“Te alabo, Señor, porque me escuchas, y porque me das tu salvación. La piedra que los constructores rechazaron, ha llegado a ser la piedra angular. Esto viene de parte del Señor, y al verlo nuestros ojos se quedan maravillados. Éste es el día que el Señor ha hecho; y en él nos alegraremos y regocijaremos.” Salmo 118:21-24
Cada nuevo comienzo puede producirnos ansiedad y hasta miedo. Hay veces en que la pereza puede parecer una buena salida ante la rutina pero, en realidad, todo lo que hace es desorientarnos: “El perezoso se considera más sabio que siete sabios que sepan aconsejar” (Proverbios 26:16).
Sabiamente, bajo la orientación del Espíritu Santo, podemos enfrentar el día de hoy como un día más que el Señor hizo para que “nos alegremos y regocijemos” (Salmo 118:24b). Hoy es un día para nuevos aprendizajes, para compartir el amor y dividir las cargas, un día para crecer. Alégrate, incluso si la vida parece difícil, pues el Señor es bueno y su amor dura para siempre.
Por CPTLN