miércoles, 4 de marzo de 2020

Dios es radical

Leer (Lucas 11:14-23)
[Jesús] les dijo: ‘Todo reino dividido contra sí mismo queda devastado. No hay casa que permanezca, si internamente está dividida… El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama.’ Lucas 11:17, 23
En algún momento el apóstol Pablo nos habla de su personalidad contradictoria, o al menos de sus actitudes contradictorias. “No entiendo qué me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco… Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero” (Ro 7:15, 19).
Esas contradicciones las experimentamos todos los hijos de Dios porque sabemos lo que Dios espera de nosotros, pero sufrimos la fuerza del pecado que lucha en contra de la voluntad divina. Podríamos decir que ese “estar dividido” es normal y aceptable, porque aunque fuimos redimidos, todavía seguimos siendo pecadores.
La historia de Jesús curando a un endemoniado termina revelando dos verdades radicales de Dios: “No hay casa que permanezca, si internamente está dividida… el que no está conmigo está contra mí (Lucas 11: 17b, 23a). Aunque somos redimidos y pecadores al mismo tiempo, nuestra confianza no puede estar dividida ni nuestra fidelidad puede ser neutral. Así como una mujer no puede estar medio embarazada, sino que lo está o no lo está, así nosotros no podemos ser medio o casi creyentes.
En el Bautismo, Dios nos engendró de nuevo. No somos ni casi nacidos ni casi hijos, sino hijos de nuestro Padre celestial. Como hijos pecamos, nos enfermamos, nos confundimos y nos contradecimos, pero seguimos siendo hijos. No le pertenecemos a medias al Padre. Le pertenecemos por completo.
Dios engendró en nosotros una nueva vida que se proyecta hacia la eternidad. Él alimenta esa nueva vida por medio de su Palabra y la Santa Cena, para que seamos hijos fuertes que están a su favor.
Caminar con Dios, a su lado y a su favor, ¿puede haber algo más consolador?
Gracias, Señor, porque no estás dividido, porque tu amor es radical, porque lo das todo y lo esperas todo. Amén.
Por: CPTLN