domingo, 20 de abril de 2014

El resto de la Historia

“El Resto de la Historia”

(Relato sobre la Resurrección de Jesús)
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Después que Jesús murió en la cruz en la tarde de aquel viernes santo, uno de sus seguidores, José de Arimatea pidió el cuerpo de Jesús a Pilatos para sepultarlo. Con él estaba Nicodemo quien había venido de noche a consultar a Jesús y era uno de los miembros del Sanedrín siendo un seguidor de Jesús trajo especias para embalsamar el cuerpo del maestro:
 
Juan 19:38-41
 
Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39  Y Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla de mirra y áloe como de cien libras. 40  Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre los judíos. 41  En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual todavía no habían sepultado a nadie.
Paul Harvey (1918-2009) fue un comentarista de radio que solía dirigir un programa llamado “El resto de la Historia”, en el mismo, Paul se dedicaba a expandir o profundizar un poco más sobre algunos acontecimientos noticiosos del momento, cuando Paul daba su informe siempre terminaba diciendo “y ahora usted sabe el resto de la historia”. En el día de hoy leímos que Jesús fue sepultado en una tumba nueva, que la tumba fue sellada y que todo el mundo se fue a su casa, pero ese no todo, en este sermón les quiero contar “El resto de la Historia”:
La biblia nos cuenta Cristo se levantó de los muertos. Pablo nos habla que el centro de la predicación del evangelio es la proclamación de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús:
 
1 Corintios 15:3-4

 
Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4  que fue sepultado y que resucitó al tercer día,  conforme a las Escrituras .
Nosotros estamos hoy aquí porque creemos ese mensaje de salvación.  Si Cristo no hubiese resucitado de entre los muertos, “seríamos los más miserables de todos los hombres”, eso dijo Pablo.

Las apariciones de Jesús
Los evangelistas históricos cuentan como Jesús se levantó de los muertos el primer día de la semana, domingo en la mañana.  Aunque los datos dados por los escritores son difícil de armonizar, todos concuerdan en una cosa, Jesús resucitó de entre los muertos tal y como lo había dicho y cada uno contó su historia para que nosotros hoy podamos saber que así fue.  Un orden probable provisto por la Enciclopedia Católica basado en la armonía de los cuatro evangelios sobre los principales eventos del Domingo de Resurrección:
 
1.      Las mujeres piadosas (María Magdalena,  María la madre de Jacobo,  y Salomé) van de camino al sepulcro llevando especias que habían previamente preparado para ungir el cuerpo de Jesús en el sepulcro. Se inquietas sobre como remover piedra, sin saber nada de la guardia oficial del sepulcro. (Mt 28, 1-3; Mc 16,1-3; Lc 24,1; Jn 20,1).
 

2.      El ángel que con su brillo atemorizó a los guardias y los hizo salir corriendo; rodó la piedra y se sentó no sobre (ep autou) sino por encima de ella (epano autou) (Mt 28,2-4).
 
3.      Las mujeres (María Magdalena, María la Madre de Santiago, y Salomé) se acercan al sepulcro y ven la piedra movida, sobre lo que María Magdalena vuelve inmediatamente a informar a los Apóstoles (Mc 16,4; Lc 24,2; Jn 20,1-2).
 
4.      Las otras dos mujeres entran al sepulcro, encuentran a un ángel sentado en el vestíbulo y les muestra el sepulcro vacío, les anuncia la Resurrección, y les encomienda avisar a los discípulos y a Pedro que deben ver a Jesús en Galilea (Mt 28,5-7; Mc 16,5-7).
 
5.      Un segundo grupo de mujeres santas, el de Juana y sus compañeras. Llegan al sepulcro, donde probablemente habían quedado en encontrarse con el primer grupo, entran al sepulcro vacío y son avisadas por dos ángeles que Jesús ha resucitado según Él mismo había predicho (Lc 24, 10).
 
6.      No mucho después, Pedro y Juan, quienes fueron avisados por María Magdalena, llegan al sepulcro y encuentran los paños de un modo que excluía toda suposición de que el cuerpo haya podido ser robado, pues simplemente estaban por el suelo, indicando que el cuerpo sagrado había salido de ellos sin siquiera haberlos tocado. Cuando Juan lo percibe, inmediatamente cree (Jn 20, 3-10).
 
7.      María Magdalena regresa al sepulcro, ve primero a dos ángeles dentro, y luego a Jesús mismo (Jn 20, 11-16; Mc 16,9).
 
8.      Los dos grupos de santas mujeres, quienes probablemente se encontraron al regresar a la ciudad, son favorecidas con una visión de Cristo resucitado, quien les encarga decirle a sus hermanos que los verá en Galilea (Mt 28, 8-10: Mc 16,8).
 
9.      Las mujeres relatan sus experiencias a los Apóstoles, pero se topan con su incredulidad (Mc 16,10-11; Lc 24,9-11)
 
10.  Jesús se aparece a los discípulos en el camino de Emaús, y regresan a Jerusalén; los Apóstoles parecen estar entre la duda y la fe. (Mc 16 ,13-35).
 
11.  Cristo se aparece a Pedro, y por eso Pedro y Juan creen firmemente en la resurrección (Lc 24,34; Jn 20,8).
 
12.  Luego del regreso de los discípulos de Emaus, Jesús se aparece a todos los apóstoles excepto Tomás (Mc 16,14; Lc 24,36-43; Jn 20, 19-25).
No todos lo Creen
No cabe duda en nuestros corazones y nuestras mentes que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos tal como la Biblia lo dice, pero eso no significa que todos creen como nosotros creemos.  Hay algunos que ‘dudan’ o simplemente ‘no creen’ que Jesús verdaderamente murió y resucitó de entre los muertos. Aunque la evidencia aun en escritos seculares sobre la existencia de Jesús es innegable, ellos piensan que Jesús fue crucificado, que murió, que fue sepultado PERO nunca resucitó.  Muchos de ustedes estarán al tanto de la noticia que hace un poco tiempo atrás salió donde se decía que la tumba familiar de Jesús había sido hallada y que los huesos de Jesús estaban en una urna.



Sabemos que el querer negar la resurrección de Jesús no es nada nuevo, desde el mismo momento en que Jesús resucitó, los incrédulos han inventando historias y explicaciones para negar la verdad de la resurrección, pero tales intentos han fracasado, lo cierto es que Jesús resucitó y esa es la razón por la que estamos reunidos celebrando no solamente su muerte en la cruz sino también su vida de entre los muertos para nuestra salvación.
¿Cuáles son algunas teorías opuestas?
Hay varias teorías utilizadas para negar la resurrección de Jesucristo:
 
1.      Teoría del desmayo: Existe la teoría de aquellos que afirman que Cristo no murió realmente en la cruz, que su supuesta muerte fue un desmayo temporal, y su resurrección simplemente un volver a la conciencia. Esta teoría fue defendida por Paulus (Exegetisches Handbuch, 1842, II, p. 929) y con algunas modificaciones por Hase (Gesch. Jesu, n 112), pero no concuerda con los datos ofrecidos en los evangelios.
 
a.      La flagelación y la coronación de espinos, el cargar la cruz y la crucifixión, las tres horas en la cruz, y la posterior lanzada del centurión no hubieron tenido como consecuencia un simple desmayo. Su verdadera muerte es certificada por el centurión y los soldados, por los amigos de Jesús y por sus más amargos enemigos.
b.      Su permanencia de 36 horas en el sepulcro sellado, en un ambiente envenenado por cientos de libras de especies, hubieran bastado para causarle la muerte.
c.      Más aún, si Jesús hubiese simplemente vuelto a la conciencia luego de desvanecerse, los sentimientos aquella mañana hubieran sido de conmiseración antes que de júbilo y triunfo, los Apóstoles se hubieran sentido movidos más a cumplir las funciones de un concejo enfermizo y débil que a la misión apostólica, la vida del poderoso “hacedor de milagros” hubiera acabado en una burda soledad y vergonzosa oscuridad, y su preconizada impecabilidad se hubiera tornado en una silente aprobación por Su parte de una mentira como piedra sobre la cual se asentaba Su Iglesia. No sorprende por qué posteriores críticos de la resurrección, como Strauss, se hayan regocijado tanto en una teoría como esta del desvanecimiento para justificar sus críticas.
 
2.      Teoría del Robo: Se dice que los discípulos robaron el cuerpo de Jesús de la tumba, y luego proclamaron a los hombres que su Señor había resucitado. Esta teoría había sido anticipada por los judíos que “dieron una suma de dinero a los soldados, diciéndoles: ‘Digan, sus discípulos vinieron en la noche y robaron el cuerpo mientras dormíamos” (Mt 28, 12ss).
 
Mateo 28:11-13  Y mientras ellas iban, he aquí, algunos de la guardia fueron a la ciudad e informaron a los principales sacerdotes de todo lo que había sucedido. 12  Y después de reunirse con los ancianos y deliberar con ellos, dieron una gran cantidad de dinero a los soldados, 13  diciendo: Decid esto: "Sus discípulos vinieron de noche y robaron el cuerpo mientras nosotros dormíamos." 14  Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros lo convenceremos y os evitaremos dificultades. 15  Ellos tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Y este dicho se divulgó extensamente entre los judíos hasta hoy.

Lo mismo fue señalado por Celso (Orígenes, Contra Celso, II, 56) con algunas diferencias en los detalles.
  a.      Pero asumir que los Apóstoles con un peso tal sobre sus conciencias hubieran predicado un reino de verdad y de justicia como el gran esfuerzo y causa de sus vidas, y que por razón de ese reino hayan sufrido hasta la muerte, sería asumir una de esas imposibilidades morales que pueden suceder en un arranque de exaltación propia de la emoción del momento, pero que hubiera sido dejado de lado a la hora de entrar nuevamente en razón.
 
3.      Teoría de la Visión: Esta teoría, como la entienden generalmente sus defensores no permiten visiones causadas por intervención divina, sino solo aquellas fruto de agentes meramente humanos. Porque si admitimos una intervención divina, también deberíamos creer, en tanto se refiere a los principios, que Dios levantó a Jesús de entre los muertos. Pero, ¿dónde es que entran en esta teoría los agentes humanos que hubieran producido tales visiones? La idea de la resurrección de la tumba era familiar a los discípulos por su fe judía; tenían asimismo vagos indicios en las profecías del Antiguo Testamento, finalmente, el propio Jesús había asociado siempre su Resurrección a las predicciones de su muerte. Por otro lado, el estado de mente de los discípulos era el de un gran entusiasmo; atesoraban el recuerdo de Cristo con un afecto tal que les hacía casi imposible pensar que se había ido. En breve, su estado de mente era tal que necesitaba la más mínima chispa para encender una llamarada. La chispa la proveyó María Magadalena, y la llama inmediatamente se propagó con la rapidez y la fuerza de una conflagración. Lo que ella creyó haber visto, otros inmediatamente pensaron que tenían también que verlo. Sus expectativas fueron cubiertas, y la convicción de que el Señor verdaderamente había resucitado de entre los muertos, abrazó a los miembros de la primera Iglesia. Esta es la teoría de las visiones comúnmente defendida por los críticos de la Resurrección, que por más ingeniosa que parezca, es imposible desde el punto de vista de la historia.
 
a.      Es incompatible con el estado de mente de los Apóstoles, la teoría presupone la fe y la expectativa por parte de los Apóstoles, lo cual desde los hechos, la fe y expectativa de los apóstoles es consecuencia de su visión del Cristo resucitado.
 
b.      Es inconsistente con la naturaleza de la manifestación de Cristo; estas tendrían que haber estado ligadas a la gloria celestial, o deberían haber continuado la anterior relación de intimidad de Jesús con sus discípulos, que en verdad y de manera consistente presentaron en verdad una total nueva fase imposible de haber sido esperada con anterioridad.
 
c.      No concuerda con las condiciones de la comunidad cristiana temprana, luego del primer entusiasmo del domingo de resurrección, los Apóstoles como un cuerpo se caracterizaron por su fría deliberación mas que por el entusiasmo exaltado de una comunidad de visionarios.
 
d.      Es incompatible con la extensión de tiempo que duraron las apariciones; las visiones, según lo que suponen los críticos, hasta donde se sabe nunca han durado mucho, mientras que algunas de las manifestaciones de Cristo duraron un período considerable de tiempo.
 
e.      No es consistente con el hecho de que las manifestaciones se hayan dado a un gran número de personas al mismo tiempo.
 
f.       No concuerda con el lugar donde muchas de las manifestaciones sucedieron: apariciones visionarias se hubieran esperado en Galilea, mientras que la mayor parte de apariciones de Jesús ocurrieron en Judea.
 
g.      Es inconsistente con el hecho de que las visiones terminaran abruptamente el día de la Ascención.
 
4.      Visión Modernista: Un cuarto grupo de opositores a la Resurrección proponen entre otras cosas: “La Resurrección de nuestro Salvador no es propiamente un hecho de orden histórico, sino un hecho puramente del orden sobrenatural ni probado ni probable, el cual la consciencia cristiana ha ido infiriendo poco a poco de otros hechos”.
 
a.      Este postulado concuerda con lo que más adelante explicaba Loisy ("Autour d'un petit livre", p. 8, 120-121, 169; "L'Evangile et l'Eglise", pp. 74-78; 120-121; 171). Según Loisy, primero, la entrada a la vida inmortal de uno resucitado de entre los muertos no es algo susceptible de ser observado; es sobrenatural, un hecho hiperhistórico, incapaz de ser probado históricamente. Las pruebas alegadas para la Resurrección de Cristo son inadecuadas; el sepulcro vacío es apenas un argumento indirecto, mientras que las apariciones del Cristo resucitado están abiertas a sospechas de manera a priori, sensible a impresiones de una realidad sobrenatural; y son evidencia dudosa desde un punto de vista crítico, por razón de las discrepancias en las varias narraciones escriturísticas y el carácter diverso y mezclado de los detalles relacionados a las apariciones. Segundo, si uno prescinde de la fe de los Apóstoles, el testimonio del Nuevo Testamento no provee un argumento cierto al hecho de la Resurrección. Esta fe de los Apóstoles no se preocupa tanto con la Resurrección de Jesucristo, como de su vida inmortal; basados en las apariciones, las cuales son evidencia insatisfactorias desde un punto de vista histórico, pero cuya fuerza se percibe solo por la fe; al ser un desarrollo de la idea de un Mesías inmortal, es una evolución de la consciencia cristiana, aunque al mismo tiempo un correctivo al escándalo de la Cruz. La Santa Sede rechaza ésta visión de la Resurrección cuando la condena en el Decreto “Lamentabili”: “La fe en la Resurrección de Cristo señala desde el principio no tanto al hecho de la Resurrección, sino a la vida inmortal de Cristo con Dios”.
 
El escritor y famoso orador del ministerio 'Campus Crusade for Christ', Josh McDowell, en sus años de juventud en la universidad no creía que Jesús hubiera resucitado de entre los muertos.  Se dispuso a probar a sus compañeros de estudios cristianos que todo esto era una mentira y una fabula mitológica de los cristianos. En su búsqueda Josh McDowell no solo descubrió la verdad sobre la resurrección de Jesús sino que también encontró la salvación. Descubrió que era imposible no creer que Cristo verdaderamente había resucitado. De ahí escribió un libro titulado "Evidencia que requiere un Veredicto".
Recientemente se publicó un artículo titulado "Si yo hubiese falsificado la resurrección de Jesús". El comienza diciendo yo hubiera hecho un sinnúmero de cosas de manera distinta:
1.     Hubiera esperado un periodo de tiempo prudente antes de publicar mi historia.
Pocos historiadores disputan el hecho de que los discípulos comenzaron a predicar las noticias de que la resurección ocurrió poco tiempo después que el evento tomo lugar. Credos como el de I Corintios 15:3-8, son sorprendentemente de temprano origen, posiblemente dos años después del evento.
2.     Hubiera publicado mi historia lejos del lugar de los hechos.
El Dr. William Lane Craig escribió. "uno de los hechos más fascinantes acerca de los primeros cristianos sobre la creencia de que Cristo resucitó se originaron en la misma ciudad donde el fue crucificado. La fe cristiana no comenzó a existir en una ciudad distante, lejos de los testigos quienes conocieron acerca de la muerte y entierro de Jesús. No, todo sucedió en la misma ciudad donde fue públicamente crucificado, bajo los mismos ojos de sus enemigos"
3.     Seleccionaría mis testigos con más cuidado.
Evitaría lo más posible el usar nombres en mi historia, especialmente evitaría los nombres de personas prominentes como testigos. Por lo menos 16 individuos fueron mencionados como testigos en cada historia, y la mención de José de Arimatea como el hombre que enterró a Jesús seria terriblemente peligrosa si es que las historias en los evangelios eran falsas o inventadas. Como miembro del Sanedrín, la "Suprema corte" Judía, el seria muy bien conocido. J.P. Moreland escribe, "Nadie podía haber inventado tal nombre si este no había existido y después decir que era miembro del Sanedrín si este en realidad no fuera el caso."
Sobre todo, yo hubiera evitado testigos dudosos, los cuales harían significante las historias de las primeras apariciones de Jesús--a mujeres--ya que en aquel tiempo y cultura, las mujeres eran considerados testigos inválidos en las cortes de leyes. Si las historias fueran fabricadas, las mujeres nunca serian incluidas en la historia, o por lo menos no como primeras testigos.
4.     Hubiera rodeado el evento con impresionantes despliegues sobrenaturales.
El experto Judío Pinchas Lapide escribe "No leemos en los primeros testimonios [de la resurrección] de ningún espectáculo apocalíptico, sensaciones exorbitantes, o el transformante impacto de un evento cósmico… De acuerdo al los reportes del NT, ningún ojo humano vio la resurrección, no había ni un ser humano presente…Cuan fácil hubiera sido el haber injertado este vacío con invenciones fantásticas! Pero precisamente porque ninguno de los evangelistas se atrevió a mejorar la historia de la resurrección que no fue vista, la imagen total de los evangelios gana aún más credibilidad"
5.     Cuidadosamente hubiera correlacionado mi historia con otros que yo conocía, inventando la leyenda solo donde yo pudiera estar confiado de no ser contradicho.
Muchos criticos han señalado las diferencias y aparentes contradicciones en las historias sobre la resurección. Pero estas son actualmente evidencias de su autenticidad; estas muestran un ingeniosa falta de colaboración, estando de acuerdo y (aparentemente) defiriendo en mucho tal como cualquier evento contado por testigos oculares.
6.     Trataría de sofocar cualquier tipo de investigación
Yo pronunciaría una maldición sobre cualquiera que atentara sustanciar mis reclamos y trataría de infame a cualquiera que se atreviera a requerir evidencia. Sin embargo note la forma en que los discípulos de Jesús fácilmente apelan a que se confirme o se desacredite la evidencia como invitando a una investigación (Hechos 2:32; 3:15; 13:31; 1Corintios 15:3-6).
7.     No predicaría un mensaje arrepentimiento en torno a la resurrección.
Ninguna persona en una mente clara hubiera escogido crear un mensaje ficticio que invitara a la oposición y la persecución de ambas autoridades religiosas o civiles de aquellos días. Hubiera sido mucho mas fácil e inteligente haber predicado un mensaje menos controversial- concentrándome en las enseñanzas de amor de Jesús, quizás así librándome a mí mismo y a los miembros de mi nueva religión de muchos problemas.
8.     Evitaría el morir por mi mentira
Lee Strobel ha escrito "Las gente muere por sus creencias religiosas si creen sinceramente que estas son verdad, pero la gente no muere por su creencias religiosas si cree que sus creencias son falsas.”
No hay falta de Evidencia
 
Los que dudan y prefieren no creer que Jesús verdaderamente resucitó de entre los muertos no lo hacen por falta de evidencias.  Hay pruebas suficientes e irrefutables de que Cristo fue resucitado, los que no creen lo hacen por falta de fe, a consecuencia de la dureza de sus corazones.  La biblia dice que Jesús dio “pruebas indubitables” de que Jesús se había levantado de entre los muertos:
 
Hechos 1:1-3
En mi primer escrito,  Teófilo,  me referí a todas las cosas que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo 2 hasta el día en que fue recibido arriba,  después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. 3  A ellos también,  después de haber padecido,  se presentó vivo con muchas pruebas indubitables,  apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.
 
La iglesia cristiana a través de los años está tan segura que Cristo ha resucitado que desde el primer siglo repite El Credo Apostólico de la siguiente manera:
 
Creo en Dios Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra;
Y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro,
quien fue concebido por el Espíritu Santo,
nació de la virgen María;
padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos;
al tercer día resucitó de entre los muertos;
ascendió al cielo y está sentado
a la diestra de Dios Padre Todopoderoso,
de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo,
y la vida perdurable, Amén.
 
 
El Resto de la Historia
 
Podemos estar seguros en que Cristo no solamente resucitó de los muertos sino que nos ha prometido que nosotros seremos también resucitados para estar eternamente con Él.  La tumba o el sepulcro no es nuestro destino final, hay algo mejor después de la muerte pero eso es solo para aquellos que mueren con Él.
 
Lucas 20:17-18  Pero él,  mirándolos,  dijo: --¿Qué,  pues,  es lo que está escrito?:  ""La piedra que desecharon los edificadores  ha venido a ser cabeza del ángulo". 18  "Todo el que caiga sobre aquella piedra,  será quebrantado;  pero sobre quien ella caiga,  lo desmenuzará.
 
Jesús es esa piedra desechada, El es una roca de socorro o de destrucción.  Si usted cree que Jesús ha resucitado de entre los muertos y pone su fe en el cómo su Señor y salvador, usted es salvo por esa roca; PERO si usted no cree que Jesucristo se levantó o si no confía en el cómo su único señor y salvador, usted será condenado, la roca caerá sobre usted y le destruirá.  Hoy es el día de salvación, si oyeres hoy su voz no endurezcas tu corazón.  Y AHORA USTED SABE… “EL RESTO DE LA HISTORIA.”
 
Una ‘Triple’ Invitación
 
La invitación es a: (1) salvación (2) compromiso y (3) santificación
 
Muchos se empeñan en buscar maneras de negar la muerte y resurrección de Jesús, otros aunque piensan que eso pudo haber sido cierto, simplemente no se comprometen a confiar sus vidas en aquel que puede librarles de la condenación y la muerte eterna.  Otros piensan que no hay que ser ‘tan fanáticos’ ni ‘religiosos’ y no dan el paso para vivir una vida digna de la fe que en la resurrección que han profesado.
 
Salvación: Si usted no cree que Jesús ha resucitado llegará a la condenación eterna.  Le invito fuertemente a que ponga su confianza en Cristo, el único salvador que puede librarle de la condenación eterna. La Biblia es clara cuando nos dice “porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en el cree no se pierda mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Quiera Dios que usted que me escucha en este día sea uno de aquellos llamados “todo aquel que cree”, y si usted cree tenga confianza que Dios nos da palabra fiel:
 

2 Timoteo 2:11
 
Palabra fiel es ésta: Que si morimos con El, también viviremos con El;
 
Compromiso: Quizás usted está aquí sentado y ha aceptado la realidad de que Jesús fue crucificado, murió, fue sepultado y resucitó al tercer día pero es algo lo cual usted guarda para sí mismo, nunca le cuenta a otros de que ellos necesitan creer lo mismo para ser salvos como usted lo es.  No sea uno que simplemente asiste a los cultos de la iglesia, comprométase a contar a otros la maravilla de la resurrección de Cristo y a decirles como ellos también pueden ser salvos.
 
Hechos 26:22-23  Pero habiendo obtenido auxilio de Dios,  persevero hasta el día de hoy[17]  dando testimonio a pequeños y a grandes,  no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: 23  Que el Cristo había de padecer,  y ser el primero de la resurrección de los muertos,[18]  para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
 
Santificación: finalmente, usted puede ser que pertenezca al grupo de aquellos que aunque creen su vida personal no da frutos de que pertenece al grupo de los que se identifican con la muerte y resurrección de Cristo.  Usted probablemente no viva en la vida nueva que Dios desea para usted y sigue con las costumbres pasadas:
 
Romanos 6:1-13
 
¿Qué,  pues,  diremos?  ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2  ¡De ninguna manera!  Porque los que hemos muerto al pecado,[1]  ¿cómo viviremos aún en él? 3  ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados[3]  en Cristo Jesús,  hemos sido bautizados en su muerte?, 4  porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo,  a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre,  así también nosotros andemos en vida nueva. 5  Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte,  así también lo seremos en la de su resurrección; 6  sabiendo esto,  que nuestro viejo hombre  fue crucificado juntamente con él,  para que el cuerpo del pecado sea destruido,  a fin de que no sirvamos más al pecado, 7  porque,  el que ha muerto ha sido justificado del pecado. 8  Y si morimos con Cristo,  creemos que también viviremos con él, 9  y sabemos que Cristo,  habiendo resucitado de los muertos,  ya no muere;  la muerte no se enseñorea más de él. 10  En cuanto murió,  al pecado murió una vez por todas; pero en cuanto vive,  para Dios vive. 11  Así también vosotros consideraos[12]  muertos al pecado,  pero vivos para Dios en Cristo Jesús,  Señor nuestro. 12  No reine,  pues,  el pecado en vuestro cuerpo mortal,  de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; 13  ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad,  sino presentaos vosotros mismos a Dios[14]  como vivos de entre los muertos,  y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
 
La resurrección de Cristo es un fuerte incentivo para moverle a usted a santificación para con Dios y apartarse de la vida de pecado. No deje pasar esta oportunidad para pedir a Dios que le ayude a cambiar de vida y comience a vivir una vida de santidad para Dios.


Por  Jorge L Trujillo