Clama a Dios. La Palabra de Dios está repleta de pasajes bíblicos que traen esperanza, que ániman, que suplen necesidades, que son inspiradoras, dan nuevas fuerzas y encaminan a mejoría. Lo importante está en creerle a Dios y a su Palabra y actuar en obedeciencia.
Notemos como lo presenta Salmos 72.12 Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra.