“Ábreme los ojos para contemplar las grandes maravillas de tus enseñanzas.”
Salmo 119:18
Lo que uno ve depende de cómo uno lo mira. Algunas personas son optimistas y tratan de ver siempre el lado bueno de las cosas. Otras, en cambio, no son tan optimistas. Sus puntos de vista son generalmente negativos, y a menudo esperan lo peor.
Bien sabemos que el mundo en que nos toca vivir no es un lugar fácil. Jesús lo sabía mejor que nadie. “En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo” Juan 16:33b.
Con Cristo podemos aprender a manejar mejor las situaciones que nos toca vivir, aún cuando sean difíciles y aún cuando el mundo parezca estar en contra nuestra. Jesús es quien nos consuela y nos sostiene cuando pasamos por pruebas, y él es quien nos da fuerza para salir adelante.
Sin embargo, sin Cristo, el mundo puede llegar a ser un lugar aterrador. Jesús nos advirtió que problemas vamos a tener, pero también nos dijo que ahí no terminan las cosas. Él nos ha llamado a mucho más que lo que conocemos en esta vida. “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).
Por: CPTLN