Amado hermano y hermana en Cristo eres sumamente especial para Dios, Jesús derramó su sangre para darte perdón de pecados, paz, comunión y vida eterna, la Voluntad de Dios es que sus propósitos divinos se cumplan en tí. Hay momentos que tendremos que asirnos muy fuertemente a esta verdad, ir contra todo lo que amenace, poniéndonos de acuerdo con Dios y su Palabra.
Como lo expresa el Salmo 138.8 Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos.