viernes, 9 de junio de 2023

El eterno amor de Dios

 “¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre” (Salmo 136:1).

 

Lectura: Salmo 136:1-6.

 

            El mensaje de este salmo es que el amor de Dios permanece para siempre y todo lo que hace es motivado por su amor. Él es bueno y Él es amor. Creó el universo porque Él es amor. Y lo mantiene por amor. Su única motivación en todo lo que hace es el amor. Por amor se mueve y obra en todo lo que ocurre en este mundo.

 

Él creó el universo porque Él es amor. “Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre. Den gracias al Señor de señores. Su fiel amor perdura para siempre” (136:2, 3). Por amor hizo milagros poderosos (136:4). Por amor hizo los cielos (136:5). Por amor colocó la tierra (136:6). Por amor hizo las estrellas y la luna (136:9).

 

En amor se mueve entre las naciones. Trató con Egipto en su amor. Sacó a Israel de Egipto por amor. Dividió el Mar Rojo, porque amaba a Israel. Llevó a Faraón al mar, porque Él es amor. Quitó a los horribles reyes paganos de en medio, porque Él es amor. Le dio la tierra de Israel en herencia a su pueblo, porque Él es amor.

 

“Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre. Nos salvó de nuestro enemigo. Su fiel amor perdura para siempre” (136:23, 24). Da de comer a todo ser viviente en el mundo entero, porque Él es amor.

 

La conclusión es: “Den gracias al Dios del cielo, porque su fiel amor perdura para siempre” (Salmo 136:26).

 

Todo cuanto existe está envuelto en el amor de Dios, revela el amor de Dios y se mantiene funcionando por el amor de Dios. Dios se mueve en la política motivado por amor, en amor ejecuta sus juicios, y en amor libra y conserva a los suyos. Necesitamos gafas de amor para percibir el mover de Dios en todo lo que ocurre y todo cuanto existe. Los que no tienen esta visión no pueden entender a Dios. 

 

Este salmo fue leído en las ocasiones importantes en la historia de Israel. El moderador leía la primera frase y la congregación repetía el coro. Es muy bueno para nosotros repetir este coro después de todo lo que vemos y vivimos. Nos hace mucho bien y transforma nuestra manera de ver las cosas. Es el auténtico reflejo de la realidad.  


Enviado por el Hno. Mario Caballero