Encontramos al Rey David antes Pastor de ovejas, uno conocedor de tal desempeño en el campo abierto, ahora con toda fuerza, pasión, dedicación y sometimiento guiando al pueblo de Dios y hacia Dios. A su vez se presenta y compara a sí mismo como una oveja y encontramos un pasaje bíblico muy escuchado, aceptado y prácticado, el cual experimentamos día a día
Salmos 23.1-3 Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.