miércoles, 1 de mayo de 2019

Imperdonable

Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen, para que sean ustedes hijos de su Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿Acaso no hacen lo mismo los cobradores de impuestos? Mateo 5:44-46
¿Alguna vez has tenido que pedir perdón? No es fácil, ¿verdad? Sin embargo, estar del otro lado también es difícil. Escuchar el pedido de perdón de alguien que nos lastimó, y perdonarlo de verdad, puede ser muy difícil. Más de una vez hemos escuchado a alguien decir: “¡Pero eso es imperdonable!”.
Lo cierto es que, ante Dios, nosotros también somos imperdonables. A pesar de que él nos creó, nosotros nos rebelamos y alejamos de él, creyendo que éramos capaces de vivir por nuestra propia cuenta. Sin embargo, Dios nos ama tanto, que envió a su único Hijo a pagar con su vida el precio por nuestros pecados. Gracias a él, ya no somos más “imperdonables”, y Dios nos recibe ahora con sus brazos abiertos, porque Cristo llevó todos nuestros pecados sobre sí. Perdonados por Cristo, podemos ahora perdonar también a quienes de alguna manera nos lastimaron o nos causaron algún mal.
Por: CPTLN