«¡Ninguno de ellos puede salvar a su hermano, ni dar nada a Dios a cambio de su vida! El rescate de una vida tiene un alto precio, y ningún dinero será jamás suficiente para que siga con vida para siempre y nunca llegue a experimentar la muerte.» Salmo 49.7-9
Nadie puede huir de la muerte, sea rico o pobre, importante o no. «¡Ninguno de ellos puede salvar a su hermano, ni dar nada a Dios a cambio de su vida!» (Salmo 49:7). Esa afirmación del poeta bíblico se confirma diariamente. También nos aconseja a que no nos preocupemos si tenemos mucho o poco. Y declara: «Pero a mí, Dios me rescatará; ¡Dios me librará del poder del sepulcro!» (Salmo 49:15).
Ya sea que tengas mucho o poco, teniendo fe en Jesucristo puedes liberarte del poder de la muerte. Dios demostró su amor por nosotros en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros; él pagó el precio por tu vida muriendo en la cruz, y luego resucitó para que tú también puedas volver a vivir eternamente.
Por CPTLN
