viernes, 1 de mayo de 2020

Ciudadanos

“Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.” Filipenses 3:20

Besos a la camiseta, ojos llorosos mientras se entona el himno nacional, emoción al ver la bandera mientras se recibe una medalla en el podio… Representar a la patria en una competición es una alegría tremenda, pero al mismo tiempo también es una gran responsabilidad. Si se gana, el orgullo es grande. Si se pierde, se siente como si se decepcionara a toda la nación.

Sin embargo, quienes creen en Jesús confiesan que son de una patria distinta, y que representarla es una alegría constante, pues saben que siempre serán bien recibidos: “Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20). Ser parte de esa patria es saber que, sea cual sean los resultados en esta vida, cuando el Rey Jesús venga traerá el premio de la vida eterna. Sé tu también un ciudadano del cielo, y recibe el premio de la vida.
Por CPTLN