Los momentos que nos sustentan
Leer
| Josué
1.8
La
meditación es parte vital de nuestra relación con Dios. Sin
embargo, es dejada de lado por muchos creyentes. Por tanto,
comencemos por lo fundamental y hagámonos la importante pregunta:
¿Cómo
se puede meditar?
Primero,
debemos dedicarnos a leer la Palabra de Dios.
Si queremos escuchar el mensaje del Señor, debemos profundizar en
las Escrituras. Este no es un simple libro; es el mismísimo mensaje
de Dios a su pueblo. Tenemos las Escrituras para conocer más al
Señor. Como mayordomos fieles de este regalo maravilloso, debemos
hacerlo parte integral de nuestras vidas.
Segundo,
debemos aprender a responder piadosamente a Dios al leer su Palabra.
Cuando leamos un pasaje de la Biblia, debemos elevar esa Palabra al
cielo como una oración. Confirmamos el mensaje de la Biblia
mostrando a nuestro Padre celestial que estamos de acuerdo con lo que
Él ha dicho.
Tercero,
debemos aplicar la Palabra.
La Biblia no está aquí simplemente para darnos información; fue
dada para que la obedezcamos.
Cuarto,
debemos someternos a la voluntad de Dios.
Si dedicamos tiempo para escuchar seriamente al Señor, Él nos
revelará sus planes para nuestra vida. Si aplicamos lo que hemos
escuchado, la meditación se volverá cada vez más instintiva para
nosotros y escucharemos la voz del Señor con regularidad.
Dios
tiene un mensaje particular para usted, así que es imperativo que se
tome el tiempo para escuchar lo que le está diciendo. Si lo hace,
disfrutará de la riqueza de su relación con Él.
Min.
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