viernes, 28 de noviembre de 2014

Restáurame Jesús


Cuantas ocasiones has experimentado
que tu vida está vacía sin sentido
que en el camino tienes perdida trás perdida
momentos en los cuales
solo el Todopoderoso puede intervenir y ministrar
Ello te hace concientizar de la necesidad
que el Alfarero de excelencia
trabaje sobre tu vida
Pídele en esta hora
Restáurame Jesús
y obra nueva Él hará



jueves, 27 de noviembre de 2014

Ahora que ya no ves nada

Ahora que ya no ves nada

Ahora si.
Ya no ves nada favorable.
Todo se te ha venido en contra y en forma progresiva.
Tantas situaciones INEXPLICABLES e INESPERADAS que te han sucedido…!!!
Te pones a pensar y te preguntas: Y ahora que más me va a acontecer?
Nada menos este dia…No sabes QUÉ hacer.
No sabes CÓMO proceder.No sabes DÓNDE dirigirte.
Ya todos los recursos humanos, materiales y naturales te fallaron. Hoy si que te sientes atado de pies y manos.

No dispones los recursos que necesitabas para solventar tu problema hoy.
El día está pasando y va a finalizar, y NADA.
Nadie puede ayudarte hoy.
Has llegado a un punto de IMPOSIBILIDAD total.
Por qué tiene que ser así?
Porque a pesar que estás haciendo las cosas en orden y como Dios te lo habia demandado, no ves la solución que esperabas?
Todo se te está poniendo peor.
NO VES NADA…!!!
Tus ojos naturales ya no aplican en este caso que consideras perdido; y tu lógica mucho menos.
SABES TU POR QUÉ TE ESTA ACONTECIENDO TODO ESTO?
Te acontece porque Dios quiere subirte de nivel espiritual: Quiere activarte los ojos de la FE; pero para ello es necesario pasar por etapas como las que estás atravesando hoy. Ahora Dios te está activando los OJOS DE LA FE.
LEE BIEN LO QUE A CONTINUACIÓN TE ESCRIBO:
Es totalmente imposible tener fe, cuando estás viendo algún INDICIO FAVORABLE de que las cosas sucedan.
Detente y vuelve a leer la frase anterior. Digiérela… léela una y otra vez hasta que lo hayas comprendido bien.
Esto es clave que lo entiendas…No tienes que ver ahora en este momento, ningún indicio favorable, pues entonces ya no sería FE.
Para ver con los ojos de la fe es necesario que NO VEAS NADA POSIBLE en ese momento.
Fíjate bien: NADA POSIBLE EN ESE MOMENTO. Ese es el punto hacia donde Dios te quiere llevar.
Dios quiere que NO VEAS NADA POSIBLE en esta situación insoportable que estás atravesando. Quiere que llegues a ver las cosas con CERO posiblidades de todo desde el punto de vista lógico o natural.


Es ahora cuando Dios desea que le creas a pesar que no veas NADA; desea que le creas aunque sea demasiado TARDE; desea que le creas aunque ya no puedas hacer nada humanamente hablando.
Recuerdalo otra vez:
DIOS TE ESTÁ ABRIENDO LOS OJOS DE LA FE, pero para que puedas ver con ellos es necesario que sean ejercitados por medio de situaciones difíciles o imposibles como la que estás atravesando hoy.
Es necesario que con conviccion plena declares lo que un dia el apóstol Pablo declaró:
PORQUE POR LA FE ANDAMOS, NO POR VISTA.
2 Corintios 5:7


Por Reflexiones Cristianas

martes, 25 de noviembre de 2014

Los tres árboles


Los tres árboles


“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”  Romanos 8:28

Era una vez, en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles juntos que pensaban sobre lo que querían llegar a ser cuando fueran grandes.


El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo, "Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y ser lleno de piedras preciosas. ¡Yo seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo!".

El segundo arbolito miró un pequeño arroyo realizando su camino al océano y dijo, "Yo quiero viajar a través de aguas temibles y llevar reyes poderosos sobre mí. ¡Yo seré el barco más imponente del mundo!".

El tercer arbolito miró hacia el valle que estaba abajo de la montaña y vio hombres y mujeres trabajando en un pueblo, "Yo no quiero irme de la cima de la montaña nunca. Yo quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se pare a mirarme, levanten su mirada al cielo y piensen en Dios. ¡Yo seré el árbol más alto del mundo!".

Los años pasaron. Llovió, brilló el sol, y los pequeños árboles crecieron alto.
Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo, "¡Qué árbol tan hermoso es éste!", y con la arremetida de su hacha brillante el primer árbol cayó, "Ahora me deberán convertir en un baúl hermoso, deberé contener tesoros maravillosos!", dijo el primer árbol. El segundo leñador miró al segundo árbol y dijo, "Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mí". Y con la arremetida de su hacha brillante, el segundo árbol cayó. "¡Ahora deberé navegar aguas temibles!", pensó el segundo árbol, "Deberé ser un barco imponente para reyes temidos y poderosos".

El tercer árbol sintió su corazón sufrir cuando el último leñador lo miró. El árbol se paró derecho y alto y apuntando ferozmente al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba y dijo, "Cualquier árbol es bueno para mi". Y con la arremetida de su hacha brillante, el tercer árbol cayó.

El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó a una carpintería. Pero el carpintero lo convirtió en una caja de alimento para animales de granja. Aquel árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni lleno de tesoros, sino que fue cubierto con polvo de cortadora y lleno con alimento para animales de granja hambrientos.



El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido ese día. En lugar de eso aquel árbol fuerte fue cortado y convertido a un simple bote de pesca, era demasiado chico y débil para navegar en el océano, ni siquiera en un río, y fue llevado a un pequeño lago.

El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un almacén de madera. "¿Qué estará pasando?", fue lo que se preguntó el árbol, "Yo todo lo que quería era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar a Dios..."

Muchísimos días y noches pasaron. A los tres árboles ya casi se les habían olvidado sus sueños.

Pero una noche, una luz de estrella dorada alumbró al primer árbol cuando una joven mujer puso a su hijo recién nacido en la caja de alimento. "Yo quisiera haberle podido hacer una cuna al bebé", le dijo su esposo a la mujer, la madre le apretó la mano a su esposo y sonrió mientras la luz de la estrella alumbraba a la madera suave y fuerte de la cuna. Y la mujer dijo, "Este pesebre es hermoso". Y de repente, el primer árbol supo que contenía el Tesoro más grande del mundo.

Una tarde, un viajero cansado y sus amigos se subieron al viejo bote de pesca. El viajero se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente hacia adentro del lago.

De repente, una impresionante y aterradora  tormenta llegó al lago, el pequeño árbol se llenó de temor, él sabía que no tenía la fuerza para llevar a todos esos pasajeros a la orilla a salvo con ese viento y lluvia. El hombre cansado se levantó, y alzando su mano dijo "calma".

La tormenta se detuvo tan rápido como comenzó. Y de repente el segundo árbol supo que él llevaba navegando al Rey del cielo y de la tierra.

Un día en la mañana el tercer árbol se extrañó cuando sus tablas fueron tomadas de aquel almacén de madera olvidado. Se asustó al ser llevado a través de una impresionante multitud de personas enojadas. Se llenó de temor cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió feo, áspero y cruel.

Pero un domingo por la mañana, cuando el sol brilló y la tierra tembló con júbilo debajo de su madera, el tercer árbol supo que el Amor de Dios había cambiado todo. Esto hizo que se sintiera fuerte, y cada vez que la gente pensara en el tercer árbol, pensarían en Dios. Eso era mucho mejor que ser el árbol más alto del mundo.

La próxima vez que te sientas deprimido porque no conseguiste lo que tu querías, sólo siéntate firme, y sé feliz porque Dios está pensando en algo mejor para darte.

Autor Desconcido

lunes, 24 de noviembre de 2014

Mejor restaurar que condenar

Mejor restaurar que condenar





Hermanos, aun si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, restáurenlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Gálatas 6:1


Con el benigno Te muestras benigno, Con el íntegro Te muestras íntegro.


Salmos 18:25

Una actitud de gracia y misericordia para con el caído debe ser parte esencial del equipaje espiritual de todo creyente. Cuando un hermano cae, debemos inmediatamente reflexionar sobre nuestra propia experiencia y condición, y esforzarnos por ayudar a restaurarlo y dejarlo más fuerte y en mejor condición espiritual que antes de caer.
Ese es el entendimiento que está detrás de las palabras del apóstol Pablo en Gálatas 6:1: 1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
En este versículo, la palabra “restauradle” viene del verbo griego katartizo, el cual entre otras cosas se refería a la reparación de redes o la restauración de un hueso quebrado. La idea en ambos casos es reparar algo que está dañado y dejarlo en perfecta condición, como si nada hubiera sucedido. Lo que Pablo está diciendo es que en vez de condenar al creyente cuando cae o comete un error, lo primero que debemos hacer es recordar deliberadamente nuestra propia condición imperfecta, e inmediatamente tratar de ayudar al hermano caído a restaurarse y seguir su jornada hacia la santidad con más fuerza y entusiasmo que antes de caer. Ese proceso de restauración podrá en ocasiones involucrar algún tipo de disciplina, pero siempre tendrá que infundir esperanza, y estar penetrado por un profundo sentido de gracia y misericordia hacia el caído.
El que ha recibido misericordia de parte de Dios, debe dar misericordia a los demás. Debemos siempre recordar cuán difícil ha sido para nosotros el camino hacia la santidad, a fin de estar dispuestos a extenderle compasión y asistencia al caído. Para el que reconoce su verdadera condición ante Dios, siempre le resultará más fácil restaurar que condenar.


Dr. Roberto Miranda


viernes, 21 de noviembre de 2014

Conoced que EL es Dios


No temas, no se turbe tu alma dentro de tí
Conoced que El es Dios
Descanse tu alma y repose en su presencia
pues no hay otro como Él
Aquieta tus pensamientos
Asienta tus emociones
Déjate vivificar en el Espíritu
Estad quieto y conoced que El es Dios
y en silencio escucha su dulce y tierna voz



jueves, 20 de noviembre de 2014

Los destructores del Amor

Los Destructores del Amor


En 1977 el Dr. Harley desarrolló un concepto revolucionario, El Banco Emocional del Amor, para explicar cómo los sentimientos de amor se crean y se destruyen. De manera que cada experiencia que tenemos con nuestro cónyuge afecta radicalmente el saldo en nuestro Banco del Amor.
A través del día, la semana, el mes y el año hacemos depósitos o retiros a la cuenta.

art-amor07Cuando las cosas van bien en la relación es porque hemos hecho varios depósitos y esos depósitos son acreditados a nuestra cuenta; somos felices y nos sentimos amados.
Sin embargo, cuando las cosas no van bien es porque hemos hecho varios retiros del Banco Emocional; somos infelices y nos sentimos frustrados.
Las relaciones que están a punto del fracaso se debe a que su cuenta en El Banco del Amor está sobregirada; y esa relación es caracterizada por sentimientos de odio, indiferencia y apatía.
En su libro, Love Busters, el Dr. Harley identifica seis hábitos que destruyen el amor romántico.
  1. Exigencias – Forzar a tu cónyuge a hacer algo a base de amenazas o castigos si él/ella se niega hacerlo.
  2. Quejas Condenatorias –  Intentar cambiar las actitudes, creencias, y comportamiento de tu cónyuge al tratar de forzar tu manera de pensar a través de regaños, críticas, amenazas, sarcasmo, y ridiculizar.
  1. Arranques de Ira – Intencionalmente herir a tu cónyuge para castigarlo o “enseñarle” una lección a través de los gritos, la humillación y el abuso físico.
  2. Deshonestidad – Fallar en revelarle a tu cónyuge tus pensamientos, sentimientos, gustos, disgustos, historial personal, actividades diarias, y planes futuros. Ocultarle información o darle una falsa impresión.
  3. Costumbres Irritantes – Costumbres que te molestan de tu cónyuge como su mala postura, sus hábitos de comer, su tono de voz, su estilo de vestir, sus hábitos de limpieza, etc.
  4. Conductas Independientes –  Comportamientos realizados sin tomar en consideración los sentimientos de tu cónyuge. Planear y realizar actividades sin tomar en cuenta la opinión de tu cónyuge.
Como puedes ver, estos hábitos causan enormes retiros en el Banco del Amor y p
or consiguiente destruyen el amor en la relación. De manera que si quieres reactivar sentimientos de amor, evita a todo costo hacer retiros y esfuérzate por hacer depósitos. Al hacerlo, te garantizo que el amor volverá a brillar.

Jorge Cota



martes, 18 de noviembre de 2014

Un vaso de leche


Un vaso de leche

Un muchacho pobre, vendía mercancías casa por casa, para pagar sus estudios universitarios, un día vio que solo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenía hambre.
Decidió que pediría comida en la próxima casa, sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer le abrió la puerta; y en lugar de comida pidió un vaso de agua.
Ella percibió que el joven tenía hambre, así que le trajo un gran vaso de leche. El lo bebió, y entonces
preguntó:
-¿Cuánto le debo?-
-No me debes nada contestó ella, mi madre siempre nos enseñó que nunca debemos aceptar dinero por amar y ayudar al prójimo.
El le dijo...  -Entonces, le agradezco de todo corazón...!
Cuando Howard Kelly se fue de esa casa, no solo se sintió más fuerte, si no que también su Fe en Dios y en los hombres era más sólida. Había estado listo a rendirse y dejarlo todo, pero la actitud de esa mujer le llevo a seguir adelante.
Años después esa mujer enfermó gravemente. Los médicos locales no pudieron darle una solución y finalmente le enviaron a la gran ciudad y llamaron al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando este oyó el nombre del pueblo de donde venía la paciente, se le iluminaron los ojos.
El Dr. Kelly subió de inmediato para ver a la paciente, la reconoció enseguida y empezó a ver los estudios y análisis, para determinar cual era la mejor forma de salvarle la vida  Desde ese día el prestó, la máxima dedicación a este caso.
Después de una larga lucha, la mujer ganó la batalla..!  Estaba totalmente recuperada..!
Con preocupación y timidez, la mujer pidió que le trajeran la cuenta, y como el hospital era de categoría, pensó que tal vez tendría que trabajar toda su vida para pagar todo el tratamiento.
Al cabo de unos minutos, recibió un sobre de la administración del hospital. Con nerviosismo, lo abrió, y para su sorpresa pudo leer lo siguiente:

Esta factura fue pagada hace muchos años con un vaso de leche.
(Firmado) Dr. Howard Kelly

Lagrimas de alegría inundaron sus ojos y con su corazón lleno de felicidad, agradeció a Dios:
“Gracias, Señor porque tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones de los hombres”
“Nada en la vida podrá separarnos del amor de Dios” Romanos 8:38

Autor Desconocido

lunes, 17 de noviembre de 2014

Elemento esencial para ...

Elemento esencial para la meditación




Leer | Salmo 37.7

Solemos escuchar un popular llamado a la acción: “No te quedes ahí parado —¡haz algo!” Pero hay un peligro inherente en esta manera de pensar, si tratamos de introducirla a la fuerza en nuestra vida espiritual.
Muy comúnmente, ya sea que lo manifestemos o no, actuamos como si Dios necesitara nuestra ayuda. Luchamos con Él por cierto grado de control sobre nuestra vida. En efecto, orgullosamente afirmamos nuestra autoridad, y proclamamos: “Bueno, Señor, creo que esto es lo que Tú quieres que suceda, así que voy a trabajar, y a trabajar, y a trabajar, hasta lograrlo”.
En algún rincón de nuestra mente, escuchamos: “Ayúdate, que yo te ayudaré”. En efecto, muchos cristianos creen que este consejo se encuentra en la Biblia, cuando no es así.
En realidad, esta afirmación es totalmente contraria a la Palabra de Dios, que en vez de eso nos dice: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” (Sal 46.10). El Padre celestial sabe que no podemos ayudarnos a nosotros mismos. Esa es precisamente la razón por la que envió a su Hijo a morir —porque éramos totalmente impotentes para mejorar nuestra condición pecaminosa (Ro 5.8).

Al mismo tiempo que busquemos hacer la voluntad de Dios, no debemos olvidar su llamado fundamental a la quietud delante de Él. Cuando estamos quietos en su presencia y enfocados en Él, nos ponemos en la posición más dócil para aprender.
¿Está usted demasiado ocupado tratando de equipararse con Dios? Renuncie a sus esfuerzos y simplemente estese quieto. Lo que descubra en la quietud puede revolucionar su llamamiento.


Por Min En Contacto

viernes, 14 de noviembre de 2014

Como el sándalo

Que seamos Señor tipo del árbol
como el sándalo que perfuma
a todos cuantos están a su lado
Que en las ofensas no seamos vengativos
sino perdonemos como somos por Tí perdonados
Y permee la fragancia de Cristo






jueves, 13 de noviembre de 2014

El Dios de toda consolación

El Dios de toda consolación




Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación.
2 Corintios 1:3

Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.
Salmos 147:3


Los que hemos experimentado la bondad de Dios, de seguro tendremos pruebas suficientes de su misericordia infinita. ¿Quién no ha tenido pruebas que lo han derribado temporalmente acompañadas de una avalancha de dolor y de tragedias que desgarran el alma hasta desfallecer? ¿Acaso estamos los cristianos exentos de pasar por tribulaciones y tiempos de angustia? Nos engañamos si decimos que no. Vivir una vida victoriosa en Cristo no nos libra en ocasiones de los ataques despiadados del príncipe de las tinieblas. Pero…bueno es saber que tenemos un Padre de misericordias que nos consuela.
La Biblia nos habla de un Dios que no escatimó nunca el estar al lado de los quebrantados de corazón, de los que sufren, de los que padecen transitando por un desierto aparentemente sin oasis a la redonda, de los que lloran sin consuelo sumergidos en los padecimientos de la carne. La gracia sobrenatural de Dios en estos casos, no solamente se manifiesta para curar las heridas de las batallas de la vida, sino para traer también el consuelo que restaura la esperanza para seguir andando por su misericordia. ¡Sólo tenemos que llamarlo y esperar pacientemente!
Uno de las más piadosas, pero también más difíciles tareas del cuerpo de Cristo es ministrar consolación a los hermanos que padecen temporalmente de una pena grave, que puede ir desde la pérdida de un empleo hasta la de un ser querido, pero sucede que si el que consuela no ha transitado por el mismo dolor del que sufre la pena, ninguna palabra rebuscada para consolar, ni versículo bíblico para la ocasión, ni abrazos sentidos, ni ojos humedecidos por la solidaridad, bastan (a veces) para menguar el padecimiento; ese horrible tormento que te desarraiga de la vida y te convierte sin quererlo en un perfecto miserable. Pero Él, sí es un Padre de misericordias y un Dios de consolación.
A Él debes acudir. Su sanidad sobrenatural, su gracia desbordada como ungüento de la mejor elaboración, en nada se compara con lo que nosotros, con la mejor intención cristiana, podríamos hacer. El consuelo que emerge de la acción sobrenatural de Dios es el que cura verdaderamente. Cuando uno se sabe consolado por el mismo Dios y llega a experimentar el consuelo sanador, comienza a estar apto para consolar a otros. Pablo lo dice con acierto: “(Dios)… quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren”. (2 Corintios 1:4)
Quienes hemos sentido esa sanidad divina reparadora de un alma partida en dos por el dolor, (yo el primero de todos) se sabe haber sido depósito e instrumento de un grande milagro de Dios. Cuando todo parecía desmoronarse a nuestro alrededor, un clamor desesperado obró la presencia del Consolador en Espíritu y devoró suavemente las amarguras que nos mataban poniendo paz sobreabundante y sanidad del corazón. Damos gracias a Dios por los muchos hermanos a los que Dios ha dado el don de la ministración para los tiempos de quebrantos. Yo mismo he sentido ese amor solidario de los que se deshacen en amor para aliviarnos. Estoy seguro que la mayoría de ellos también un día presentaron a Dios sus llagas producidas por el dolor. Aun teniéndoles cerca, sabiendo que están ahí, dispuestos a servirnos por amor, es nuestra búsqueda de la divina providencia, del poder de la gracia incomparable de nuestro Señor, las que nos dan la mejor medicina y la más preciosa consolación.

Por Hno. Faustino De Jesús

martes, 11 de noviembre de 2014

El árbol generoso

El árbol generoso


 un árbol que amaba a un pequeño niño. Y todos los días el niño venía y recogía sus hojas para hacerse con ellas una corona y jugar al rey del bosque.
Subía por su tronco y se mecía en sus ramas y comía manzanas. Y ambos jugaban al escondite. Y, cuando estaba cansado, dormía bajo su sombra y el niño amaba al árbol… mucho.
Y el árbol era feliz.
Pero el tempo pasó. Y el niño creció. Y el árbol se quedaba a menudo solo. Pero un día, el árbol vio venir a su niño y le dijo: “Ven, Niño, súbete a mi tronco y mécete en mis ramas y come mis manzanas y juega bajo mi sombra y sé feliz”. “Ya soy muy grande para trepar y jugar,” dijo él.
“Yo quiero comprar cosas y divertirme. Necesito dinero. ¿Podrías dármelo?” “Lo siento”, dijo el árbol, pero yo no tengo dinero. Sólo tengo hojas y manzanas. Coge mis manzanas y véndelas en la ciudad. Así tendrás dinero y serás feliz. Y, así, él se subió al árbol, recogió las manzanas y se las llevó.
Y el árbol se sintió feliz.
Pero pasó mucho tiempo y su niño no volvía… y el árbol estaba triste. Y entonces, un día, regresó y el árbol se agitó alegremente y le dijo, “Ven, Niño, súbete a mi tronco, mécete en mis ramas y sé feliz”. “Estoy muy ocupado para trepar árboles,” dijo él. “Necesito una casa que me sirva de abrigo”.
“Quiero una esposa y unos niños, y por eso quiero una casa. ¿Puedes tú dármela?” “Yo no tengo casa”, dijo el árbol, “El bosque es mi hogar, pero tú puedes cortar mis ramas y hacerte una casa. Entonces serás feliz. Y así él cortó sus ramas y se las llevó para construir su casa.
Y el árbol se sintió feliz.
Pero pasó mucho tiempo y su niño no volvía. Y cuando regresó, el árbol estaba tan feliz que apenas pudo hablar. “Ven, Niño” susurró. “Ven y juega “ “Estoy muy viejo y triste para jugar”, dijo él. “Quiero un bote que me lleve lejos de aquí. ¿Puedes tú dármelo?” “Corta mi tronco y hazte un bote”, dijo el árbol.
“Entonces podrás navegar lejos… y serás feliz”. Y así él cortó el tronco y se hizo un bote y navegó lejos.
Y el árbol se sintió feliz… pero no realmente.
Y después de mucho tiempo su niño volvió nuevamente. “Lo siento, Niño”, dijo el árbol, “pero ya no tengo nada para darte- Ya no me quedan manzanas”. “Mis dientes son muy débiles para comer manzanas”, le contestó. “Ya no me quedan ramas” dijo el árbol. “Tú ya no puedes mecerte en ellas-”
“Estoy muy viejo para columpiarme en las ramas”, respondió él. “Ya no tengo tronco” dijo el árbol. “Tú ya no puedes trepar-” “Estoy muy cansado para trepar” le contestó. “Lo siento” se lamentó el árbol “Quisiera poder darte algo… pero ya no me queda nada. Soy solo un viejo tocón. Lo siento…
“Yo no necesito mucho ahora,” contestó él, “solo un lugar tranquilo para reposar. Estoy muy cansado.”
“Bien”, dijo el árbol reanimándose, “un viejo tocón es bueno para sentarse y descansar. Ven, Niño, siéntate. Siéntate y descansa”.
Y él se sentó… y el árbol fue feliz.

Por Shel Silverstein

lunes, 10 de noviembre de 2014

El dilema de la ...


El dilema de la colaboración con los incrédulos


Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya no sirve para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
¿Andan dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?




Las profundas palabras de Jesucristo: "Están en el mundo pero no son del mundo" constituyen una espinosa paradoja para la Iglesia. Estamos llamados a apartarnos del mundo y separarnos para el servicio a un Dios infinitamente santo. Pero también se nos insta a ser sal de la tierra, a ser eminentemente astutos y flexibles, adaptándonos sabiamente a nuestro contexto social a fin de, como dice Pablo, “de todos modos salvar a algunos” (ver I Corintios 9:19-23).
Sin duda alguna, los hijos de Dios estamos llamados a cultivar oportunidades para compartir nuestro testimonio y nuestra fe con los que no conocen el evangelio. Esto inevitablemente nos llevará a tener contacto, y a veces hasta a colaborar, con instituciones y gente que no comparte nuestros valores cristianos.
Por otra parte, la Biblia nos advierte una y otra vez contra la asociación íntima con los incrédulos. Amós 3:3 pregunta retóricamente, “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo”? La respuesta obvia es, “No”. En 2 Corintios 6:14-16 el apóstol Pablo nos advierte seriamente:
14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.
Entre estas dos dimensiones de la Palabra--colaboracion y separacion--siempre habrá una tensión para el creyente. Inevitablemente, si nos movemos en el mundo, habrá ocasiones en que los linderos bíblicos en cuanto a la colaboración con los incrédulos no serán totalmente claros y definidos.
La iglesia que dirijo, por ejemplo, tiene ministerios de servicio social que la llevan a recibir cantidades significativas de dinero de parte del gobierno federal de Estados Unidos, así como de agencias filantrópicas privadas con valores profundamente seculares. Nuestro involucramiento social nos ha permitido proyectar un testimonio muy positivo a la comunidad secular, impactando a las autoridades de nuestra ciudad, así como a otros sectores de la sociedad dentro de la cual desempeñamos nuestro ministerio.
Estoy muy consciente de que nuestros valores morales y espirituales frecuentemente están diametralmente opuestos a algunos de los valores que sostienen estas instituciones. En todo momento, tanto nuestro personal como yo estamos claros en que jamás permitiremos que nuestros valores cristianos sean comprometidos a fin de recibir o mantener ningún tipo de ayuda de parte del mundo secular. Sin embargo, siempre existe una tensión, y continuamente tenemos que plantearnos la pregunta de si estamos manteniendo firmemente nuestros valores en medio de esa colaboración inevitable con el mundo.




Creo que parte de la solución a este dilema reside en diferenciar entre gente que simplemente no comparte nuestros valores, y que se fundamenta en una postura más bien neutral o aun escéptica con respecto a los valores del cristianismo, y aquellos que sostienen una postura militantemente anti-cristiana, con valores abiertamente opuestos a los postulados de nuestra fe.



En el pasaje de 2 Corintios 6:14-16 citado anteriormente, Pablo emplea palabras muy gráficas y fuertes para referirse a las personas con las cuales los creyentes deben evitar tener intimidad. La idea principal en la mente del apóstol parece ser ese segmento de la sociedad claramente comprometido con el mundo de las tinieblas, los que practican abiertamente el culto a los ídolos y los demonios (“¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial”)? Además, Pablo parece estarse refiriendo sobre todo a un tipo de asociación íntima con los incrédulos. Por eso emplea términos como “yugo desigual”, “compañerismo” y “concordia”, palabras que sugieren una relación estrecha más que una colaboración superficial que no compromete al creyente a sacrificar sus valores espirituales.
Dicho todo esto, hay que reconocer que aun así, la colaboración con los no creyentes, aunque se lleve a cabo con mucha cautela y cuidado, siempre representará un asunto muy delicado e incómodo para los hijos de Dios. Requerirá gran lucidez espiritual, mucha oración y reflexión, y un continuo asesoramiento de nuestras relaciones con ese sector de la sociedad. En todo momento, el valor preponderante deberá ser mantenernos fieles a Dios, y jamás comprometer los valores de nuestra fe.
Si el valor primordial que motiva nuestras acciones es el de glorificar a Dios y salvar almas, y primeramente nos encomendamos a la dirección del Espíritu Santo al emprender nuestros esfuerzos evangelísticos, estaremos cubiertos cuando demos esos saltos mortales que exige la inevitable colaboración con los incrédulos.




Dr. Roberto Miranda

viernes, 7 de noviembre de 2014

Saca mi alma de la cárcel





Gran Yo Soy
El Eterno
La vida abundante
Clamamos que saques de la cárcel
las almas que van por caminos
que conducen a dolor y muerte
Que puedan alabar y bendecir tu persona y nombre



jueves, 6 de noviembre de 2014

El Profe

El Profe

Era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo.
Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio,se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo:

- Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburridora.
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- Cuando alguien te ofrece algo que no quieres, ¿lo recibes?
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
- Por supuesto que no – contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.
- Bueno, – prosiguió el profesor -, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.
- No entiendo a qué se refiere. – dijo el alumno, confundido.
- Muy sencillo, – replicó el profesor -, tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo, y yo, mi amigo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad.
Muchacho, – concluyó el profesor en tono gentil -, tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa.
Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón pero de mí depende lo que yo cargo en el mío.
Cada día, en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que decidas cambiarlo.
Si te ofrecen envidia, rabia e insultosy decides no aceptarlos, continurán perteneciendo a quién los llevaba consigo.
Es tan grande la libertad que nos da Dios que hasta tenemos la opción de amargarnos o ser felices.
¿Qué escogiste tú?
Proverbios 12:18
Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina
Eclesiastés 10:12
Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina.
Proverbios 10:19
En las muchas palabras no falta pecado: Mas el que refrena sus labios es prudente.
Proverbios 12:6
Las palabras de los impíos son para acechar la sangre: Mas la boca de los rectos los librará
Proverbios 22:17
Inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios, Y pon tu corazón á mi sabiduría

Por Reflexiones Cristianas

martes, 4 de noviembre de 2014

La tortuga complejos

La tortuga complejos


Había una tortuga que vivía encontrándose defectos. Cada vez que se reunía con los animales del bosque ella se comparaba y, de inmediato se encontraba un defecto.

Un buen día don Saltamontes se paró sobre su caparazón y comenzó a escuchar los pensamientos de la tortuga, luego saltó a la tierra y la quedó mirando. Entonces corrió y corrió, entre saltos y saltos, llegó donde el Rey de los Animales. Estaba muy preocupado por su hermana tortuga porque la vio muy afligida y eso de seguro la podía enfermar.
Consultó con el Rey qué podían hacer para hacerla cambiar de actitud, fue así que el Rey del bosque mandó una circular ordenando se reunieran todos los animales del bosque porque había un tema muy importante que tratar.
Cuando la tortuga recibió la circular, de inmediato pensó: ¿a qué hora me tengo que ir para llegar puntualmente a la reunión? Y comenzó a hacerse problemas.
El día de la reunión el Rey del bosque les dio el saludo de bienvenida invitándoles a que se pusieran cómodos en el lugar que eligieran. Comenzó diciendo: Sabemos que todos los animales del bosque tenemos distintas formas de vida. Costumbres y actitudes. Luego agregó: Hay una hermana que no se siente a gusto con su forma de vida. Querida hermana Tortuga, puedes pasar adelante. Mientras tanto, como ella se iba a demorar en llegar al estrado, los demás animales conversaban entre ellos.
Tortuga complejo caminó, lentamente, y en su carita se le notaba su desagrado.
¡hola querida tortuga! Le dice el Rey del bosque.
¿Cómo te sientes?
Al hacerle esta pregunta ella comenzó a sacarse todos los defectos y comenzó a llorar desconsoladamente que de pronto se escuchó unos lamentos por todas partes.
El rey del bosque al ver tal escenario, aplaude con sus manos llamando le pusieran atención, diciendo: Estimados hermanos, animales del bosque, agradezco que demuestren el cariño por tortuga complejos pero una cosa quiero decirles:

Cada animal en el bosque tiene una cualidad, una costumbre, una forma de vida y tortuga complejo, dejará de buscarse mil complejos porque ella tiene que saber valorarse.
Saben ustedes que con su caparazón puede protegerse de las grandes lluvias, se puede proteger de los derrumbes, puede dormir tranquilamente sin que nadie la moleste. También todas sus tareas que debemos cumplir aquí en el bosque ella es la más servicial, ¿saben por qué?. Ella saca la maleza, los bichos que son dañinos a nuestros cuerpos y además, con su caminar nos hace ver que no debemos ir corriendo por la vida porque siempre hay un momento para correr, un momento para caminar y otro y muchos otros momentos para hacer mil cosas.
Entonces, en vista de todas las virtudes que el Rey del bosque estaba reconociendo a Tortuga complejo, acordaron a coro llamarla Tortuga Virtuosa. Fue así que tortuga aprendió una hermosa lección.

Por Gladys Gutiérrez

lunes, 3 de noviembre de 2014

Más de una cárcel

Más de una cárcel

Se abrieron las puertas de la cárcel en Cartagena, Colombia, para darle entrada a Anita Ríos. Había matado a su esposo Ricardo de una certera puñalada por causa de infidelidad. Eso fue en 1948.
Las puertas de esa misma cárcel se abrieron otra vez en 1989 para dejar salir a Anita Ríos. Había pasado cuarenta y un años en prisión. Salió caminando con la ayuda de su nieta Carmela Muñiz -su nieta y dos bastones-, ya que ahora tenía ciento dos años de edad.
Durante veintiséis años fue bibliotecaria de la cárcel. Siempre observó buena conducta. Por eso, y por sus canas, le redujeron la pena. Pero cuando salió del largo encierro dijo: «No estoy arrepentida de haber matado a mi marido.»
Quiere decir que esta anciana centenaria necesitaba salir de otras prisiones más, no sólo de las paredes y rejas de la cárcel de Cartagena.
Necesitaba salir de la cárcel del rencor. Todavía, cuarenta y un años después, no perdonaba a su esposo. Necesitaba salir de la cárcel de los recuerdos amargos. Durante cuatro décadas rumió en la cárcel su

No hace falta estar entre rejas para estar preso. Los vicios dominantes y los sentimientos negativos del alma son una cárcel. El juego, el alcohol, las drogas, las relaciones sexuales ilícitas, son cárceles verdaderas. Los temores, los rencores, las antipatías y los odios son cárceles también. Encierran corazón y alma en un círculo estrecho y miserable de tinieblas.
La actitud más sensata es reconocer que vivimos presos en nuestros problemas y pasiones, y que necesitamos clamar por libertad. Y cuando clamamos, Cristo, el gran Libertador, está dispuesto a liberarnos. Pidamos a Dios con humildad que nos dé libertad de la cárcel más agobiante del mundo, la prisión del pecado.
amargura y su despecho. Unió a la cárcel de hierro y cemento la prisión del rencor que acumuló en el alma. En fin, ella necesitaba, a los ciento dos años y antes de que se le acabara la vida, salir de la cárcel del pecado.



Por el Hno. Pablo



Consagración Noviembre

Biblia, oración y ayuno, invitado a consagración días miércoles 5, 12, 19 y 26 de noviembre.  Puedes hacernos llegar tus peticiones de oración para que otros hermanos e intercesores nos unamos en clamor, usando la forma de peticiones en el portal ministerial o directo al email. Dios nos bendice.


sábado, 1 de noviembre de 2014

El Rey le pide a un limosnero

El Rey le pide a un limosnero

Cuenta una antigua leyenda: que una vez un limosnero estaba sentado al borde de un camino cuando observo a lo lejos venir al Rey con su carruaje, corona, capa y sus seguidores.
En esto pensó el pordiosero que debía aprovechar la oportunidad para pedirle algo al Rey , ya que los Reyes son generosos y seguramente algo le daría, por lo menos lo necesario para pasar ese día.
Así que cuando el Rey le pasó cerca, el mendigo le dijo: "Su majestad, ¿Podría, por favor regalarme una moneda?" Aunque él creía firmemente corazón que el rey le daría más que una moneda.
Con gran sorpresa, el Rey lo miró y le dijo: "¿Por qué no me das algo tú? ¿Acaso no soy yo tu Rey?"
El mendigo no sabía que responder a la pregunta y dijo: Pero su majestad, ¡yo no tengo nada, soy pobre!".  El Rey respondió: "Algo debes de tener. ¡Busca!".
En su asombro, el mendigo buscó entre las cosas de su pobre morral, y se dio cuenta que solo tenía cinco granos de arroz para comer ese día. Pero se los dio complacido al rey, imaginándose que sus familiares nunca le creerían cuando les dijera que él había socorrido nada menos que al rey.  Complacido el rey dijo: "¡¿Ves como sí tenías?!" Y le dio cinco monedas de oro, una por cada grano de arroz. 





El mendigo dijo entonces: "Su majestad, creo que acá tengo otras cosas", pero el rey le respondió: "Solamente de lo que me has dado de corazón, te puedo yo dar".





Muchas veces nosotros, al igual que el mendigo, le damos a Dios lo estrictamente necesario, y creemos que con eso le estamos haciendo un favor y esperamos a cambio una gran retribución de su parte.  No importa qué es lo que Dios te está pidiendo, puede ser tiempo, tu trabajo, tu familia, tus sueños o cualquier otra posesión que tengas. Si Él te pide algo es porque tiene un plan mejor que el tuyo.

No le des cinco granos de arroz; entrégale confiadamente, tu corazón, aquello a lo que te estás aferrando, pero por sobre todo, dale tu vida, todos tus pensamientos, tus acciones, sean para agradarle, para servirle y glorificarles.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” Romanos 12:1

Hebreos 6:10  "Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún".


Dominio Público

Felicidades en Noviembre

Muchas felicidades a todos los cumpleañeros, que tengan un día maravilloso, lleno de alegrías, sorpresas, amor y sobre todo en la paz y bendición del Señor que les permite contarlos y celebrarlo. Felicidades!