miércoles, 18 de diciembre de 2019

Sólo un mensaje es suficiente

“Dios envió un mensaje a los hijos de Israel, y en él les anunciaba las buenas noticias de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.” Hechos 10:36
En tiempos en que las posibilidades de comunicarnos y los medios tecnológicos abundan para que lo hagamos, a veces nos sentimos abrumados por la cantidad de mensajes que recibimos, la mayor parte de ellos inútiles o superfluos. Frente a tal avalancha de mensajes, palabras, comentarios, e ideas que oímos, debemos aprender a separar entre lo que vale la pena y lo que no. Al leer la Palabra de Dios vemos que él no nos abruma con exceso de información, sino que llega a nosotros con un solo mensaje, pues cuando él habla es tan claro, que no necesitamos oír nada más. El Padre celestial no envió un mensaje por correo o internet, sino que envió un mensajero que nos dio a conocer la verdad divina. Jesús, hijo único del Padre, nos anuncia las buenas noticias del perdón de pecados y una nueva vida.

Por eso Jesús es llamado el Príncipe de Paz, pues él es el portavoz de algo nuevo y desconocido para nosotros: no podemos vivir en paz, ni hacerla, a menos que él reine en nuestras vidas. Sólo cuando creemos que Jesús vino al mundo por causa de nosotros, podemos confesar que por causa de él llegaremos a contemplar la presencia gloriosa del Creador y sabremos atesorar la paz que sólo él da. La paz de Jesús es única: nos permite hacer frente a cuanto peligro nos rodee. Nuestra paz está y viene de Jesús. Esta forma de vivir sostenidos en la fe no considera los problemas como una falta de paz, sino que los enfrenta con la confianza de quien sabe que posee el único y verdadero mensaje necesario para alcanzar la felicidad.
Por: CPTLN