viernes, 22 de septiembre de 2023

Si tienes al Señor lo tienes todo

 … Booz engendró con Rut a Obed, y Obed a Yesé. Yesé engendró al rey David… (Mateo 1:5b-6a)


Rut es otra persona a quien uno no esperaría encontrar en el árbol genealógico de Jesús. Rut era extranjera, procedente de Moab–una pobre inmigrante en Belén que trabajaba duro en los campos para mantener a su suegra. Su historia está narrada en el libro que lleva su nombre.


Rut creía en el Señor, el Dios de Israel. Había aprendido a conocerlo en su primer matrimonio con un israelita que había muerto joven. Luego de su muerte, Rut se aferró al Señor y a la familia que le quedaba, y dejó su país para vivir en Israel. A esa altura, ya no tenía casi nada. Pero Dios la protegió y le proveyó todo–una casa, un esposo y una familia, y un lugar de honor entre los antepasados de Jesús.


¿Cómo es contigo? Sospecho que tú, al igual que tantos otros, puedes recordar un tiempo en que sentiste que no tenías casi nada. Quizás haya sido luego de perder el trabajo, tu casa, tu cónyuge, o las cosas materiales de las que tanto dependías. O quizás haya sido una pérdida emocional o social, algo así como haber perdido un ser querido, un amor, tu reputación, o la paz interior.


Esos momentos de pérdida nos hacen caer de rodillas y clamar: ¡Señor, ayúdame! Sabemos que no podemos ayudarnos a nosotros mismos, pero que Dios sí puede hacerlo y que lo va a hacer. Ese Dios que dejó de lado toda gloria, honor y poder y vino al mundo por nosotros como niño indefenso, nos va a ayudar. Nunca estamos fuera de su amor y de su mente.


Jesús, nuestro Salvador, nos ama profundamente. Ese amor es lo que lo llevó a sufrir, morir y resucitar. Él es nuestra vida, nuestra esperanza y nuestra paz. Cuando tenemos al Señor, lo tenemos todo.


Por CPTLN