miércoles, 28 de junio de 2023

Para qué existen las pruebas

 Para fortalecer la fe: (2 Cor. 13:5) “Poneos a prueba {para ver} si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?”

Para producir paciencia: (Sant. 1:2-3) “Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que {os} halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”.

Para dar gloria y alabanza a Dios: (1 Pedro 1:7) “Para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo”.

Para hacernos cada vez más parecidos a Cristo: Para limpiarnos, purificarnos, quitar aquello que no agrada a Dios (Job 23:10) “Pero Él sabe el camino que tomo; {cuando} me haya probado, saldré como el oro”.

Para que Dios le recuerde a su pueblo que Él es su Dios: (Zac. 13:9) “Y meteré la tercera parte en el fuego, los refinaré como se refina la plata, y los probaré como se prueba el oro. Invocará él mi nombre, y yo le responderé; diré: “Él es mi pueblo”, y él dirá: “El Señor es mi Dios”.

Para enseñarnos que el que persevera en medio de la prueba recibirá corona de vida: (Sant. 1:12) “Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que {el Señor} ha prometido a los que le aman”.

Para poner a prueba nuestra obediencia: (Éx. 16:4) “Entonces el Señor dijo a Moisés: He aquí, haré llover pan del cielo para vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en mi ley”.

Para que Dios desnude el alma y descubra nuestro corazón: (Deut. 8:2-3) “Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha traído por el desierto {durante} estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos. Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del Señor (Salmos 26:2). “Examíname, oh Señor, y pruébame; escudriña mi mente y mi corazón”.

Para que temamos a Dios y, temiéndole, no pequemos: (Éx. 20:20) “Y respondió Moisés al pueblo: No temáis, porque Dios ha venido para poneros a prueba, y para que su temor permanezca en vosotros, y para que no pequéis”.

Para nuestro bien: (Deut. 8:16) “En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien”.

Para probar nuestro amor a Dios: (Deut. 13:3-4) “No darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el Señor tu Dios te está probando para ver si amas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. En pos del Señor vuestro Dios andaréis y a El temeréis; guardaréis sus mandamientos, escucharéis su voz, le serviréis y a Él os uniréis”.

Para no enaltecernos: (2 Cor. 12:7-9). “Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que {lo} quitara de mí. Y Él me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí”.

En 1 Pedro 5:10 está resumido el “para qué” de las pruebas:

Para que Dios nos perfeccione quitándonos, limpiándonos, purificándonos de todo aquello que afecte la forma que nos conducimos en esta vida  como hijos del Padre, nos afirme la fe, nos fortalezca emocional y espiritualmente  para ser mejores cristianos servidores del Señor y Dios, y nos establezca en sus propósitos, para dar gloria a Dios sirviéndole eternamente.


Enviado por el Hno. Mario Caballero