No siempre es fácil cumplir la voluntad de Dios. A veces encontramos obstáculos, y otras veces hasta nos vemos tentados a no hacer lo correcto por miedo a ser despedidos, a perder una amistad, o a terminar solos. Ante la voluntad de Dios de liberar a su pueblo de la esclavitud, Moisés se sintió pequeño. “Moisés le respondió a Dios: ¿Y quién soy yo para ir ante el faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel? Y Dios le respondió: Ve, pues yo estaré contigo” (Éxodo 3:11-12a).
Dios no enaltece las virtudes de Moisés, no lo anima enumerando sus cualidades, su historial académico, o sus logros o éxitos pasados. No. Él simplemente le promete: “Yo estaré contigo”. Y lo mismo nos dice a nosotros: “Yo estaré contigo”. Entonces, ante los desafíos, problemas y tentaciones de la vida, recuerda que Dios está contigo.
Por CPTLN