jueves, 11 de junio de 2020

Cuando me siento pequeño

“Hiciste al hombre poco menor que un dios, y lo colmaste de gloria y de honra.” Salmo 8:5

Ante la grandeza de Dios y su santidad, ante los poderosos de este mundo, ante los desafíos que se aproximan y la inmensidad del universo ¡me siento tan pequeño e insignificante! Y, junto con el salmista, le digo a Dios: “¿Qué es el ser humano, para que en él pienses? ¿Qué es la humanidad, para que la tomes en cuenta?” (Salmo 8:4).

Entonces recuerdo lo que Dios hizo por todas las personas: envió a su Hijo al mundo en forma de hombre para vivir y morir en nuestro lugar, para lograr así el perdón y la salvación que de otra forma nunca hubiéramos podido obtener.

Y sigo afirmando con el salmista: “Hiciste al hombre poco menor que un dios, y lo colmaste de gloria y de honra” (Salmo 8:5). Cuando te sientas pequeño acuérdate que, por más insignificante que te sientas, Dios te creó, te ama y se preocupa por ti, y te ofrece su amor y vida en Jesús.

Por CPTLN