Así como los cielos son más altos que la tierra, también mis caminos y mis pensamientos son más altos que los caminos y pensamientos de ustedes. Isaías 55:9
No soy una persona muy diestra, por lo que me asombran los milagros de la tecnología moderna. Y no estoy hablando solamente de cosas grandes como reactores nucleares y telescopios espaciales. No, me refiero a esas cosas pequeñas como el velcro y la harina leudante para pasteles.
Una revista japonesa publicó una larga lista de esas cosas que me asombran. En una de sus páginas, tenía la imagen de una mariposa. La mariposa era de un simple color gris y tenía instrucciones para que el lector pusiera la mano sobre ella. Cuando la imagen era calentada por el calor de la mano, la mariposa grisácea se transformaba en un arco iris intermitente de colores.
Digo que esto es un «milagro de la tecnología», pero no es así, pues hay una explicación científica y comprensible para muchas personas. Pero yo no lo puedo comprender, así como tampoco puedo comprender cómo es que Dios puede amar a un pecador como yo. No lo puedo comprendo, pero a causa de Jesús sé que es así.
Como la imagen de la mariposa en la revista, el amor de Dios por mí es un misterio, pero puedo ver los resultados.
Gracias al sacrificio de Jesús, todos los que creemos en él descubrimos que nuestras vidas ya no son de un lánguido gris, ni trabajamos solamente para llevar a casa el cheque de pago, ni nos desesperamos cuando las circunstancias parecen ser negras y deprimentes.
Gracias a Jesús, este día es especial. Gracias a la paz que viene del perdón ganado por las manos clavadas de Jesucristo, este día puede estar lleno de hermosos colores de alegría y gozo en el Señor.
Por CPTLN