lunes, 29 de febrero de 2016

La base del discernimiento

La base del discernimiento


Puesto que el discernimiento espiritual es la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios, es necesario que sepamos cómo piensa y actúa. La Biblia es la revelación inmutable e infalible de sí mismo. Sin embargo, Dios no nos da simplemente una lista de verdades acerca de su carácter y de sus caminos. En cada página de la Biblia, Dios revela quién es Él y cómo trabaja.
Aunque la Biblia es antigua, no es anticuada. Es un libro vivo y renovador que le habla directamente a usted. Sus historias pueden haber tenido lugar hace siglos, pero sus principios y aplicaciones tienen vigencia y relevancia. Es nuestro manual de aprendizaje de cómo vivir, en el cual se encuentra la guía para tomar decisiones.
La Sagrada Escritura es activa y penetrante; sus palabras no son letra muerta en un papel. Ellas penetran nuestros corazones y juzgan nuestros pensamientos y motivaciones. Esta cualidad condenatoria es la razón por la que a algunas personas no les gusta leer la Biblia. Pero el discernimiento es esencial si no queremos seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez. Algunos cristianos viven a un nivel superficial, sin comprender nunca por qué reaccionan a situaciones de la manera que lo hacen. Pero si abordamos la Palabra de Dios con un espíritu abierto, ella arrojará luz sobre nuestros motivos ocultos, y revelará pecados ignorados.
El discernimiento espiritual implica ver no solo nuestras circunstancias, sino también vernos a nosotros mismos desde la perspectiva de Dios. ¿Ha aprendido usted a aceptar la espada penetrante de la Biblia? Recuerde que la Palabra de Dios corta solamente para poder curar.
Min. En Contacto

viernes, 26 de febrero de 2016

Un nuevo uniforme

“Un uniforme nuevo


 
White flower shell“Y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por eso cada uno de ustedes debe desechar la mentira y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.” Efesios 4:24-25
Para cada competición deportiva se compran uniformes nuevos. Para ello, se hace un análisis sobre el efecto de los colores y las telas que mejoran el desempeño de los atletas. Si pudieras cambiar tu propia naturaleza, tu “uniforme”, dejando a un lado todo lo que es malo y te hace infeliz, ¿lo harías?
La Biblia nos dice que es posible: “Y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:24). ¿Cómo puedes obtener ese uniforme? ¡A través de Jesús! Jesús, al dar su vida para obtener nuestro perdón, nos ofrece una nueva naturaleza, un nuevo uniforme, una nueva vida. Confía en él, y tendrás el mejor uniforme para tu vida.
ORACIÓN: Jesús, quiero ser una persona distinta y estar en paz con Dios. Vísteme con la nueva naturaleza. Amén.
LHM

jueves, 25 de febrero de 2016

¿Desestabilizada?

¿DESESTABILIZADA?


“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras pensamientos en Cristo Jesús” (Fil. 4:7).
            Si el enemigo de nuestras almas nos puede desestabilizar, de momento ha conseguido la victoria sobre nosotras. Si puede conseguir que estemos tan preocupadas que no podemos dormir, o que hablemos y hablemos del asunto “x”, o que no dejemos de dar vueltas sobre lo mismo, o que estemos tristes, de mal humor, irritables y siempre pensando en el problema sin poder concentrarnos en otras cosas, el enemigo nos ha rendido inservibles para el Señor, y continuaremos así hasta no volver a nuestro lugar de descanso y confianza en Él. ¿Cómo estás emocionalmente en estos mementos? ¿Atrapada o libre? ¿Obsesionada con tu problema, o alabando a Dios por la victoria que tienes en Él?
Nuestros problemas son reales y serios: el tutor ha interrogado a tu nieto quien informa sobre las actividades de sus padres y abuelos; es el tutor quien instruye a los abuelos en cuanto cómo tienen que educar al niño. ¡Aberrante! ¿Dónde vamos a parar? A los abuelos se les dicen que no leen la Biblia al niño. ¡Inaudito! Llévalo al Señor en oración. O puede ser que los padres no permitan que los abuelos lleven a los niños a la iglesia. ¿Qué vas a hacer? ¿Ponerte alterada y nerviosa, o llevarlo al Señor en oración? Si estas cosas logran desestabilizarnos, el enemigo nos deja fuera de servicio en cuanto a Dios. O estás sin suficientes ingresos para vivir. Vas comiendo, pero no sabes cómo esto se va a resolver. O puedes estar preocupada por la salud de tu nieto, por su educación espiritual, por sus estudios en el colegio, o por el matrimonio de sus padres. O tienes seres queridos muy lejos y tienes muchas ganas de verlos. Sea lo que sea, no dejes que te desestabilice; llévalo al Señor en oración y tendrás paz.  
El que escribió el versículo de arriba estaba en una situación malísima, injustamente encarcelado, pero estaba libre por dentro, regocijándose en el Señor. Él mismo nos enseña que la ascendencia sobre el enemigo se logra por medio de la oración cuando echamos nuestra ansiedad sobre Él: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de  Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Fil 4:6), y el resultado es la paz de Dios en lo más profundo de tu ser, una mente libre para pensar en otras cosas, salud en el cuerpo, y un corazón alegre que hermosea el rostro. Vamos a cantar:
Puedo confiar en el Señor, que me va a guiar;
Puedo confiar en el Señor, que no a fallar.
Si el sol llegara a oscurecer y no diera su luz,
Yo igual confío en el Señor, que no a fallar.
Puedo descansar, y seguro estar,
Que a su mansión, Cristo me guiará.
Si el sol llegará a oscurecer y no diera su luz,
Yo igual confío en el Señor, que no va a fallar.
Enviado Hno. Mario   

martes, 23 de febrero de 2016

Abigail(1)

ABIGAIL (1)

“Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel que te envió para que hoy me encontrases, y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano” (1 Sam. 25:32, 33).

Cuando David se estaba escondiendo de Saúl en la montaña, durante una temporada se encontraba por la zona donde vivía un tal Nabal que tenía grandes posesiones y muchas ovejas. David y sus soldados acamparon cerca de estos rebaños y David, que tenía corazón de pastor, no podía evitar velar por ellos. Pensaba que Nabal estaría agradecido y le pidió comida para sí mismo y para sus hombres. Nabal reaccionó enfadándose por lo que él consideraba una impertinencia y calificó a David como un rebelde huyendo de su señor. Cuando lo supo David, juró vengarse matando a Nabal y a todo su casa. Aquí tenemos a dos hombres enfadados y lo único que los separa de hacerse daño mutuamente es una mujer, Abigail, la esposa de Nabal.

De ella se nos dice que “era de buen entendimiento y de hermosa apariencia” y a su marido se le describe como un hombre “duro y de malas obras”. ¿Qué ha de hacer una mujer casada con un hombre así? Cuando supo que el mal estaba planeado hacia él, lo podría haber visto como la salida airosa de un matrimonio insoportable. Podría haber pensado que Dios le estaba librando de este hombre. Si ella no actuaba, su muerte estaba asegurada. Pero ella no era esa clase de mujer. Era leal a su marido a pesar de todo y determinó hacer todo lo que estaba en su poder para salvar su vida. Se ve que los criados la tenían en alta estima porque cuando supieron que venía David con sus hombres a por ellos, le avisaron a ella. No intentaron hablar con su señor. Le dijeron: “Ahora reflexiona y ve lo que has de hacer, porque el mal está ya resulto contra nuestro amo y contra todo su casa; pues él es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle”. 

Abigail es una viva demostración de la sabiduría que Dios puede dar a una mujer para salvar su casa. Se apuró y juntó un montón de comida, montó sobre un asno, bajó por una parte secreta de la montaña y salió al encuentro de David. Lo que sigue es tan brillante como sorprendente. Ella se postró delante de David y se echó a su pies diciendo: “Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, escucha las palabras de tu sierva”. Intercede a favor de su marido, sin defenderle ni restar importancia de lo que ha hecho. Reconoce que es un hombre perverso e insensato. No esconde la verdad, ni le justifica. Pide que David perdone la ofensa de su marido. Se pone a favor de David y le dice que tiene razón al estar enfadado. Le alaba por pelear las batallas de Dios. Dice que cree que un día David será rey de Israel conforme a la promesa de Dios y que en aquel día no querrá tener sobre su conciencia el haber matado a gente inocente: “Y acontecerá que cuando Jehová haga con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te establezca por príncipe sobre Israel, entonces, señor mío, no tendrás motivo de pena ni remordimientos por haber derramado sangre sin causa, o por haberte vengado por ti mismo”. ¡Qué valentía! ¡Qué humildad! ¡Qué temor a Dios! ¡Qué fe! ¡Qué inteligencia! ¡Qué sabiduría! ¡Cuánto hay que aprender de esta mujer! 

Enviado Hno. Mario

lunes, 22 de febrero de 2016

¿Es usted una amenaza para Satanás?

¿Es usted una amenaza para Satanás?

Leer | 1 JUAN 4.4-6

La Biblia registra dos ocasiones en las que Satanás pidió permiso a Dios para probar a un creyente. El diablo intentó destruir la fe de Job primero (1.6-12), y luego la de Pedro (Lc 22.31-34). Jesús advirtió que Satanás quería “zarandear” al discípulo como a trigo, sacudiendo su fe de la misma manera que un agricultor separa los granos de la paja. El enemigo esperaba que Pedro cayera como la paja. Pero ambos ataques fracasaron, y los dos hombres salieron vencedores con una fe restaurada y fortalecidos por el Señor. Sin embargo, en el tiempo de la prueba, cada uno de ellos se vio atacado en lo más vulnerable de su corazón.
¿Está usted sirviendo a Dios de tal manera que Satanás se siente amenazado? Si no es así, usted no necesita un gran ataque para que su fe sufra mucho. En vez de estar alerta y de reconocer la batalla que está en juego, se dejará llevar por la inutilidad como la rana en agua que se calienta poco a poco hasta hervir.
Pero cuando crece espiritualmente —rechazando las mentiras y echando mano de la verdad que es suya en Cristo—, usted amenaza la obra del Maligno. El Señor le llama a ofrecer el amor de Él a personas específicas,   porque usted tiene el conocimiento adecuado, las experiencias o el temperamento para alcanzarlas. Cuando lo hace, recupera para el reino de Dios un territorio que le había sido robado.
Usted puede pensar que no es importante, pero el Señor conoce su verdadero valor. Como su hijo amado, tiene un papel importante en su plan para la eternidad. Satanás le teme a usted cuando reconoce esta verdad. Resista y confíe en el Espíritu de Dios, ¡porque mayor es el que está en usted!
Min. En Contacto

lunes, 8 de febrero de 2016

El discernimiento espiritual

El discernimiento espiritual

Leer | PROVERBIOS 2
 
En algún momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados. Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y el error.
Cada día tomamos muchas decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no quiere que nos formemos juicios basándonos en simples apariencias o en el limitado razonamiento humano. Dios desea que veamos la realidad de cada situación tal como Él la ve. También podemos confiarle al Señor nuestras relaciones. Puesto que Él conoce el corazón de cada persona, la única manera que tenemos de relacionarnos sabiamente con otros es siendo sensibles a la dirección del Espíritu Santo que mora en nosotros.
Aunque Dios da a cada uno de sus hijos la capacidad de tener discernimiento espiritual, muchos cristianos ignoran esto. Se mueven a ciegas por la vida haciendo lo mejor que pueden, pero no utilizan esta maravillosa ayuda. Otros no creen que la necesitan. Toman decisiones de acuerdo con su propio saber y entender, sin pensar para nada en el Señor. A menos que cooperemos con Dios en cuanto al desarrollo de su maravilloso regalo del discernimiento, éste se mantendrá inactivo en nosotros.
El discernimiento comienza con una actitud dócil y humilde. Si usted ha estado manejando sus decisiones, situaciones y relaciones usando su propio razonamiento, arrepiéntase de esto ante Dios; pídale su perspectiva, y busque dirección en su Palabra.
Min. En Contacto

viernes, 5 de febrero de 2016

Perspectivas



“Perspectivas
“Así que, de aquí en adelante, nosotros ya no conocemos a nadie desde el punto de vista humano; y aun si a Cristo lo conocimos desde el punto de vista humano, ya no lo conocemos así.” 2 Corintios 5:16
Han pasado ya varios años desde que estuve en Venecia. Pero el año pasado recibí emails de dos amigos que, por separado, habían ido a pasear a esa ciudad italiana.
Uno de los emails decía: “Venecia es un sueño. Me pregunto qué es lo que la hace tan mística”. El otro, por su parte, decía: “El olor del agua en los canales es terrible, y la humedad es tremenda; menos mal que sólo vamos a estar aquí dos días”.
Dos perspectivas totalmente opuestas.
Y es que, en realidad, la perspectiva con que uno mira las cosas significa mucho. Si uno quiere ver el lado lindo de la vida, lo va a encontrar; si uno quiere ver el lado oscuro y negativo, también lo va a encontrar.
Quizás esto explique por qué, para algunos padres sus hijos son regalos de Dios, y para otros son cargas que andan arrastrando por la vida.
Permítame que le pregunte: cuando usted piensa en su esposo o esposa, de quien usted estuvo una vez perdidamente enamorado/a, ¿qué ve? ¿Ve a alguien que está creciendo en encanto y alegría, o a alguien que se está convirtiendo en una persona amargada?
Recuerde que una gran parte de nuestra realidad depende de cómo vemos las cosas, de nuestra perspectiva. Es por ello que yo trato de mirar las cosas desde un punto de vista positivo, aunque no siempre es fácil.
Pero cuando recuerdo que Dios, gracias a la obra redentora de Jesús, me mira a mí desde una perspectiva positiva, yo también puedo mirar la vida de una manera mejor.
Quizás valga la pena que usted trate esta perspectiva en su vida.
ORACIÓN: Padre celestial, ayúdanos a ver nuestras situaciones y a nosotros mismos a través de tus ojos, para que podamos enfocar las cosas con la misma perspectiva que tú tienes con nosotros. En el nombre de Jesús. Amén.
De una devoción escrita originalmente para “By the Way”

LHM


lunes, 1 de febrero de 2016

Las claves del éxito

Las claves del éxito

¿Alguna vez se ha sentido usted desalentado en cuanto a su vida espiritual? Si sus esfuerzos por marcar una diferencia en el mundo parecen infructuosos, un principio en cuanto a Cristo puede cambiar su perspectiva.
El Señor sirvió a otros por amor, y sus acciones tuvieron un impacto tremendo en el mundo. ¿Por qué fue tan efectivo? La Biblia nos dice que Jesús no hablaba ni actuaba por su propia cuenta, sino que dependía de su Padre, quien moraba en Él (Jn 14.10). Y nosotros debemos seguir su ejemplo.
Pero muchas veces intentamos servir con nuestras propias capacidades, inteligencia y poder de razonamiento. Aunque podemos dedicar mucho esfuerzo y muchas horas sirviendo, esto por sí solo no producirá fruto, porque no estamos sirviendo como el Señor quiere.
El servicio verdadero es encargado, potenciado y bendecido por Dios solamente. Puede ser que nuestras manos estén en movimiento, pero es nuestro Padre quien trabaja. Y la gloria le pertenece a Él, no a nosotros.
¡Qué consuelo debiera darnos esto! El Señor no está buscando personas talentosas, sino personas dispuestas a dejar que el Espíritu Santo actúe a través de ellas. Podemos estar seguros de que Él proveerá todo lo que necesitamos para hacer cualquier cosa que Él pida.
¿Quién de nosotros puede servir a Dios? A decir verdad, nadie. El verdadero servicio se da solo cuando dejamos que el Todopoderoso se derrame a través nuestro, que no somos más que simples vasos. Y aunque el impacto no sea evidente para nosotros, sabemos que Dios ha logrado su propósito.
Min. En Contacto