Leer | Hechos 17.10-12
La Biblia es el libro más maravilloso que ha sido escrito. Dios utilizó seres humanos para poner en papel sus pensamientos y sus palabras, para que pudiéramos conocerle (2 P 1.20, 21). Aquél que creó al universo con su palabra, sigue hablando hoy con el mismo poder por medio de las páginas de la Biblia que usted tiene en sus manos.
En el momento de la salvación, los creyentes reciben al Espíritu Santo, y se abren las líneas de comunicación con el Señor. Siempre que leen la Biblia, los hijos de Dios son capaces de escuchar su voz, y el Espíritu los capacita para entender y poner en práctica lo que han oído.
La Biblia no es simplemente un buen libro con versículos consoladores; es efectiva, y logra siempre el propósito para el cual Dios la envía (Is 55.10, 11). Está viva y activa, y actúa en los creyentes (cf. 1 Ts 2.13). La Palabra de Dios tiene el poder de cambiar nuestra vida, si creemos en el Señor y hacemos lo que Él dice.
Dios usa las Sagradas Escrituras para transformarnos. Su Palabra es como una espada que traspasa el corazón y juzga los pensamientos y las intenciones, arrojando luz a las tinieblas que hay en nuestra alma. Este Libro nos dice no solo quién es Dios, sino también quiénes somos nosotros.
A veces, los problemas de la vida pueden volver sordos a nuestros “oídos espirituales”. Por eso, antes de leer la Biblia, pídale a Dios que le ayude a escuchar y a entender lo que Él dice. Si usted crece y obedece, su oído espiritual se volverá más agudo, y su tiempo con la Palabra será una conversación íntima con el Señor.
Por Min. En Contacto
