miércoles, 26 de febrero de 2014

No tardes

Determinados momentos de la vida pareciera que se detiene el tiempo y no avanzan las manecillas del reloj, hablamos, pedimos alguien venga y no tarde en llegar, caminamos sin ir a ningún lado, en un mismo círculo o vaivén, desesperamos y pareciera no haber dado un solo paso a marcar la diferencia, esperar se hace un suplicio, parece no resistir ni medio
segundo más y de pronto ... el panorama cambia, comienza a hacer su entrada la mano amiga, la ayuda, lo que necesitamos, bajan los niveles de ansiedad, van desvaneciéndose el temor y comienzan a ser más claros cada vez los pensamientos, la familia, amigos, vecinos, amigos y hasta desconocido son de vital importancia.


Los que amamos al Señor y le servimos sabemos que en "esos momentos de la vida" jamás estaremos solos, que solo al clamar el Señor se inclinará y ejecutará rescate oportuno para que otros vean sus grandezas, le teman y confién también.  Si estás en un aprieto más allá de tus límites resolver vuélvete a Él y pídele no tardes.  El escritor del Salmo 40 nos comparte cómo lo hizo en unos de esos días angustiante:


Salmos 40.1-3 Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor, Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.  Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.