1 Reyes 17.8-16
Desde la perspectiva de Dios, tener una necesidad puede ser beneficioso espiritualmente. Si nuestra situación económica decae, descubriremos que la ayuda viene de la mano de Dios. El Señor utiliza diversos instrumentos para suplir nuestras necesidades, pero solo Él es la fuente de todo lo que tenemos o ganamos.
Dios puede usar métodos tradicionales o extraordinarios para lograrlo. Elías había aprendido a vivir por fe mediante la manera insólita como el Señor lo había alimentado: por medio de unos cuervos. Luego Dios lo envía a Sarepta, a una viuda necesitada que no podía darle de comer.
Toda necesidad económica es una oportunidad para aprender a andar por fe en el Señor como nuestra fuente. La prosperidad material puede llevarnos a tener una sensación de independencia que no nos deja ver lo incapaces que somos para suplir nuestras propias necesidades.
Por creer que Dios proveería, Elías fue testigo de la intervención milagrosa de Dios. Es posible que no veamos al Señor actuando de una manera sobrenatural en nuestra situación económica. Sin embargo, podemos estar seguros de que, así como le cumplió a Elías su promesa, Él también será fiel a su Palabra en nuestra situación. “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fil 4.19).
¿Está usted enfocándose en el instrumento o en la fuente de su provisión? El medio que Dios utilice puede cambiar, pero su fidelidad permanece para siempre. Él es infinitamente más confiable que cualquier empleador o plan de jubilación. El Señor le está invitando a confiar en Él y a vivir en la seguridad de una vida de fe.
Por Min. En Contacto