martes, 9 de junio de 2020

Risas y llanto

“Nuestra boca se llenará de risa; nuestra lengua rebosará de alabanzas. Entonces las naciones dirán: ‘¡El Señor ha hecho grandes cosas por éstos!’ Sí, el Señor hará grandes cosas por nosotros, y eso nos llenará de alegría. Señor, ¡haz que volvamos de nuestra cautividad, y que corramos libres como los arroyos del desierto! ¡Haz que los que siembran con lágrimas cosechen entre gritos de alegría! ¡Que los que entre sollozos esparzan la semilla, vuelvan alegres trayendo sus gavillas!” Salmo 126:2-6

Muchas veces en la vida, risas y lágrimas se mezclan ante el alivio de un sufrimiento profundo, la libertad de ser perdonados, la esperanza de un nuevo comienzo. En esos momentos, nuestros sentimientos nos conmueven al punto de mezclar lágrimas con risas.

Lo mismo experimentamos cuando la aparente contradicción es superada por la presencia del Salvador, hombre-Dios, que murió para ganar la vida eterna para nosotros, permitiendo así que quienes siembran con lágrimas cosechen con himnos de alegría. “Sí, el Señor hará grandes cosas por nosotros, y eso nos llenará de alegría” (Salmo 126:3).

Por CPTLN