“No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque.” Eclesiastés 7:20
Al principio iba a pasar el artículo por alto. No era más que otra historia acerca de la campaña nacional que la Asociación Humanista Americana (AHA) está lanzando, desafiando a los cristianos fundamentalistas por el mal uso que hacen de la Biblia.
El artículo parecía una repetición de tantos otros ataques hechos en el pasado por la AHA: los carteles en las calles y los avisos en los buses, las mini campañas a las que la prensa les presta su máxima publicidad, etc.
Pero lo que me llamó la atención fue la última frase de la historia. Decía: ‘El humanismo es la idea de que uno puede ser bueno sin creer en Dios’.
Ser bueno sin Dios. Si la definición de la AHA de ‘ser bueno’ significa no matar a nadie, supongo que la mayoría de sus adherentes son buenos. Si significa que no han estafado en sus declaraciones de impuestos, imagino que algunos serán buenos.
Pero si se trata de ser realmente buenos, los miembros de AHA distan mucho de serlo. Que ¿cómo lo sé? Simple: se pasan atacando a Dios, en quien no creen, e invierten muchísimo tiempo metiéndose con la fe de quienes sí creen. Eso no es ser muy bueno, ¿no es cierto?
La verdad es que, como dice la Biblia: “No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque”. Usted peca, yo peco, incluso la persona más buena y santa que exista no escapa al hecho de ser pecadora.
Es por ello que, a pesar de lo que diga la AHA, todos necesitamos un Salvador. Necesitamos un Salvador que haga por nosotros lo que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos. Necesitamos a alguien que pague el precio de la redención y nos reúna nuevamente con el Padre celestial.
Eso es lo que Jesús hizo por las personas ‘buenas’, por las ‘no tan buenas’, y por las ‘malas’. Gracias a que el Salvador se ofreció a sí mismo, y gracias a que pagó el precio de nuestro rescate, hay perdón y salvación para todos los que creen en él. Todos.
Incluyendo la AHA.
El artículo parecía una repetición de tantos otros ataques hechos en el pasado por la AHA: los carteles en las calles y los avisos en los buses, las mini campañas a las que la prensa les presta su máxima publicidad, etc.
Pero lo que me llamó la atención fue la última frase de la historia. Decía: ‘El humanismo es la idea de que uno puede ser bueno sin creer en Dios’.
Ser bueno sin Dios. Si la definición de la AHA de ‘ser bueno’ significa no matar a nadie, supongo que la mayoría de sus adherentes son buenos. Si significa que no han estafado en sus declaraciones de impuestos, imagino que algunos serán buenos.
Pero si se trata de ser realmente buenos, los miembros de AHA distan mucho de serlo. Que ¿cómo lo sé? Simple: se pasan atacando a Dios, en quien no creen, e invierten muchísimo tiempo metiéndose con la fe de quienes sí creen. Eso no es ser muy bueno, ¿no es cierto?
La verdad es que, como dice la Biblia: “No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque”. Usted peca, yo peco, incluso la persona más buena y santa que exista no escapa al hecho de ser pecadora.
Es por ello que, a pesar de lo que diga la AHA, todos necesitamos un Salvador. Necesitamos un Salvador que haga por nosotros lo que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos. Necesitamos a alguien que pague el precio de la redención y nos reúna nuevamente con el Padre celestial.
Eso es lo que Jesús hizo por las personas ‘buenas’, por las ‘no tan buenas’, y por las ‘malas’. Gracias a que el Salvador se ofreció a sí mismo, y gracias a que pagó el precio de nuestro rescate, hay perdón y salvación para todos los que creen en él. Todos.
Incluyendo la AHA.
Por: CPTLN