Es un elemento maravilloso con el que contamos reconocer, es decir, distinguir, identificar, éxaminar, dar fe autenticando algo o alguien, admitir aceptar palabras o actos. Tenemos a diario información reconociendo políticos, mágnates, científicos, celebridades y más. Y hay personas, grupos, comunidades que les falta reconocer a la persona más influyente, importante, única, extraordinaria, de mayor poder y dominio, a Dios. Sin Él nada de lo que es o conocemos existiera. Cada día debemos reconocer a Dios y su mano de bien en nuestras vidas.
Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Salmos 100.3