martes, 26 de enero de 2021

En conflicto con el mundo

 Jesús dijo: “Si el mundo los aborrece, sepan que a mí me ha aborrecido antes que a ustedes.” Juan 15:18

Cuando recibimos a Jesucristo como Señor y Salvador, es probable que amigos, o incluso familiares, se pongan en contra nuestra. Pero al convertirnos en hijos de Dios, el Espíritu Santo nos da la fuerza para vivir en santidad, alejándonos de las malas intenciones y acciones de quienes nos rodean. De hecho, el no estar involucrados en actividades que disgustan a Dios puede causar que, quienes se oponen a nuestra fe, nos odien aún más.

Jesucristo lo sabía. Él vino a este mundo para morir por nuestros pecados, pero aun así el mundo lo odió. Jesús dijo: “Ningún siervo es más que su amo” (Juan 15:20a). Este mundo odió a nuestro amo, y ciertamente nos odiará a nosotros.

Al vivir vidas santificadas y servir a Jesucristo, somos bendecidos. Está escrito: “Bienaventurados serán ustedes cuando, por causa del Hijo del Hombre, la gente los odie, los segregue, los vitupere, y menosprecie su nombre como algo malo.” (Lucas 6:22).

Si el mundo los odia, no se desanimen. Confíen en la guía del Espíritu Santo, perseveren en la lectura de la Palabra de Dios, y tengan presente el premio que los aguarda en el cielo y que es suyo a través de la fe en Jesucristo. “Todo el mundo los odiará a ustedes por causa de mi nombre, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo” (Marcos 13:13).

Esta es la promesa que Dios nos ha dado.

Por CPTLN