lunes, 24 de febrero de 2014

Me deleitaré

El deleite del espíritu o los sentidos está presente en nuestros años de vida, vamos conociendo, sintiendo, prefiriendo, etc., cada quien a su mejor parecer para complacernos, independientemente si acertamos o no para bien en las decisiones.  Pero no es comparable cuando aprendemos a vivir haciendo la Voluntad de Dios, complaciéndole, agradándole y cumpliendo sus propósitos, sin duda uno mayor y de mejor excelencia que ninguno. Es tan misericordioso y bueno, que haciendo lo que nos corresponde, poniendo en nosotros el querer como el hacer, permitiéndolo Él nos concede su favor. Leamos

Salmos 37.4 Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.