lunes, 11 de agosto de 2014

El poder motivador de la Gracia

El poder motivador de la gracia

Leer | ROMANOS 6.1-4


Algunos cristianos tienen dificultades con la doctrina de la gracia, porque piensan que es una licencia para pecar. Parece demasiado fácil creer en Jesús y luego hacer lo que uno quiera. Pero, ¿no tienen todavía los creyentes que vivir de cierta manera para poder agradar al Señor? El problema con este razonamiento es que mezcla el legalismo con la gracia, al decir: “Claro, somos salvos por gracia, pero después de la salvación, hay que obedecer las reglas para mantenerse en el favor de Dios”. Esa forma de pensar elimina la esencia de la gracia y corrompe el mensaje de esperanza.

Lo que necesitamos comprender es que la gracia es mejor motivación que la ley. Cuando usted tiene que comportarse bien para agradar al Señor, la culpa se convierte en su compañera constante, ya que nunca podrá ser lo suficientemente bueno. Cada vez que deje de estar a la altura de sus propias expectativas, podrá poner en duda que Dios le ama, o incluso preguntarse si realmente es salvo. Dios no quiere que vivamos cautivos de nuestras obras. Ya hemos recibido su aceptación, y no hay nada más que podamos añadir.
La gracia no solo nos libera de la culpa, sino que también nos motiva a obedecer y a servir al Señor con amor y gratitud por todo lo que Él ha hecho por nosotros.
¿Está usted afanado haciendo cosas para agradar a Dios? Si es así, probablemente esté agotado. Cuando comience a vivir en su gracia, se sentirá vigorizado porque la obediencia y el servicio serán el resultado natural del amor de Dios. En vez de un sentimiento de culpa, usted tendrá gozo y gratitud.

Por Min. En Contacto