jueves, 6 de septiembre de 2012


Sean imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo.
1 Corintios 11:1

Este verso culmina el tópico de Hacer todo para la Gloria de Dios. El escritor hace la invitación a imitarle. A su vez expresa que él mismo imitia a Cristo. Dios nos habla por su Palabra y actualizándola para reflexionar debemos preguntarnos si nosotros podemos invitar a otros a imitarnos porque estamos imitando a Cristo. Arrepentirse, ser perdonado y comenzar a disfrutar la vida de creyente es solo el comienzo para desarrollar el carácter a la Voluntad de Dios para los propósitos divinos y someternos en obediencia y servicio como lo hizo nuestro Salvador.