“Esta palabra es fiel: Si morimos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo.”
2 Timoteo 2:8-13
Cuando participan de una competición, los atletas saben que hay reglas. Dichas reglas existen para que el juego sea limpio, los competidores sean tratados con igualdad y haya justicia en el resultado final. Porque, como dice la Biblia: “Y tampoco el que lucha como atleta es coronado, si no lucha legítimamente” (2 Timoteo 2:5).
Dios te ha llamado a la carrera de la vida cristiana. Él no te ha prometido que todo será fácil o que no habrá sufrimientos y derrotas en este mundo. Sin embargo, te asegura que recibirás el premio de la salvación, la gloria eterna. Y por eso, por más que pases por momentos difíciles, en Jesús, ya eres un vencedor. “Si morimos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él” (2 Timoteo 2:11b-12a).
Por: CPTLN
