La sequía es muy devastadora
para la tierra, alimentos, animales y hombres
muchos han aclamado a Dios por lluvia
Igualmente hechos del polvo también nuestro ser experimenta sequía
y nos urge las aguas refrescantes de sanidad;
que cada día necesitemos que el Señor envíe llovia de su Espíritu
para hacer terreno fértil, fruto abundante
que sane nuestra tierra llenando nuestras vidas
Amén