martes, 26 de noviembre de 2019

Gracias al Señor

“¡Aleluya! ¡Alabemos al Señor, porque él es bueno, porque su misericordia permanece para siempre.” Salmo 106:1
En los Estados Unidos, este es el tiempo de Acción de Gracias. Por lo menos eso espero.

Hace muchos años escuché la historia de una familia agradecida. Al sentarse a la mesa repleta de pavo y todos los acompañamientos correspondientes, era costumbre primero orar.

Se trataba de una familia que siempre daba gracias antes de la comida, pero el Día de Acción de Gracias, la oración era diferente.

Ese día, cada persona, comenzando con la de mayor edad, expresaba una razón especial de agradecimiento al Señor por su bendición en su vida. Es claro que también eran prácticos, y no querían que la comida se enfriara, por lo que trataban de ser concisos. Por ejemplo, uno decía que daba gracias por su salud, otro por la familia, etc., etc.

Todos comprendían la regla… menos el hijo menor, de tan sólo cinco años.

Dado que era la primera vez que iba a participar, se había venido preparado. Primero dio gracias por la mamá que había cocinado el pavo, y el papá que lo había traído del supermercado. Después agradeció por la cajera y por el supermercado donde lo compraron, y también por el granjero que lo había criado, y la compañía que se lo había comprado.

Luego de parar para respirar, dijo: ‘¿Me olvidé de alguien?’. A lo que su hermano mayor dijo: ‘De la única persona que te olvidaste fue de Dios’. Ante lo que el pequeño respondió: ‘Ahora le tocaba a Él’. Y así lo hizo.

Es muy triste que haya tantas personas que nunca, ni siquiera el Día de Acción de Gracias, son capaces de agradecerle al Señor. No le agradecen por las bendiciones terrenales, ni porque les preserva la vida. No le agradecen por el Salvador quien, a través de su sacrificio, nos ha perdonado, rescatado, y abierto las puertas del cielo en donde el Día de Acción de Gracias será celebrado cada día.
Por CPTLN