lunes, 23 de octubre de 2023

Nada nuevo

 ¡Y no hay nada nuevo bajo el sol! No hay nada de lo que pueda decirse: «¡Miren, aquí hay algo nuevo!», porque eso ya existía mucho antes que nosotros. Eclesiastés 1:9b-10


Hay personas que están trabajando en un proyecto para hacer que la estadía en un hospital sea vivida con dignidad. Una de ellas, dijo: “Los pacientes en los hospitales están en la peor condición, cuando en realidad deberían sentirse cómodos y con la confianza suficiente como para poder hacerle a los doctores las preguntas necesarias».


El ‘proyecto’ del que hablo había recibido $37,500 para desarrollar prototipos de productos que sirvieran para incrementar la dignidad de los pacientes de los hospitales. Surgieron toda clase de ideas. Una fue un asiento de recuperación, similar a los asientos de primera clase de un avión, propuesta de la aerolínea Virgin Atlantic.


Probablemente la idea más aplaudida fue la que tuvo que ver con la tradicional túnica de hospital que, en vez de atarse en la espalda, se ataba a los lados. También hubo otras túnicas… unas con bolsillo para celulares y otras con una manta que hacía juego. Todas cosas ideadas con la intención de levantarles el ánimo a los pacientes.


Y es cierto que pueden ayudar, pero si realmente queremos ser animados, tenemos que acercarnos al Salvador.


Jesús sabía como darle a las personas lo que ellas realmente necesitaban. Lea las Escrituras y verá que Jesús tocó al leproso… porque sabía que el contacto humano le iba a levantar el ánimo. Cuando un pecador fue llevado ante Jesús él lo perdonó, le dijo palabras de aliento y lo dejó libre para vivir con gratitud. Jesús le da a cada persona lo que ella necesita.


Perdón, esperanza, paz, gozo, una reunión en el cielo. La vida, muerte y resurrección victoriosa del Salvador nos muestran sus cualidades y habilidades…y también nos muestran cuánto debemos amarlo.


Por CPTLN