Leer | FILIPENSES 3.7-11
El mundo está lleno de consejos sobre cómo fijarnos metas y lograrlas. En cada caso, los pasos empiezan con nosotros —identificar qué queremos llegar a ser, y lo que tenemos que hacer para ser “exitosos”. Sin embargo, para el cristiano, el fijarse metas comienza con una actitud y un enfoque centrados en Dios.
Con el deseo de ser lo que Dios quiera que sea, y de confiar en que el Señor le dará dirección en todos los aspectos de su vida. Estos aspectos implican identificar los pasos que Dios quiere que tomemos, pero muchas veces no seguimos su camino. Pensemos en qué es lo que nos detiene.
A algunas personas les falta conocimiento en cuanto a cómo identificar el plan del Señor, mientras que otras son perezosas. La solución en ambos casos es prestar atención a la Palabra de Dios. Si invertimos tiempo en estudiar la vida de Jesús y su Palabra, aprenderemos sus normas para la vida, y entonces seremos capaces de identificar los pasos específicos a seguir. Esto requiere esfuerzo y compromiso, pero la recompensa es grande.
La falta de fe puede ser otro obstáculo. Podríamos pensar: ¿Por qué debo fijarme metas si estoy convencido de que no puedo hacer lo que Dios me está pidiendo?La fe madura por medio del estudio sistemático de la Biblia, aplicar los preceptos bíblicos, y fijarse metas más pequeñas.
El temor al fracaso puede también impedir que nos fijemos metas. Pero podemos vencer este obstáculo recordando que en Cristo no hay condenación (Ro 8.1).
¿Desea usted llegar a ser más como el Señor Jesús? Fijarse metas con la actitud y el enfoque correctos le servirá de ayuda.
Por: Min. En Contacto