jueves, 6 de febrero de 2014

Mi delicia

Si hacemos la pregunta que proporciona deleite o placer al espíritu o cuerpo sin duda las respuestas serán interminables. Ejercicio, aroma terapia, exquisita cena, buena compañía, elevar el pensamiento, la música, íntimidar entre otras.  Tomando en consideración que pueden haber unas espectaculares más no todo conviene o es lícito. Los cristianos hemos aprendido que la mayor delicia es la Palabra de Dios, de la cual aprendemos el deleite de amistarnos con Dios, lo cual nos hace felices.

Salmos 1.1-2

Decide hoy que harás de la Palabra de Dios tu delicia.  Salmos 1.2  Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.