lunes, 2 de noviembre de 2020

El censo

 “Este primer censo se llevó a cabo cuando Cireneo era gobernador de Siria.” Lucas 2.2

Nosotros sabemos lo que son los censos, ya que suceden regularmente. Sus resultados son importantes. Ellos determinan cómo vamos a ser representados, cuántos impuestos tendremos que pagar, y también la cantidad de recursos financieros que cada región podrá solicitar.

Israel también sabía lo que eran los censos. Sabía que se había hecho uno en el Monte Sinaí justo antes que el pueblo de Israel entrara en la Tierra Prometida, y sabía que el Rey David también había autorizado que se hiciera uno. Pero esos censos tuvieron consecuencias muy negativas. Joab, el general de David, trató de convencerlo de que no lo hiciera, ya que sólo lo estaba haciendo por arrogancia y Dios no lo aprobaba. Como consecuencia, luego del censo, el pueblo sufrió una peste (1 Crónicas 21).

Gracias a la fiel enseñanza de los rabinos, Israel tenía conocimiento de esos censos. Tanto los residentes de Nazaret como el mismo José, conocían esas historias bíblicas, y sabían que iban a tener que cumplir con el decreto. Pero la forma en que Dios habría de utilizarlo, estaba totalmente fuera de su control.

Probablemente, José también conociera las profecías que decían que el Mesías, el Prometido de Dios, habría de nacer en Belén. Le era claro que al obedecer ese decreto, María iba a tener el bebé fuera de Nazaret.

Oramos y esperamos que los censos que se realizan en los países de nuestro mundo sirvan propósitos que Dios pueda bendecir. ¡Damos gracias porque el censo decretado por César produjo el cumplimiento de las promesas bíblicas acerca de Belén, de nuestra salvación, y de la salvación del mundo!

Por: CPTLN