lunes, 19 de junio de 2017

Devocional

AMANDO A LA ESPOSA; RESPETANDO AL MARIDO

“Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido” (Efesios 5:33).

En este texto tenemos lo que Dios pide al marido y lo que pide a la mujer, las dos cosas necesarias para que el matrimonio funcione. Es como una bicicleta: con una sola rueda no va bien, necesita las dos. Lo mismo es cierto del matrimonio, lo que la mujer necesita es amor y lo que el hombre necesita es respeto. Esto no significa que el hombre no necesita amor y que la mujer no necesita respeto. Los dos necesitan las dos cosas. Pero para la mujer lo más imprescindible es el amor, porque ella es el vaso más frágil, y lo que el marido más necesita es el respeto, porque él es cabeza de la familia, y si no es respetado, no puede gobernar.

AmoryRespetoentreesposos

¿Cómo percibe la mujer el amor? Para nosotras la respuesta a esta pregunta es tan obvia que sobran palabras, pero para nuestros maridos no lo es tanto. Una mujer se ve amada si su marido está por ella, si le mira y le da una sonrisa, si conversa con ella, si le dedica tiempo, si la saca a pasear, si le compra flores, si la escucha y comprende, si es cariñosa con ella, compasivo y paciente, si se fija en lo que lleva puesto, su pelo, si le dice que es guapa, que le gustan sus comidas, si demuestra ser orgulloso de ella, si le da oportunidades de mejorarse, usar sus dones y talentos, desarrollarse y crecer como persona, si lee la Biblia y ora con ella, si es cercano, abierto, vulnerable con ella, si la trata como una reina, si la defiende, protege y guarda como la niña de sus ojos, si la toma en sus brazos y la besa. Esta mujer se siente querida.

¿Qué significa respetar al marido?  Esta es la parte que nos ataña a las mujeres. Parece que tenemos en nuestro poder o bien edificar a nuestro marido o bien destruirle, y esto es por medio de respetarle o no respetarle. Lejos de intentar hundirle, hemos de levantarle el moral y la autoestima. Cuando le respetamos, esto le ayudará a desarrollar todo su potencial. Si la mujer se somete gozosamente a su autoridad, si le admira, si piensa que es inteligente y capaz, si le consulta porque valora su opinión, si le escucha atentamente sin interrumpir o cambiar el tema, si no le contradice, si le felicita por lo que hace bien, si le agradece por lo que hace para ella y para la familia, si demuestra que confía en él, en su buen juicio, y sus planteamientos, en sus proyectos, si le apoya como persona y demuestra que cree en él, si sigue las decisiones que toma, si le anima en su trabajo y ministerios, si le da consuelo cuando duda de sí mismo, si habla bien de él en público y guarda su reputación, si responde a sus iniciativas, este hombre va a sentirse respetado, y amará aún más la mujer que le edifica de esta manera y estará por ella, porque le es muy agradable. Y ella estará feliz al ser amada por un hombre como él.

Enviado por Hno. Mario