Dios “justifica al que es de la fe de Jesús… Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley (Romanos 3:26, 28, RV).
“Dios declara a los pecadores justos a sus ojos cuando ellos creen en Jesús… Así que somos declarados justos a losojos de Diospor medio de la fe y no por obedecer la ley” (Romanos 3:26 y 28, NTV).
Lectura: Romanos 3:26-29
Así que Abraham es padre de todos los salvos por la fe, con o sin la circuncisión. ¿Qué, pues, significa tener fe/creer en Dios?
Muchas personas piensan que tener fe es creer que Dios existe. Otros creen que la fe significa creer que “tiene que haber un algo”. Otros piensan que significa llamarte católico o protestante. Otros piensen que significa ser afiliado con una iglesia. Abraham es la definición de lo que significa tener fe. De su ejemplo aprendemos que la fe es creer que Dios puede crear de la nada por su mera palabra, que llama a la existencia; que Dios puede dar vida a los muertos; que Dios es un Dios de milagros; que el milagro supremo suyo es dar vida a un muerto.
Una cosa es crear de la nada, pero más difícil aún es dar vida a un muerto de la misma manera que es más fácil edificar una casa nueva que rehacer una que está en ruinas. Creyendo todo esto acerca de Dios, Abraham creyó que, aunque era demasiado mayor para tener hijos, Dios pudo o bien crearle un hijo de la nada, o dar vida a su cuerpo para darle un hijo por vía natural. Esto es muy interesante. Dios puede dar vida a nuestro cuerpo muerto o crearnos un cuerpo nuevo. Esto es lo que todo cristiano cree que Dios hará cuando Cristo vuelva.
En cuanto a sus hijos inconversos, cree que Dios puede darles vida espiritual, resucitando la fe que tenían de niño, o creando fe por primera vez en sus corazones. Tener fe es creer que Dios hará algo que es humanamente imposible. Fe es creer a Dios, no en Dios; es creer lo que Dios ha dicho. Es creer en un Dios vivo que da vida; es creer que hará lo que ha prometido; es no mirar la dificultad, sino fijarse en Dios.
La fe es algo vivo, dinámico, poderoso. ¡Es algo muy grande! Esto no es lo que la gente entiende por fe, pero es lo que Dios considera fe, y es esta fe la que salva, una fe grande en un Dios que obra milagros: “Abraham siempre creyó la promesa de Dios sin vacilar… Abraham estaba plenamente convencido de que Dios es poderoso para cumplir todo lo que promete” (4:20, 21).
Cuando preguntamos a personas de la calle si creen en Dios, es necesario definir la palabra “fe” para que nos comprendan. Si son honestas, tendrían que admitir que no tienen esta clase de fe en Dios. No son ateos, ni agnósticos, sino incrédulos. Si preguntamos a un judío si cree en Dios, hace falta que tenga la fe de Abraham para llamarse hijo de Abraham. Abraham creía que Dios le daría un país y gente para habitar en él. Nosotros sabemos que ya lo ha hecho. ¿Cree el judío hoy que Dios puede hacer aún más, que puede darles un país perfecto y justo, donde pueden vivir en paz con todo el mundo que tiene la fe de Abraham? Menos no es digno de Dios. Esto es lo que Abraham creyó, Gen. 12:1-3. Lo mostró saliendo de Ur creyendo que Dios le llevaría a este país. Todo creyente de verdad cree lo mismo: que Dios le va a llevar a un país precioso y llenarlo con otros creyentes como él. Deja el mundo para seguir a Cristo para heredarlo. Esta es la fe que salva o bien a un judío o bien a un gentil.
Enviado por el Hno. Mario Caballero