miércoles, 14 de diciembre de 2022

Un giro repentino

 Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos… con la que fue mujer de Urías el rey David engendró a Salomón… En el tiempo de la deportación a Babilonia, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos… y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. (Mateo 1:2, 6, 11)


¿Alguna vez has tenido un cambio repentino en tu vida? Esperas que las cosas sigan normalmente, pero de repente sucede algo impactante y te encuentras en un camino completamente nuevo.


La ascendencia de Jesús está llena de tales giros. Abrahán era un hombre sin hijos que se convirtió en el padre de una nación. Judá era el cuarto hijo, pero heredó la bendición de su padre después de los crímenes de sus hermanos mayores. Salmón fue un líder que se casó con una prostituta cananea. Su hijo Booz se casó con Rut, una extranjera pobre, y se convirtió en el bisabuelo del rey David. David fue un pastor que reemplazó al desastroso rey Saúl. Si David se hubiera mantenido alejado del asesinato y el adulterio, ¡su hijo Salomón probablemente nunca habría nacido!


Si bien no todos estos giros fueron terribles, sí fueron inesperados, excepto para Dios. Dios sabe exactamente lo que está haciendo cuando le da un giro a nuestra vida o se aprovecha de uno que causamos al hacer algo malo. ¡Ni siquiera nuestro pecado puede detenerlo!


Y, por supuesto, el mayor giro de todos es cuando Dios vino a nuestro mundo en Jesucristo, para sufrir, morir y resucitar por nosotros. Gracias a él, finalmente estamos en el camino correcto, con todos nuestros giros equivocados perdonados.


Por CPTLN