lunes, 20 de diciembre de 2021

Betania

 «Y dejándolos, se fue a la ciudad de Betania.» Mateo 21.17a

María y José se están acercando a Belén. Llegan a Betania, un lugar donde habrían de descansar-un lugar donde los niños juegan en las calles. María rezaba para que su bebé pronto pudiera ser un niño feliz, jugando con otros niños.

Jesús iba a pasar momentos felices en Betania. María, Marta y Lázaro iban a ser algunos de sus mejores amigos. A su casa iría a descansar.

Betania también habría de ser el lugar donde Jesús diría algunas de sus palabras más memorables. Cuando Marta se quejaba porque su hermana no la ayudaba, Jesús le dijo: «María ha escogido la mejor parte» (Lucas 10.42b). Allí fue donde Jesús dijo ser «la resurrección y la vida» (Juan 11.25a). Allí fue donde mostró una de las emociones humanas más profundas, cuando se nos dice que «Jesús lloró» (Juan 11.35).

Allí es donde Jesús realizó el milagro de resucitar a Lázaro de la muerte. Es desde allí desde donde Jesús entraría a Jerusalén montado en un burro mientras las multitudes le aclamaban, diciendo: «¡Hosanna! ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Hosanna en las alturas!» Para María y José, y más adelante para Jesús, Betania fue un lugar de descanso.

Quizás usted tenga una Betania. Usted también está acercándose a Belén. Ojalá que tenga un lugar donde pueda descansar en compañía de buenos amigos, porque pronto se encontrará sumergido de lleno en las celebraciones de la Encarnación. Mucho de lo que va a vivir será lo esperado, pero quizás también haya alguna sorpresa.

Por CPTLN