Leer | Santiago 5.13-18
La Biblia dice que “la oración fervorosa del justo tiene mucho poder” (Stg 5.16 DHH). Lo cual es, precisamente, lo que queremos en tiempos de crisis. Si cumplimos con las condiciones de Dios, podemos tener la confianza de que Él no solamente escuchará lo que nos preocupa, sino que también actuará conforme a sus planes.
Condición #1—Oración fervorosa. Motivados por un corazón muy cargado, las oraciones fervorosas están llenas de pasión y de un fuerte sentido de impotencia debido a que se enfocan solamente en alguna dificultad que nos preocupa. La Biblia llama a este tipo de oración “ruegos encarecidos” en Colosenses 4.12.
Condición #2—Justicia. Tan pronto como ponemos nuestra fe en el Salvador, nos relacionamos rectamente con Dios como sus hijos. En ese momento, somos sellados de forma permanente con el Espíritu Santo y declarados justos para siempre por nuestra posición en Jesucristo (Fil 3.9). Aunque la salvación es por fe, no por obras (Ef 2.8, 9), la fe genuina resultará en un estilo de vida obediente y de buenas obras (Stg 2.26). Si nos involucramos de manera voluntaria y deliberada en el pecado, entonces no vivimos con justicia, santamente y, por tanto, oramos carentes de todo poder.
Cuando el Señor escucha una oración apasionada sabe quién está orando. Si es una persona justa cuya vida refleja las cosas de Él, la Biblia dice que el Espíritu Santo comenzará su obra divina.
Dios responde con gran poder las oraciones de una persona justa. ¡Y esa persona puede ser usted!
Por Min. En Contacto