lunes, 7 de diciembre de 2020

Era una buena idea

 “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que escudriña estos tiempos? ¿Acaso no ha hecho Dios enloquecer a la sabiduría de este mundo? Porque Dios no permitió que el mundo lo conociera mediante la sabiduría, sino que dispuso salvar a los creyentes por la locura de la predicación.”

1 Corintios 1:20-21



Quizás esté de acuerdo conmigo en que a veces hemos hecho cosas que en el momento parecían ser una buena idea, pero que, en retrospectiva, en realidad no lo eran.

Lo mismo podemos decir de un italiano que, cuando su Porsche último modelo se le quedó parado en las vías del tren, decidió salvarlo. Para lograrlo corrió hacia el tren que venía y le hizo señas para que parara. El tren logró parar y el auto se salvó, pero él no llegó a salir a tiempo de las vías, y murió arrasado por el tren.

Otro ejemplo es un brasileño que trató de romper el récord de mayor tiempo volando sostenido con globos (de cumpleaños). Era una excelente idea. Sólo que los vientos lo desviaron al mar y, como nadie lo seguía, también murió.

Estos hombres ciertamente hicieron elecciones trágicas. Pero aún así, lo terrible de sus decisiones no puede siquiera compararse con la magnitud de la que hacen quienes eligen vivir de acuerdo a su propia sabiduría en vez de seguir el plan de salvación del Señor.

¿Conoce a alguien así? Seguramente. Todos estamos rodeados por personas que creen que pueden burlarse de Dios y arreglarse sin la salvación que Jesús ganó en la cruz.

Sin lugar a dudas, una decisión tonta.

Al igual que con el italiano de la historia, esas personas están en medio de las vías por donde viene el tren de la muerte. El día del juicio se les acerca inexorablemente.

Al igual que el brasileño de más arriba, están flotando a la deriva y su final no va a ser lindo.

Es para evitar eso que la iglesia da testimonio de Dios compartiendo la historia de salvación de Jesucristo.

Todos queremos que, quienes aún no conocen a Dios, dejen de lado su soberbia, y sean llevados a la fe en el Cristo crucificado y resucitado. Y esta sí que es una buena idea en todo momento.

Por CPTLN