martes, 16 de agosto de 2022

El arrepentimiento en la vida del creyente

 Leer | Proverbios 28.13

¿Es el arrepentimiento necesario? Sí, y podemos ver esta verdad fundamental en 1 Juan 1.9: “Si confesamos nuestros pecados, [Dios] es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Usted puede decir: “La palabra arrepentimiento no aparece en este versículo”. Pero examinemos esto con mayor detenimiento.

Recordemos que “arrepentirse” significa cambiar de manera de pensar. Para los incrédulos, esto se refiere a la fe salvadora, es decir, a la decisión de poner la fe en Cristo. Pero, para los creyentes, el arrepentimiento implica un cambio de corazón con respecto a conducta o actitud. Es la decisión constante de tener una vida obediente y cristocéntrica.

En 1 Juan, esta decisión está representada por la palabra confesar, que originalmente tenía el sentido de “estar de acuerdo con”. En otras palabras, si usted confiesa su transgresión a Dios, está de acuerdo con Él en cuanto a ese pecado y, a la vez, en desacuerdo con su sentir anterior. Aquí, la confesión no es un asunto de salvación; más bien, significa permitir que el Padre celestial siga cambiando su mente, y moldeando su vida cada vez más a la imagen de su Hijo.

Dios aborrece el pecado. Por eso, si usted está de acuerdo con Él, entonces su mente está siendo transformada. Los pensamientos, las actitudes y las acciones que antes parecían perfectamente naturales, ya no corresponden con quién usted es ahora. A medida que Dios siga trabajando en su vida, su mente rechazará gradualmente la vieja manera de pensar, y representará más fielmente la manera de pensar del Señor.

Por Min. En Contacto