jueves, 3 de abril de 2014

La revelación de la Gloria de Dios


 LA REVELACIÓN DE LA GLORIA DE DIOS


Una vez que recibimos la revelación de la gloria de Dios, no podemos seguir
con nuestra pasada manera de tratar a los demás. Todo eso debe cambiar.
"Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y
toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" (Efesios
4:31-32).

Dios nos está diciendo a través de Pablo: "Ustedes han visto Mi gloria y
conocen Mi naturaleza y carácter, que soy misericordioso, pronto para
perdonar. ¡Ahora, Yo quiero que ustedes expresen a otros lo que Yo soy! "
A pesar de que Moisés tuvo esta revelación de la gloria de Dios, en un punto,
no la representó correctamente ante el pueblo. Perdió la paciencia con Israel
a causa de la desobediencia de ellos y golpeó airadamente una roca con su
vara, como si dijera: "¡Ustedes son un montón de rebeldes de dura cerviz!"

Dios no lo tomó amablemente en absoluto. Una vez que Él te revela Su gloria,
Su benignidad, Su bondad, Su gracia y Su misericordia, Su paciencia no
soportará que tú tergiverses Su gloria a los demás. Moisés había
representado incorrectamente dicha gloria a Israel, y, como resultado, Moisés,
una de las figuras más humildes y piadosas del Antiguo Testamento, fue privado
de la plenitud de Dios. ¡No se le permitió entrar en la Tierra Prometida!

Encontramos otra ilustración de esto en una de las parábolas de Jesús. Él
habla de un siervo al que le había sido perdonada una gran deuda por su amo.
El amo demostró una increíble bondad, gracia y perdón a este hombre. Sin
embargo, tan pronto como este siervo fue perdonado, halló a un hombre que le
tenía una pequeña deuda y comenzó a asfixiar al deudor hasta que le pagara.
El mismo que había experimentado un gran amor y perdón no mostró
misericordia a cambio.
Jesús está diciendo en esta parábola: "¡Estás representando
incorrectamente el amor del Padre! Él te ha tocado con Su increíble gloria a
través de Su bondad y del perdón de tus pecados. Sin embargo, ahora que has
visto Su gloria, la estás tergiversando ante el mundo".

Esto se resume en el mandamiento de Pablo: "Sean misericordiosos con los
demás, así como Él ha sido misericordioso con ustedes".
Por David Wilkerson