero contar “El resto de la Historia”:
La biblia nos cuenta Cristo se levantó de los muertos. Pablo nos habla que el centro de la predicación del evangelio es la proclamación de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús:
 
1 Corintios 15:3-4

 
Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4  que fue sepultado y que resucitó al tercer día,  conforme a las Escrituras .
Nosotros estamos hoy aquí porque creemos ese mensaje de salvación.  Si Cristo no hubiese resucitado de entre los muertos, “seríamos los más miserables de todos los hombres”, eso dijo Pablo.

Las apariciones de Jesús
Los evangelistas históricos cuentan como Jesús se levantó de los muertos el primer día de la semana, domingo en la mañana.  Aunque los datos dados por los escritores son difícil de armonizar, todos concuerdan en una cosa, Jesús resucitó de entre los muertos tal y como lo había dicho y cada uno contó su historia para que nosotros hoy podamos saber que así fue.  Un orden probable provisto por la Enciclopedia Católica basado en la armonía de los cuatro evangelios sobre los principales eventos del Domingo de Resurrección:
 
1.      Las mujeres piadosas (María Magdalena,  María la madre de Jacobo,  y Salomé) van de camino al sepulcro llevando especias que habían previamente preparado para ungir el cuerpo de Jesús en el sepulcro. Se inquietas sobre como remover piedra, sin saber nada de la guardia oficial del sepulcro. (Mt 28, 1-3; Mc 16,1-3; Lc 24,1; Jn 20,1).
 

2.      El ángel que con su brillo atemorizó a los guardias y los hizo salir corriendo; rodó la piedra y se sentó no sobre (ep autou) sino por encima de ella (epano autou) (Mt 28,2-4).
 
3.      Las mujeres (María Magdalena, María la Madre de Santiago, y Salomé) se acercan al sepulcro y ven la piedra movida, sobre lo que María Magdalena vuelve inmediatamente a informar a los Apóstoles (Mc 16,4; Lc 24,2; Jn 20,1-2).
 
4.      Las otras dos mujeres entran al sepulcro, encuentran a un ángel sentado en el vestíbulo y les muestra el sepulcro vacío, les anuncia la Resurrección, y les encomienda avisar a los discípulos y a Pedro que deben ver a Jesús en Galilea (Mt 28,5-7; Mc 16,5-7).
 
5.      Un segundo grupo de mujeres santas, el de Juana y sus compañeras. Llegan al sepulcro, donde probablemente habían quedado en encontrarse con el primer grupo, entran al sepulcro vacío y son avisadas por dos ángeles que Jesús ha resucitado según Él mismo había predicho (Lc 24, 10).
 
6.      No mucho después, Pedro y Juan, quienes fueron avisados por María Magdalena, llegan al sepulcro y encuentran los paños de un modo que excluía toda suposición de que el cuerpo haya podido ser robado, pues simplemente estaban por el suelo, indicando que el cuerpo sagrado había salido de ellos sin siquiera haberlos tocado. Cuando Juan lo percibe, inmediatamente cree (Jn 20, 3-10).
 
7.      María Magdalena regresa al sepulcro, ve primero a dos ángeles dentro, y luego a Jesús mismo (Jn 20, 11-16; Mc 16,9).
 
8.      Los dos grupos de santas mujeres, quienes probablemente se encontraron al regresar a la ciudad, son favorecidas con una visión de Cristo resucitado, quien les encarga decirle a sus hermanos que los verá en Galilea (Mt 28, 8-10: Mc 16,8).
 
9.      Las mujeres relatan sus experiencias a los Apóstoles, pero se topan con su incredulidad (Mc 16,10-11; Lc 24,9-11)
 
10.  Jesús se aparece a los discípulos en el camino de Emaús, y regresan a Jerusalén; los Apóstoles parecen estar entre la duda y la fe. (Mc 16 ,13-35).
 
11.  Cristo se aparece a Pedro, y por eso Pedro y Juan creen firmemente en la resurrección (Lc 24,34; Jn 20,8).
 
12.  Luego del regreso de los discípulos de Emaus, Jesús se aparece a todos los apóstoles excepto Tomás (Mc 16,14; Lc 24,36-43; Jn 20, 19-25).
No todos lo Creen
No cabe duda en nuestros corazones y nuestras mentes que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos tal como la Biblia lo dice, pero eso no significa que todos creen como nosotros creemos.  Hay algunos que ‘dudan’ o simplemente ‘no creen’ que Jesús verdaderamente murió y resucitó de entre los muertos. Aunque la evidencia aun en escritos seculares sobre la existencia de Jesús es innegable, ellos piensan que Jesús fue crucificado, que murió, que fue sepultado PERO nunca resucitó.  Muchos de ustedes estarán al tanto de la noticia que hace un poco tiempo atrás salió donde se decía que la tumba familiar de Jesús había sido hallada y que los huesos de Jesús estaban en una urna.



Sabemos que el querer negar la resurrección de Jesús no es nada nuevo, desde el mismo momento en que Jesús resucitó, los incrédulos han inventando historias y explicaciones para negar la verdad de la resurrección, pero tales intentos han fracasado, lo cierto es que Jesús resucitó y esa es la razón por la que estamos reunidos celebrando no solamente su muerte en la cruz sino también su vida de entre los muertos para nuestra salvación.
¿Cuáles son algunas teorías opuestas?
Hay varias teorías utilizadas para negar la resurrección de Jesucristo:
 
1.      Teoría del desmayo: Existe la teoría de aquellos que afirman que Cristo no murió realmente en la cruz, que su supuesta muerte fue un desmayo temporal, y su resurrección simplemente un volver a la conciencia. Esta teoría fue defendida por Paulus (Exegetisches Handbuch, 1842, II, p. 929) y con algunas modificaciones por Hase (Gesch. Jesu, n 112), pero no concuerda con los datos ofrecidos en los evangelios.
 
a.      La flagelación y la coronación de espinos, el cargar la cruz y la crucifixión, las tres horas en la cruz, y la posterior lanzada del centurión no hubieron tenido como consecuencia un simple desmayo. Su verdadera muerte es certificada por el centurión y los soldados, por los amigos de Jesús y por sus más amargos enemigos.
b.      Su permanencia de 36 horas en el sepulcro sellado, en un ambiente envenenado por cientos de libras de especies, hubieran bastado para causarle la muerte.
c.      Más aún, si Jesús hubiese simplemente vuelto a la conciencia luego de desvanecerse, los sentimientos aquella mañana hubieran sido de conmiseración antes que de júbilo y triunfo, los Apóstoles se hubieran sentido movidos más a cumplir las funciones de un concejo enfermizo y débil que a la misión apostólica, la vida del poderoso “hacedor de milagros” hubiera acabado en una burda soledad y vergonzosa oscuridad, y su preconizada impecabilidad se hubiera tornado en una silente aprobación por Su parte de una mentira como piedra sobre la cual se asentaba Su Iglesia. No sorprende por qué posteriores críticos de la resurrección, como Strauss, se hayan regocijado tanto en una teoría como esta del desvanecimiento para justificar sus críticas.
 
2.      Teoría del Robo: Se dice que los discípulos robaron el cuerpo de Jesús de la tumba, y luego proclamaron a los hombres que su Señor había resucitado. Esta teoría había sido anticipada por los judíos que “dieron una suma de dinero a los soldados, diciéndoles: ‘Digan, sus discípulos vinieron en la noche y robaron el cuerpo mientras dormíamos” (Mt 28, 12ss).
 
Mateo 28:11-13  Y mientras ellas iban, he aquí, algunos de la guardia fueron a la ciudad e informaron a los principales sacerdotes de todo lo que había sucedido. 12  Y después de reunirse con los ancianos y deliberar con ellos, dieron una gran cantidad de dinero a los soldados, 13  diciendo: Decid esto: "Sus discípulos vinieron de noche y robaron el cuerpo mientras nosotros dormíamos." 14  Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros lo convenceremos y os evitaremos dificultades. 15  Ellos tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Y este dicho se divulgó extensamente entre los judíos hasta hoy.

Lo mismo fue señalado por Celso (Orígenes, Contra Celso, II, 56) con algunas diferencias en los detalles.
  a.      Pero asumir que los Apóstoles con un peso tal sobre sus conciencias hubieran predicado un reino de verdad y de justicia como el gran esfuerzo y causa de sus vidas, y que por razón de ese reino hayan sufrido hasta la muerte, sería asumir una de esas imposibilidades morales que pueden suceder en un arranque de exaltación propia de la emoción del momento, pero que hubiera sido dejado de lado a la hora de entrar nuevamente en razón.
 
3.      Teoría de la Visión: Esta teoría, como la entienden generalmente sus defensores no permiten visiones causadas por intervención divina, sino solo aquellas fruto de agentes meramente humanos. Porque si admitimos una intervención divina, también deberíamos creer, en tanto se refiere a los principios, que Dios levantó a Jesús de entre los muertos. Pero, ¿dónde es que entran en esta teoría los agentes humanos que hubieran producido tales visiones? La idea de la resurrección de la tumba era familiar a los discípulos por su fe judía; tenían asimismo vagos indicios en las profecías del Antiguo Testamento, finalmente, el propio Jesús había asociado siempre su Resurrección a las predicciones de su muerte. Por otro lado, el estado de mente de los discípulos era el de un gran entusiasmo; atesoraban el recuerdo de Cristo con un afecto tal que les hacía casi imposible pensar que se había ido. En breve, su estado de mente era tal que necesitaba la más mínima chispa para encender una llamarada. La chispa la proveyó María Magadalena, y la llama inmediatamente se propagó con la rapidez y la fuerza de una conflagración. Lo que ella creyó haber visto, otros inmediatamente pensaron que tenían también que verlo. Sus expectativas fueron cubiertas, y la convicción de que el Señor verdaderamente había resucitado de entre los muertos, abrazó a los miembros de la primera Iglesia. Esta es la teoría de las visiones comúnmente defendida por los críticos de la Resurrección, que por más ingeniosa que parezca, es imposible desde el punto de vista de la historia.
 
a.      Es incompatible con el estado de mente de los Apóstoles, la teoría presupone la fe y la expectativa por parte de los Apóstoles, lo cual desde los hechos, la fe y expectativa de los apóstoles es consecuencia de su visión del Cristo resucitado.
 
b.      Es inconsistente con la naturaleza de la manifestación de Cristo; estas tendrían que haber estado ligadas a la gloria celestial, o deberían haber continuado la anterior relación de intimidad de Jesús con sus discípulos, que en verdad y de manera consistente presentaron en verdad una total nueva fase imposible de haber sido esperada con anterioridad.
 
c.      No concuerda con las condiciones de la comunidad cristiana temprana, luego del primer entusiasmo del domingo de resurrección, los Apóstoles como un cuerpo se caracterizaron por su fría deliberación mas que por el entusiasmo exaltado de una comunidad de visionarios.
 
d.      Es incompatible con la extensión de tiempo que duraron las apariciones; las visiones, según lo que suponen los críticos, hasta donde se sabe nunca han durado mucho, mientras que algunas de las manifestaciones de Cristo duraron un período considerable de tiempo.
 
e.      No es consistente con el hecho de que las manifestaciones se hayan dado a un gran número de personas al mismo tiempo.
 
f.       No concuerda con el lugar donde muchas de las manifestaciones sucedieron: apariciones visionarias se hubieran esperado en Galilea, mientras que la mayor parte de apariciones de Jesús ocurrieron en Judea.
 
g.      Es inconsistente con el hecho de que las visiones terminaran abruptamente el día de la Ascención.
 
4.      Visión Modernista: Un cuarto grupo de opositores a la Resurrección proponen entre otras cosas: “La Resurrección de nuestro Salvador no es propiamente un hecho de orden histórico, sino un hecho puramente del orden sobrenatural ni probado ni probable, el cual la consciencia cristiana ha ido infiriendo poco a poco de otros hechos”.
 
a.      Este postulado concuerda con lo que más adelante explicaba Loisy ("Autour d'un petit livre", p. 8, 120-121, 169; "L'Evangile et l'Eglise", pp. 74-78; 120-121; 171). Según Loisy, primero, la entrada a la vida inmortal de uno resucitado de entre los muertos no es algo susceptible de ser observado; es sobrenatural, un hecho hiperhistórico, incapaz de ser probado históricamente. Las pruebas alegadas para la Resurrección de Cristo son inadecuadas; el sepulcro vacío es apenas un argumento indirecto, mientras que las apariciones del Cristo resucitado están abiertas a sospechas de manera a priori, sensible a impresiones de una realidad sobrenatural; y son evidencia dudosa desde un punto de vista crítico, por razón de las discrepancias en las varias narraciones escriturísticas y el carácter diverso y mezclado de los detalles relacionados a las apariciones. Segundo, si uno prescinde de la fe de los Apóstoles, el testimonio del Nuevo Testamento no provee un argumento cierto al hecho de la Resurrección. Esta fe de los Apóstoles no se preocupa tanto con la Resurrección de Jesucristo, como de su vida inmortal; basados en las apariciones, las cuales son evidencia insatisfactorias desde un punto de vista histórico, pero cuya fuerza se percibe solo por la fe; al ser un desarrollo de la idea de un Mesías inmortal, es una evolución de la consciencia cristiana, aunque al mismo tiempo un correctivo al escándalo de la Cruz. La Santa Sede rechaza ésta visión de la Resurrección cuando la condena en el Decreto “Lamentabili”: “La fe en la Resurrección de Cristo señala desde el principio no tanto al hecho de la Resurrección, sino a la vida inmortal de Cristo con Dios”.
 
El escritor y famoso orador del ministerio 'Campus Crusade for Christ', Josh McDowell, en sus años de juventud en la universidad no creía que Jesús hubiera resucitado de entre los muertos.  Se dispuso a probar a sus compañeros de estudios cristianos que todo esto era una mentira y una fabula mitológica de los cristianos. En su búsqueda Josh McDowell no solo descubrió la verdad sobre la resurrección de Jesús sino que también encontró la salvación. Descubrió que era imposible no creer que Cristo verdaderamente había resucitado. De ahí escribió un libro titulado "Evidencia que requiere un Veredicto".
Recientemente se publicó un artículo titulado "Si yo hubiese falsificado la resurrección de Jesús". El comienza diciendo yo hubiera hecho un sinnúmero de cosas de manera distinta:
1.     Hubiera esperado un periodo de tiempo prudente antes de publicar mi historia.
Pocos historiadores disputan el hecho de que los discípulos comenzaron a predicar las noticias de que la resurección ocurrió poco tiempo después que el evento tomo lugar. Credos como el de I Corintios 15:3-8, son sorprendentemente de temprano origen, posiblemente dos años después del evento.
2.     Hubiera publicado mi historia lejos del lugar de los hechos.
El Dr. William Lane Craig escribió. "uno de los hechos más fascinantes acerca de los primeros cristianos sobre la creencia de que Cristo resucitó se originaron en la misma ciudad donde el fue crucificado. La fe cristiana no comenzó a existir en una ciudad distante, lejos de los testigos quienes conocieron acerca de la muerte y entierro de Jesús. No, todo sucedió en la misma ciudad donde fue públicamente crucificado, bajo los mismos ojos de sus enemigos"
3.     Seleccionaría mis testigos con más cuidado.
Evitaría lo más posible el usar nombres en mi historia, especialmente evitaría los nombres de personas prominentes como testigos. Por lo menos 16 individuos fueron mencionados como testigos en cada historia, y la mención de José de Arimatea como el hombre que enterró a Jesús seria terriblemente peligrosa si es que las historias en los evangelios eran falsas o inventadas. Como miembro del Sanedrín, la "Suprema corte" Judía, el seria muy bien conocido. J.P. Moreland escribe, "Nadie podía haber inventado tal nombre si este no había existido y después decir que era miembro del Sanedrín si este en realidad no fuera el caso."
Sobre todo, yo hubiera evitado testigos dudosos, los cuales harían significante las historias de las primeras apariciones de Jesús--a mujeres--ya que en aquel tiempo y cultura, las mujeres eran considerados testigos inválidos en las cortes de leyes. Si las historias fueran fabricadas, las mujeres nunca serian incluidas en la historia, o por lo menos no como primeras testigos.
4.     Hubiera rodeado el evento con impresionantes despliegues sobrenaturales.
El experto Judío Pinchas Lapide escribe "No leemos en los primeros testimonios [de la resurrección] de ningún espectáculo apocalíptico, sensaciones exorbitantes, o el transformante impacto de un evento cósmico… De acuerdo al los reportes del NT, ningún ojo humano vio la resurrección, no había ni un ser humano presente…Cuan fácil hubiera sido el haber injertado este vacío con invenciones fantásticas! Pero precisamente porque ninguno de los evangelistas se atrevió a mejorar la historia de la resurrección que no fue vista, la imagen total de los evangelios gana aún más credibilidad"
5.     Cuidadosamente hubiera correlacionado mi historia con otros que yo conocía, inventando la leyenda solo donde yo pudiera estar confiado de no ser contradicho.
Muchos criticos han señalado las diferencias y aparentes contradicciones en las historias sobre la resurección. Pero estas son actualmente evidencias de su autenticidad; estas muestran un ingeniosa falta de colaboración, estando de acuerdo y (aparentemente) defiriendo en mucho tal como cualquier evento contado por testigos oculares.
6.     Trataría de sofocar cualquier tipo de investigación
Yo pronunciaría una maldición sobre cualquiera que atentara sustanciar mis reclamos y trataría de infame a cualquiera que se atreviera a requerir evidencia. Sin embargo note la forma en que los discípulos de Jesús fácilmente apelan a que se confirme o se desacredite la evidencia como invitando a una investigación (Hechos 2:32; 3:15; 13:31; 1Corintios 15:3-6).
7.     No predicaría un mensaje arrepentimiento en torno a la resurrección.
Ninguna persona en una mente clara hubiera escogido crear un mensaje ficticio que invitara a la oposición y la persecución de ambas autoridades religiosas o civiles de aquellos días. Hubiera sido mucho mas fácil e inteligente haber predicado un mensaje menos controversial- concentrándome en las enseñanzas de amor de Jesús, quizás así librándome a mí mismo y a los miembros de mi nueva religión de muchos problemas.
8.     Evitaría el morir por mi mentira
Lee Strobel ha escrito "Las gente muere por sus creencias religiosas si creen sinceramente que estas son verdad, pero la gente no muere por su creencias religiosas si cree que sus creencias son falsas.”
No hay falta de Evidencia
 
Los que dudan y prefieren no creer que Jesús verdaderamente resucitó de entre los muertos no lo hacen por falta de evidencias.  Hay pruebas suficientes e irrefutables de que Cristo fue resucitado, los que no creen lo hacen por falta de fe, a consecuencia de la dureza de sus corazones.  La biblia dice que Jesús dio “pruebas indubitables” de que Jesús se había levantado de entre los muertos:
 
Hechos 1:1-3
En mi primer escrito,  Teófilo,  me referí a todas las cosas que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo 2 hasta el día en que fue recibido arriba,  después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. 3  A ellos también,  después de haber padecido,  se presentó vivo con muchas pruebas indubitables,  apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.
 
La iglesia cristiana a través de los años está tan segura que Cristo ha resucitado que desde el primer siglo repite El Credo Apostólico de la siguiente manera:
 
Creo en Dios Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra;
Y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro,
quien fue concebido por el Espíritu Santo,
nació de la virgen María;
padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos;
al tercer día resucitó de entre los muertos;
ascendió al cielo y está sentado
a la diestra de Dios Padre Todopoderoso,
de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo,
y la vida perdurable, Amén.
 
 
El Resto de la Historia
 
Podemos estar seguros en que Cristo no solamente resucitó de los muertos sino que nos ha prometido que nosotros seremos también resucitados para estar eternamente con Él.  La tumba o el sepulcro no es nuestro destino final, hay algo mejor después de la muerte pero eso es solo para aquellos que mueren con Él.
 
Lucas 20:17-18  Pero él,  mirándolos,  dijo: --¿Qué,  pues,  es lo que está escrito?:  ""La piedra que desecharon los edificadores  ha venido a ser cabeza del ángulo". 18  "Todo el que caiga sobre aquella piedra,  será quebrantado;  pero sobre quien ella caiga,  lo desmenuzará.
 
Jesús es esa piedra desechada, El es una roca de socorro o de destrucción.  Si usted cree que Jesús ha resucitado de entre los muertos y pone su fe en el cómo su Señor y salvador, usted es salvo por esa roca; PERO si usted no cree que Jesucristo se levantó o si no confía en el cómo su único señor y salvador, usted será condenado, la roca caerá sobre usted y le destruirá.  Hoy es el día de salvación, si oyeres hoy su voz no endurezcas tu corazón.  Y AHORA USTED SABE… “EL RESTO DE LA HISTORIA.”
 
Una ‘Triple’ Invitación
 
La invitación es a: (1) salvación (2) compromiso y (3) santificación
 
Muchos se empeñan en buscar maneras de negar la muerte y resurrección de Jesús, otros aunque piensan que eso pudo haber sido cierto, simplemente no se comprometen a confiar sus vidas en aquel que puede librarles de la condenación y la muerte eterna.  Otros piensan que no hay que ser ‘tan fanáticos’ ni ‘religiosos’ y no dan el paso para vivir una vida digna de la fe que en la resurrección que han profesado.
 
Salvación: Si usted no cree que Jesús ha resucitado llegará a la condenación eterna.  Le invito fuertemente a que ponga su confianza en Cristo, el único salvador que puede librarle de la condenación eterna. La Biblia es clara cuando nos dice “porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en el cree no se pierda mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Quiera Dios que usted que me escucha en este día sea uno de aquellos llamados “todo aquel que cree”, y si usted cree tenga confianza que Dios nos da palabra fiel:
 

2 Timoteo 2:11
 
Palabra fiel es ésta: Que si morimos con El, también viviremos con El;
 
Compromiso: Quizás usted está aquí sentado y ha aceptado la realidad de que Jesús fue crucificado, murió, fue sepultado y resucitó al tercer día pero es algo lo cual usted guarda para sí mismo, nunca le cuenta a otros de que ellos necesitan creer lo mismo para ser salvos como usted lo es.  No sea uno que simplemente asiste a los cultos de la iglesia, comprométase a contar a otros la maravilla de la resurrección de Cristo y a decirles como ellos también pueden ser salvos.
 
Hechos 26:22-23  Pero habiendo obtenido auxilio de Dios,  persevero hasta el día de hoy[17]  dando testimonio a pequeños y a grandes,  no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: 23  Que el Cristo había de padecer,  y ser el primero de la resurrección de los muertos,[18]  para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
 
Santificación: finalmente, usted puede ser que pertenezca al grupo de aquellos que aunque creen su vida personal no da frutos de que pertenece al grupo de los que se identifican con la muerte y resurrección de Cristo.  Usted probablemente no viva en la vida nueva que Dios desea para usted y sigue con las costumbres pasadas:
 
Romanos 6:1-13
 
¿Qué,  pues,  diremos?  ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2  ¡De ninguna manera!  Porque los que hemos muerto al pecado,[1]  ¿cómo viviremos aún en él? 3  ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados[3]  en Cristo Jesús,  hemos sido bautizados en su muerte?, 4  porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo,  a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre,  así también nosotros andemos en vida nueva. 5  Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte,  así también lo seremos en la de su resurrección; 6  sabiendo esto,  que nuestro viejo hombre  fue crucificado juntamente con él,  para que el cuerpo del pecado sea destruido,  a fin de que no sirvamos más al pecado, 7  porque,  el que ha muerto ha sido justificado del pecado. 8  Y si morimos con Cristo,  creemos que también viviremos con él, 9  y sabemos que Cristo,  habiendo resucitado de los muertos,  ya no muere;  la muerte no se enseñorea más de él. 10  En cuanto murió,  al pecado murió una vez por todas; pero en cuanto vive,  para Dios vive. 11  Así también vosotros consideraos[12]  muertos al pecado,  pero vivos para Dios en Cristo Jesús,  Señor nuestro. 12  No reine,  pues,  el pecado en vuestro cuerpo mortal,  de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; 13  ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad,  sino presentaos vosotros mismos a Dios[14]  como vivos de entre los muertos,  y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
 
La resurrección de Cristo es un fuerte incentivo para moverle a usted a santificación para con Dios y apartarse de la vida de pecado. No deje pasar esta oportunidad para pedir a Dios que le ayude a cambiar de vida y comience a vivir una vida de santidad para Dios.


Por  Jorge L Trujillo

viernes, 18 de abril de 2014

Las Tres Cruces

Reflexión: Las Tres Cruces


La crucifixión fue probablemente la forma más horrible de la pena capital jamás imaginada por el hombre. Los antiguos persas la practicaron (. 522 AC), por ejemplo, cuando Darío, el gobernante persa, conquistó Babilonia (esto en la segunda conquista),  tres mil ciudadanos principales fueron crucificados. (Heródoto, Las Historias 3.159). Más tarde, la crucifixión se convirtió en un modo de ejecución griego. Tras la destrucción de Tiro, Alejandro Magno crucificó a dos mil hombres en edad militar.
De vez en cuando, los Judios recurrieron a la crucifixión. En el período inter- bíblico, Alejandro Janeo (103-76 AC) crucificó ochocientos fariseos que habían participado en una revuelta. Los romanos, sin embargo, fueron más conocido por la práctica. En el 71 AC, tras una revuelta de esclavos en Roma, seis mil esclavos recapturados fueron crucificados en la Vía Apia que llevaba a la ciudad.
El verbo “crucificar” (cuarenta y seis veces en el Nuevo Testamento) fue utilizado por los escritores inspirados del Nuevo Testamento para describir el modo de la muerte de Jesús. Pero no sólo Cristo fue crucificado otros dos hombres fueron crucificados al mismo tiempo. Los cuatro escritores de los Evangelios  señalan que dos más fueron crucificados uno a cada lado del Salvador:

“Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.”  (Mateo 27:38)

“Crucificaron también con él a dos ladrones, uno a su derecha, y el otro a su izquierda.” (Marcos 15:27)

“Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos.” (Lucas 23:32)

“y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio “(Juan 19:18).


Estas dos nuevas víctimas se identifican como “ladrones” o “malhechores” (kakourgos-un “hacedor del mal”). Este testimonio registrado en los cuatro evangelios hace hincapié en la importancia de comprender el panorama completo de esta situación histórica.
Varios profetas  indicaron la manera de la muerte de Cristo. David habló que las ” manos y los pies” del Mesías serían  “traspasados” (Salmo 22:16). Isaías anunció que iba a ser “herido” por nuestros pecados (Isaías 53:5). Zacarías habló de un día de gracia cuando muchos dentro de la familia hebrea  llorarían a quien habían “traspasado.” Además, añadió que en “ese día”, una “fuente” se abriría para “el pecado y la inmundicia”
“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido.” ( Zacarías 12: 10-11)

“En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia.”(Zacarías 13:1).
Además, había indicios proféticos que la muerte de Jesús se llevaría a cabo en medio de malhechores. Este pensamiento está implícito cuando el profeta predijo que la “sepultura ” del “siervo de  Jehová ” sería “con los malos”, y que iba a ser “contado con los transgresores” :

“Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.”(Isaías 53:9)

“Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.”(Isaías 53:12). Jesús declaró específicamente que esta última profecía se “cumplió” en él:

“Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento” (Lucas 22:37).
Es importante no mirar sólo a las circunstancias de la muerte del Señor, sino también los detalles de los otros dos crucificados que murieron en la misma ocasión. Hay valiosas lecciones que pueden aprenderse de las tres muertes.

La Cruz del Salvador Tres veces en el Nuevo Testamento se hace referencia a la “cruz de Cristo”

“Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.”(1 Corintios 1:17)

“Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo” (Gálatas 6:12)

“Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo” (Filipenses 3:18). En este breve artículo, nos referiremos a varias ideas teológicas asociadas con esa “cruz”, término que se usa metafóricamente para representar la muerte de Cristo en el mensaje del Evangelio:

“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.” ( 1 Corintios 1:18)

“Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.” (Gálatas 5:11).
La cruz de Cristo fue una cruz de amor. Al principio de su ministerio, Jesús declaró: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado” (Juan 3:14).  “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir.  (Juan 12:32-33.). Luego afirmó: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). Claramente, la conclusión que puede extraerse es que la “cruz” fue una manifestación del amor de Dios por la humanidad perdida.
Del mismo modo, Juan más tarde escribe estas palabras: “y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apocalipsis 1:5). La cruz era un símbolo del amor insondable de Dios, y también la de su Hijo amado.
La cruz de Cristo fue una cruz de sacrificio. Pablo les recordó a los santos en Efeso que Cristo  los había amado, y la expresión de ese amor fue que “se entregó por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 5:2).
Reflexionemos sobre el hecho de que Jesús, en virtud de la encarnación (Juan 1:18) sacrificó:
• Su relación celestial con Dios  un tercio de siglo. “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. (Juan 6:38);
• La “igualdad” con el Padre, en términos de sus respectivas funciones, que implicaba “la muerte de cruz”.

“el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,  sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;  y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:6-8)

• Su inmunidad a la tentación.  “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie”
(Santiago 1:13)

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15)
• Su vida biológica, como ofrenda de expiación por el pecado. “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” (2 Corintios 5:21)
.
La cruz de Cristo fue una cruz de la paz. Jesús fue capaz de implementar un plan de reconciliación por el cual la humanidad pecadora podía estar en paz con el Dios santo, de quien el pecado había exigido una separación. “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.  (Isaías 59:1-2)

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” ( Romanos 5:1)

“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,  y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.” ( Efesios 2:14-16).

Esto lo logró “a través de la sangre de su cruz” (Colosenses 1:19-20). Además, por su muerte, el Señor fue capaz de romper la “pared intermedia de separación” que había mantenido alejado al Judío y al Gentil. La paz se proporciona para los dos segmentos de la humanidad, de modo que “en Cristo”Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”l. (Gálatas 3:28).
La cruz de Cristo fue una cruz de alegría. El escritor del libro de Hebreos trató de animar a sus parientes judíos cristianos a permanecer fieles al Señor, y para correr “con paciencia” la carrera delante de ellos. El principal incentivo para la persistencia de tales era mirar a Jesús como el modelo perfecto de la fidelidad.  “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”(Hebreos 12:2). Es muy difícil pensar en “alegría” y en la “cruz”, al mismo tiempo, pero ahí está en toda su majestuosidad. La alegría del Salvador hizo posible la salvación de la familia humana y eclipsó la vergüenza de la cruz.
La Cruz De Un Malhechor Endurecido Como se señaló anteriormente, dos ladrones fueron crucificados en compañía de Jesús. Inicialmente los  dos  hombres  “injuriaban” (blasphemeo) al Señor (Mateo 27:39,44). Junto al resto de los que pasaban, y junto con los sumos sacerdotes, escribas y los ancianos, los ladrones hacían suyo este canto vicioso:
A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse. Él es el Rey de Israel, que descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Él confía en Dios; líbrele cómo, si lo desea, porque él dijo: “Yo soy el Hijo de Dios” (Mateo 27:42-43).
El apóstol añade: “Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él” (versículo 44).
Sin embargo, uno de estos hombres malvados más tarde cambia su disposición, nos centraremos en el que no lo hizo. Hay varias conclusiones que razonablemente podemos extraer respecto de esta muestra atroz de desatino.
1. Este hombre no tenía temor de Dios ( Romanos 3:10-18), no respeta la ley divina, no tiene sentido de lo sagrado de la justicia, y no hay conciencia del estado eterno en la que él estaba a punto de entrar. Él parece haber sido desprovisto de la sensibilidad moral y religiosa. Estaba poseído de un alma arruinada, endurecida que ni siquiera la disciplina de una crucifixión horrible podía despertar.
2. Ya que hace suyas las opiniones expresadas en Mateo 27:42-43, uno sólo puede suponer, por tanto, que tenía al menos algún conocimiento  con respecto a Cristo y de sus maravillas, y su enseñanza. Por ejemplo, cuando los adversarios del Señor exclamaron: “A otros salvó,” era una expresión  sarcástica que incluía que Jesús había “entregado” a los demás  sus milagros; Juan 11:47, pero que ahora no podía hacer nada para sí mismo. Parece casi seguro que este hombre, como tantos otros, había endurecido su corazón en la incredulidad.

“Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él;
para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?  ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los
ojos, y entiendan con el corazón, Y se conviertan y yo los sane “   (Juan 12:37-40).
3. Este hombre equívocamente rechaza a Cristo como “Rey”, y  lo desprecia ya que hace suyas las palabras lanzadas en  contra del Salvador en la altura de su agonía. También repudió la pretensión de Jesús de ser el “Hijo de Dios.” Él estaba dispuesto a entrar en la horrible oscuridad de la condenación eterna con un corazón de odio escéptico. Legiones lo siguen con la misma animosidad en las generaciones que van y vienen.  Muchos comparten la misma hostilidad, y ningún nivel de conciencia que ni el dolor o el peligro pueden despertar un sentido de necesidad en sus almas arruinadas. ¡Lástima por  estas criaturas miserables!

La Cruz de Un Alma Penitente  La historia del ladrón arrepentido es bien conocida.  El texto se encuentra en Lucas 23:40-43. “Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?  Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”
La partícula adversativa “mas”  hace hincapié en el contraste entre este hombre y el otro que acabamos de analizar . Además, la palabra “el otro”, en la descripción del ladrón arrepentido, es heteros. Este es un término que frecuentemente  hace una distinción, no sólo en los individuos, sino también en la “especie” (Lucas 23:32). Contrasta la insensibilidad en el primero, con la honestidad existente en el corazón del “otro”, es decir, el ladrón arrepentido.  En cuanto a lo que precipitó el cambio radical en el ladrón arrepentido, el registro está en silencio. Uno sólo puede especular, y lo hacemos con moderación. Sin duda, la observación que hizo en Jesús contribuyó al cambio en su corazón, por ejemplo, la oración del Señor por sus enemigos (Mateo23:34). Este ladrón pudo haber tenido algún conocimiento de Cristo, el cual ahora  enciende la fe. Un examen cuidadoso de sus declaraciones revela una serie de inferencias que hacen alusión de  conocimientos previos.  La reacción de Cristo a este hombre sincero es un comentario vivo en él que conoce los corazones de las personas (Hechos 1: 24). Que el hombre fue perdonado queda claramente establecido, (versículo 43).”Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”  Este caso no puede ser empleado legítimamente en un esfuerzo por negar la obligación del Nuevo Pacto  a obedecer todas las condiciones del Evangelio para la salvación (incluyendo el bautismo para el perdón de los pecados.


Hasta que el Nuevo Pacto no entrara en vigencia, los hombres no podían ser considerados responsables de su condicion. Mientras que el testador, Cristo, todavía viviera entre los hombres, podía conceder la salvación de acuerdo a su voluntad.  “Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.”  (Marcos 2:5).  Después de su muerte por nuestros pecados, se establecen los términos  de su voluntad  Hebreos 9:15-17″.
“El que creyere y fuere bautizado  será salvo” (Marcos 16:16).
Tres cruces – y  datos fascinantes relacionadas con cada uno. Una de las víctimas era Dios encarnado, el Salvador-las otras pertenecían a hombres comunes. Uno de ellos era un resuelto renegado, y el otro, un pecador arrepentido que se entrega como un discípulo. De estos dos últimos, ¿Con cuál nos identificamos?

Por  Hno. Juan Canelo




La oposición

LA OPOSICIÓN

“Cuando Oyó Sambalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de  los judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Nehemías 4:1 y 2.

Alabado y adorado sea el Dios vivo, por todo su pueblo.
Gracia, paz y misericordia para todos ustedes.
Oremos para que este mensaje llegue al fondo de nuestro corazón, sigamos aprendiendo más de Dios, y así podamos crecer y dar fruto que le glorifique.
La Biblia es un libro maravilloso, perfecto; todos los que la estudian y creen en ella, podrán adquirir mucha sabiduría. Nos enseña todo lo que necesitamos para vivir. Nos enseña a ser buenos padres, buenos hijos, buenos trabajadores, buenos ciudadanos, buenos estudiantes; nos enseña cómo cuidarnos para estar sanos, nos enseña a llevar la vida en paz. Todo lo que necesitamos saber ahí lo encontramos.
Todos sabemos que nuestra mente como humanos es muy limitada para entender la grandeza de Dios, motivo por el cual muchos no toman en serio a Dios. Pero cuando nosotros vamos a la Biblia y la empezamos a estudiar, empezaremos a conocer a Dios, y en eso cosiste la vida eterna, en que nosotros conozcamos a Dios y a su amado Hijo Jesucristo.
Cada tema, cada pasaje tiene su enseñanza, no fueron escritos solo para rellenar las hojas.
Si nosotros realmente queremos servir a Dios, la Biblia debe ser nuestro manual, nuestra guía. La Biblia nos enseña que cuando nosotros queremos seguir y servir a Dios siempre vamos a tener oposición. Toda obra que emprendamos ordenada por Dios va a tener oposición. El diablo no se queda cruzado de brazos, siempre va a querer detener las obras de Dios. Toda obra que viene de Dios siempre va a tener oposición, y si nosotros no sabemos cómo enfrentar esa oposición no la vamos a terminar.
Desde que decidimos seguir a Cristo, empieza la oposición. No pocos cristianos cuando se convirtieron a Cristo sufrieron mucha oposición. La familia es la primera que se nos opone, tal vez nuestros padres, “cómo es posible que dejes las enseñanzas que yo te di” nos dicen, hasta nos dejan de hablar y de visitar. Tal vez nuestros hijos, nuestros amigos, hermanos. Cuando Dios nos ordena hacer algo siempre va a haber  oposición. Tristemente muchos no saben cómo enfrentarla y pronto se retiran.

Cuando Daniel oraba a Dios por su pueblo, había una tremenda oposición espiritual para que le llegara la respuesta (Daniel 10:12 y 13).
Si nosotros queremos hacer algo para Dios y no hay oposición, ¡cuidado! Lo más probable es que esa obra no sea de Dios, porque el diablo siempre se va a oponer a la obra de Dios.
Cuando Sambalat y Tobías se enteraron de que se iban a reconstruir los muros de Jerusalén, se enojaron mucho. Esta obra era de Dios, por lo tanto era de esperarse mucha oposición.
Igualmente pasó cuando se estaba reconstruyendo el Templo de YHWH, Dios de Israel, los enemigos de Judá se opusieron a esta obra y hasta le enviaron una carta al rey Artajerjes para detenerla (Esdras 4).
Siempre que iniciemos una obra para Dios tenemos que estar preparados porque vamos a tener oposición, y esta oposición también viene de la misma Iglesia.
¿Qué táctica usa el enemigo para oponerse y desanimarnos?
Una de sus tácticas es la burla (Nehemías 4:1) “Ah con que ya eres aleluyo, ah con que ya te volviste buenito, pero si yo te conozco no me vengas con cuentos de que ya eres otro” con frecuencia nos dicen.
Vemos las burlas con que Sambalat y Tobías intentaron detener las obras de reconstrucción de los muros de Jerusalén. Por lo regular estas personas que se burlan, son personas envidiosas, disgustadas consigo mismo, se sienten inferiores, y quieren llevar   a la gente de la cual se burlan al mismo nivel que ellos tienen de mediocridad.
Estos enemigos de los judíos se enfurecieron y hablaron con desprecio. Así pasa en nuestra vida cuando nos convertimos a Cristo, nuestras viejas amistades paganas como ya no los acompañamos en sus vicios, borracheras y adorando ídolos abominables; como ya no los acompañamos en los excesos de su mala vida, ellos se extrañan y se burlan de nosotros (1ª de Pedro 4:3 al 5).
Todo esto lo vemos en la misma familia, en el trabajo, incluso en el pueblo de Dios, qué triste pero entre nosotros mismos nos atacamos.
Otra táctica que usa el enemigo para impedir la obra de Dios, es el rumor. Es una táctica muy efectiva para atacar, ya que produce temor (Nehemías 4:12al 14).
Hermanos, todo esto crea desánimo, el efecto de la oposición crea desaliento, desánimo para no seguir adelante. Dejar la obra a medias, al ver que hay demasiados problemas nos desanimamos y dejamos la obra. Cuántos cristianos inician una obra y a medio camino debido a tanta oposición, se desalientan y no llegan, no terminan.
Eso es precisamente el propósito de la oposición, que no hagamos la obra de Dios, que nos desanimemos y no terminemos.

La oposición siempre tiene como propósito estorbar la Palabra de Dios y detener su obra.
Ahora, cómo vamos a enfrentar  la oposición.
Dependiendo de Dios; hermanos, nosotros no enfrentamos la oposición discutiendo con los que se oponen.
Nehemías no respondió a estos necios según su necedad. ¿Qué fue lo que hizo? Se puso a orar, buscó a Dios en oración (Nehemías 4:4), no se nos olvide que nuestra guerra no es física, es espiritual. Nehemías ora y ruega a Dios que tome nota de todo lo que están diciendo, de todas sus ofensas; todo lo pone en manos de Dios.
Entonces, cuando veamos que hay oposición lo primero que debemos hacer es orar, ponerlo todo en manos de Dios. Él es nuestro escudo, nuestra fortaleza. “Nunca respondas al necio de acuerdo a su necedad, para que no seas tú también como él” (Proverbios 26:4). Nosotros dependemos de Dios, no de nuestras fuerzas, la vida de oración es muy importante.
Los malos intentan impedir las buenas causas, pero las buenas causas son causas de Dios y han de prosperar.
La oposición siempre va a intentar producirnos temor. Hermanos, todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
No debemos temer porque Dios está con nosotros. Después de orar debemos seguir adelante, no detenernos, porque eso es lo que quiere el enemigo.
Muchos matrimonios cristianos terminan en divorcio porque les faltó oración, y por lo mismo no siguieron adelante, se desanimaron y no llegaron a la meta.
“Entonces oramos a nuestro Dios” dijo Nehemías. Esto es lo primero que hizo este hombre de Dios. Y esto es lo que debemos hacer todos nosotros: extender delante de Dios todos nuestras preocupaciones, todos nuestros pesares, todos nuestros temores, de este modo, vamos aligerar nuestro peso.
Amados hermanos, no tengamos miedo, tenemos a un Dios Grande y Temible, no permitamos que la oposición logre desanimarnos y con ello logre su objetivo. Sigamos adelante que Dios está con nosotros.
Dios los guarde.

Recibido de Hno. Mario


jueves, 17 de abril de 2014

El origen de nuestros conflictos

EL ORIGEN DE NUESTROS CONFLICTOS

“Codiciáis, pero no tenéis, por lo cual matáis; además ardéis de envidia, pero no podéis alcanzar, por lo cual combatís y lucháis” (Santiago 4:1-2).

            Hoy en día hay mucho mal introducido en las iglesias por el amor a los placeres materiales, pero más aún por el “placer” que Santiago tiene en mente. Muchos aman la preeminencia; pocos el servicio. Muchos, quizás sin saberlo, son envidiosos; pocos, verdaderamente amables. “No os hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros” (Gal. 5:26).

            En el contexto de la vida de la iglesia, la envidia no logra el efecto deseado, sólo se alimenta a sí mismo, de tal manera que la persona “arde” en envidia. En sí, no “alcanza”; no hace que la persona “tenga” lo que desea. En parte, esto es por causa de la misericordia de Dios: al incrédulo le puede permitir que sus deseos carnales sean satisfechos, pero al creyente interviene para frustrarle, con el fin de que se dé cuenta de su error.  (Cf. Oseas 2:7: “Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido”.).

            Para que pueda producir desgraciados resultados, la envidia tiene que ir a más. Es entonces cuando se producen las peleas. No debemos pensar que Santiago esté diciendo literalmente que sus lectores asesinan. Cuando dice “matáis”, él emplea en un sentido metafórico. Con el habla destruís la reputación del otro, sembráis semillas de odio en su contra, llenáis los oídos de los demás con veneno. Además el asesinato no es más que el final lógico de las actitudes que se están manifestando entre los lectores, y en más de una ocasión ha sido la consecuencia literal de las peleas entre cristianos. Por eso, cuando el Señor Jesucristo expuso el sentido del sexto mandamiento, indicó que el asesinato abrazo la ira y los insultos (Mateo 5: 21-26). Igualmente, el apóstol Juan enseña que una falta de amor hacia un hermano no es otra cosa sino el espíritu de Caín en nosotros (1 Juan 3:11-12).

La alternativa correcta

El camino de la envidia sólo produce guerras. ¿Cuál debe ser el camino correcto del creyente involucrado en esta clase de situaciones? Renunciar a sus egoísmos y orar. Dios nos da ministerios fructíferos en su obra, no por la vía de los celos y las luchas, sino por la oración. Luego (v. 3) Santiago tendrá que recordarnos que tampoco es cuestión de utilizar la oración como vehículo para nuestras ambiciones carnales, pero con todo, si no tenemos el ministerio que deseamos, o si en la iglesia no estamos debidamente apreciados, el lugar correcto de derramar nuestras lágrimas y buscar soluciones no es en el chismorreo sino en la oración. La verdadera satisfacción en la vida debe ser encontrada en Aquel que la puede dar. Una vida dominada por la búsqueda de placer, sea que el placer toma la forma primaria de lo sensual o la forma más sutil de la ambición, no trae satisfacción. Sólo Dios da paz. Si pedimos correctamente, se nos dará (Mateo 7:7).

Por David Burt

martes, 15 de abril de 2014

Eres todopoderoso






Adorando, alabando y glorificando a Dios
reconociendo que Él es Todopoderoso
Es único, es invencible
ningún otro hay como Él




lunes, 14 de abril de 2014

El Poder de la Cruz

El Poder de la Cruz

Y dijo a jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino ,LUCAS 23:42.
Conocí a Andrés en una de las ciudades más violentas del mundo. Tenía fama de malo. Había pasado varios años en la prisión, pagando por sus crímenes. Fue en la cárcel que se encontró con el Señor Jesucristo.


Una noche helada, de invierno, Andrés agonizaba; temblaba de frío, casi congelado, esperando la muerte. Fue en esas condiciones que me oyó, a tra­vés de la radio de un compañero de celda. Aquella noche, el Espíritu de Dios tocó su corazón. Había oído muchas veces hablar de Jesús, pero creía que la religión era cosa de personas débiles; él siempre se había considerado un valiente.

Armado hasta los dientes, había provocado dolor a mucha gente. Era malo y cruel. Había escogido el camino del crimen cuando era apenas un adolescente; y culpaba a la sociedad por no haberle brindado otro camino que escoger. Aquella noche, moría poco a poco; y la muerte lo asustó. En la casi penumbra de su agonía, entendió que Dios lo amaba y que quería darle un nuevo corazón. Suplicó. Clamó a Jesús por una segunda oportunidad. Y se adormeció.

A la mañana siguiente, vio entrar el sol por la ventana. Se encontraba en la enfermería de la prisión. Los rayos del sol eran insistentes, a pesar de la fuerte neblina. “Yo estaba vivo”, me dijo,sin poder esconder la emoción. “Yo no había muerto. Dios me estaba dando una segunda oportunidad”.

En el momento mismo de su muerte, hace más de dos mil años, un la­drón también fue tocado por la escena de la agonía de Cristo. El ladrón sabía que debía morir: él había pecado, había vivido una vida de desobediencia, había rechazado el amor y los consejos divinos. Pero, el sufrimiento de Jesús tocó su corazón y, en el último minuto de su vida, aceptó la muerte de Cristo en su favor.

Desde aquel día y a lo largo de la historia, millones de seres humanos han sido transformados por Jesús. Pero, todos ellos, de una manera u otra, han tenido que aceptar: de nada vale el sacrificio de Cristo, sin la aceptación personal.

La Cruz es un monumento a la misericordia y a la gracia de Jesús: por su misericordia, Dios no nos da la muerte que merecemos; y, por su gracia, nos da la vida que no merecemos. No salgas hoy de tu casa sin recordar que un ladrón “dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”.

Por Giovanna

Dios Todopoderoso



Nuestro Dios es Todopoderoso, es Dios sorprendente, eterno, reina en majestad y soberanía. A su nombre damos Gloria y sigamos cada uno testificando:


  • Que hace justicia
  • Que alimenta
  • Que liberta
  • Que sana
  • Que ánima
  • Que guarda
  • Que sostiene
Lectura Salmos 146.7-10 "Que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos. Jehová liberta a los cautivos; Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos. Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíos trastorna.  Reinará Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sion, de generación en generación. Aleluya

domingo, 13 de abril de 2014

Como llama de Fuego

Unete a esta alabanza de adoración
pídele a Dios te llene, te sature
con su Espíritu Santo
como llama de fuego

Clic en el título siguiente
para ir al Video

Como llama de Fuego

viernes, 11 de abril de 2014

Peticiones de Oración

...Muy amados:  La oración eficaz del justo puede mucho, unidos clamando por las siguientes necesidades mencionadas en las peticiones a continuación:


  • Sanidad en rostro para R. Moreno
  • Recuperación ataque por delincuente para novio de Elena
  • Anónimo sanidad cáncer en vejiga
  • Christian reconciliación con el Señor; asuntos empleo y finanzas
  • Se glorifique el Señor en retiro de damas durante fin de semana
  • Reconciliación con el Señor para Blanca y sanidad en tumor de cabeza y garganta
  • Trato del Señor con las vidas que visitan en el culto del día del Amigo
  • Trato del Señor familia Cruz-Rodríguez
  • Sanidad para la hermana Elaine

Dios cumple lo que atañe a usted

Dios cumple lo que atañe a usted

Leer | SALMO 137.7, 8


David fue un hombre que enfrentó problemas todo el tiempo. Sus salmos expresan las luchas y frustraciones, pero al final, siempre volvía su enfoque a Dios. La clave de su victoriosa actitud era su fe firme en el Señor.
David confiaba en el propósito de Dios. Por eso pudo decir: “Jehová cumplirá su propósito en mí” (v. 8). La única manera cómo podemos avanzar en medio de las dificultades y no ser derrotados, es manteniendo nuestro enfoque en el Señor y su propósito. Él ha prometido hacer una buena obra en nuestras vidas, pero a veces la única manera de hacerlo es en los valles de las dificultades.
David confiaba en el poder de Dios. Cuando surgen los problemas, nosotros, también, podemos confiar en que Dios nos salvará, pero puede que no sea escapando de ellos. A veces, Él nos sostiene en medio de la dificultad, acompañándonos en cada paso del camino.
David creía en las promesas de Dios. En estos dos versículos, él se recuerda a sí mismo lo que hará el Señor. Nosotros también necesitamos tener promesas de las Escrituras, que nos sirvan de ancla en tiempos difíciles. Las verdades de la Biblia son nuestra posesión más valiosa. La confianza en sí mismo o el consejo de los demás nunca serán iguales a la ayuda que nos ofrece la Palabra de Dios.
Dios asume toda la responsabilidad en hacer lo que nos atañe en tiempo de dificultades. A usted le corresponde creer que Él cumplirá su propósito y promesas, y que su poder es suficiente. Cuando la prueba ha logrado su propósito, Él la quitará. Mientras tanto, siga caminando con sus ojos puestos en Él.

Por Min En Contacto

jueves, 10 de abril de 2014

La plenitud de la Gloria de Dios

 LA PLENITUD DE LA GLORIA DE DIOS

 El resplandor que emanaba del rostro y el corazón de Moisés fue el resultado
de haber visto sólo un poco de la plenitud de la naturaleza de Dios (Éxodo
 34:29). Aun así, cuando los israelitas vieron el cambio en el rostro de
Moisés, supieron que él había tenido una experiencia sobrenatural. Su
hermana, su hermano y los demás, exclamaron: "Este hombre ha estado cara a
cara con Dios. Él ha ido más allá" (ver Éxodo 34:29-35).

Hoy tenemos algo mucho más glorioso lo que el mismo Moisés tenía. En
 realidad tocamos y llevamos la gloria de Dios. "Lo que era desde el principio,
 lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida" (1 Juan 1:1).
 Juan está diciendo acá: “Dios nos reveló a nosotros, la plenitud de Su
 Gloria en Cristo. Vimos Su gloria personificada en un hombre y hablamos con
 Él. ¡Inclusive, Le tocamos!”

Hoy no sólo vemos la plenitud de la gloria de Dios, sino que ahora habita en
nosotros. Su gloria resplandece en nuestros corazones: "Porque Dios, que mandó
que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros
 corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo" (2 Corintios 4:6).

 Pablo está diciendo aquí: "Jesucristo, Dios hecho carne, personifica todo lo
 que Dios es. Y, como sabemos que Dios es bondad, amor, misericordia, gracia y
 paciencia, también podemos estar seguros de que ésta es la naturaleza de
 Cristo. Puesto que Jesús vive en nuestros corazones, sabemos que la gloria de
 Dios no está simplemente en algún lugar del cosmos. No, ¡la plenitud de Su
gloria está en nosotros, a través de la presencia de Cristo!"

 "Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los
 hombres" (Tito 2:11). ¿Quién es esta gracia? ¡Es Jesucristo, lleno de
 misericordia, bondad, amor!

 "Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos
 en este siglo sobria, justa y piadosamente" (versículo 12). Pablo nos está
 diciendo: "Esta gracia que habita en ti, es la revelación de la bondad de
 Cristo. Y si tú permaneces en Él, ¡Su revelación te enseñará a vivir una
 vida santa! "

Por  David Wilkerson

martes, 8 de abril de 2014

Su Gloria sobre mi


Exaltado sea Dios hoy y siempre
Su soberanía, amor, poder nos alcanza
supliendo las necesidades
haciendo caer sobre nosotros Su Gloria


lunes, 7 de abril de 2014

Un canto en la noche de una tragedia

Un canto en la noche de una tragedia

En 1873 la ciudad de Chicago fue asolada por un gigantesco incendio. La familia Spafford perdió gran parte de sus bienes. Dos años más tarde planeó viajar a Europa. En el último momento, Horatio Spafford tuvo un impedimento y sólo su mujer Anna y sus cuatro hijas embarcaron a bordo del “Ville du Havre”.

A lo largo de la travesía, otro barco, el «Loch Earn», chocó contra él e hizo que se hundiese en menos de un cuarto de hora. Anna, inconsciente, fue rescatada por la tripulación del «Loch Earn», pero las cuatro chicas fueron engullidas por las aguas. Algunos días más tarde, Anna envió a su marido un breve mensaje: «Salvada, sola». Horatio se embarcó para ir a su encuentro. Durante esa travesía compuso el himno: «Alcancé salvación». Ese himno trajo consuelo y paz a un gran número de cristianos en medio del dolor. A continuación le presentamos la adaptación en español:
***
De paz inundada mi senda ya esté,
O cúbrala un mar de aflicción,
Mi suerte cualquiera que sea, diré:
Alcancé, alcancé salvación.
***
Ya venga la prueba o me tiente Satán,
No amenguan mi fe ni mi amor;
Pues Cristo comprende mis luchas, mi afán
Y su sangre vertió en mi favor.
***
Feliz yo me siento al saber que Jesús,
Libróme de yugo opresor;
Quitó mi pecado, clavólo en la cruz:
Gloria demos al buen Salvador.
***
La fe tornaráse en gran realidad
Al irse la niebla veloz;
Desciende Jesús con su gran majestad,
¡Aleluya! Estoy bien con mi Dios.

Por: La buena semilla

Confiar

...El elemento de confianza es vital (entre otros) en todo tipo de relación, familiar, de amistad, noviazgo y matrimonio y laboral. Se va fortaleciendo a medida que ambas partes están comprometidas a mantener el vínculo. Cuando se interrumpe o llega a la rotura es lo que entendemos por: no confío, no eres de fiar, no se si creer en tí, tienes que ganarte de nuevo la confianza, etc..  Cuando consideramos que en nuestra humanidad todos estamos en el mismo "viaje de vida", similares necesidades o situaciones somos más concientes que aunque podamos confiar en otros; no siempre podran estar presentes ni tienen facultad de rescatar nuestras almas.

...Sin embargo es bueno saber que los que creemos en Dios y a Dios, disfrutamos no solo de confiar en otros, sino que va más allá, cuando otros no pueden estar, Dios sigue con nosotros y a nuestro favor para ayudarnos, podemos confiar en Él plenamente.

Salmos 146.3-5  "No confiés en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.  Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios".

viernes, 4 de abril de 2014

Como aquietar su alma

Cómo aquietar su alma

¿Se apresura durante su tiempo de oración, para poder ocuparse en otras cosas? Si es así, reflexione en el ejemplo de Jesús en su hábito de apartar tiempo para estar con su Padre celestial.
A solas. Aunque Jesús estaba constantemente rodeado de personas, atendiendo sus necesidades, también entendía su propia necesidad de estar a solas. Con frecuencia, después de un intenso período de ministerio, se apartaba de las multitudes, e incluso de sus discípulos, para orar en privado.
Tiempo apartado. No importa qué estuviera pasando, Jesús solía apartar tiempo para descansar en el Espíritu, enfocarse en su relación con el Padre, y fortalecerse física y emocionalmente. Aunque las personas clamaran por Él, su prioridad era proteger este tiempo, sabiendo que su ministerio fluía del mismo.
Quietud. ¿Qué significa “estar quietos”? El Salmo 46.10 nos llama a estar quietos: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Para saber en qué consiste esta paz interior constante, cada cierto tiempo deje de hacer algo en lo que está concentrado, y ponga su alma en contacto con la presencia del Espíritu Santo. En la lectura de hoy, David la describió como el estado de un “niño destetado”, que está en descanso perfecto y feliz, por el solo hecho de estar en los brazos de su madre.
Haga de estas cosas esenciales una prioridad, y cosechará unos inmensos beneficios en su vida de fe. Esto representa un reto en este mundo acelerado y de tantas tareas. Aquiete su corazón delante de Dios, y descubra lo mucho que necesita la paz de su presencia. ¡Es un regalo que no tiene precio!



Por Min En Contacto