miércoles, 25 de agosto de 2021

Malas y buenas noticias

 “Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y cada uno tomará su propio camino; pero el Señor descargará sobre él todo el peso de nuestros pecados.” Isaías 53:6


En el siglo 19, el Dr. James Simpson instituyó el uso de cloroformo como anestesia, logrando así que las personas fueran operadas sin sentir dolor. Algunos años después, un estudiante le preguntó al Dr. Simpson: “¿Cuál es el descubrimiento más valioso que ha hecho en su vida?” La respuesta que dio dejó sorprendidos a todos sus estudiantes: “¡El descubrimiento más valioso de mi vida fue reconocer soy pecador y que Jesucristo es mi Salvador!”

Es interesante ver que, a veces, los grandes descubrimientos no son los que uno cree.

La Biblia es clara cuando nos dice que ninguno de nosotros está libre de culpa: “¡No hay ni uno solo que sea justo!” (Romanos 3:10b). Nuestra vida diaria demuestra claramente que somos pecadores, y cualquier noticiero da pruebas concretas de nuestra corrupción: guerras, violencia, asesinatos, deshonestidad, inmoralidad, mentiras… y la lista sigue.

Esas son las malas noticias, pero también hay buenas noticias, porque Jesús, el Hijo de Dios, vino con un mensaje: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepiéntanse, y crean en el evangelio!” (Marcos 1:15).

Esas son las buenas noticias para cada uno de nosotros. “Arrepiéntanse y crean,” nos demanda el Señor. El fruto de la fe será una vida con sentido aquí en la tierra, y vida eterna con Jesucristo después de la muerte.

Por CPTLN